domingo, 18 de diciembre de 2022

Parejas de casados

Mi mañana comenzó, de la forma más horrible posible, pues apenas despertar lo hice en el cuerpo de mi mamá.
Todavía no estoy tan seguro de la situación pero no hay lugar para tener dudas, me he convertido en una mujer, y no en cualquier mujer, me convertí en mi propia madre.
Desperté hace poco en la habitación de mi mamá, en la casa que ya hace algunos años había dejado de habitar para hacer mi vida, vida en la cual tiempo después se integraría mi novia, y posteriormente esposa.
Ahora que lo pienso, mi madre Cassidy se parece bastante a mi novia pero con algunos cuantos años más: cabello teñido de rubio para ocultar las canas, con algunas arrugas por su rostro y cuerpo pero bastante bien cuidada, y que a pesar de su edad no se nota como alguien tan mayor.
Nunca pensé que describiría a mi madre con tanto detalle pero ahora que estoy dentro de su cuerpo, es inevitable ver todas las diferencias entre mi cuerpo de hombre y el suyo de madura mujer.
Sin embargo, no era momento de ver el cuerpo de mamá, por lo que dejando su pijama de lado, comencé a ponerme algo de ropa; unas pantimedias con tacones negros y un vestido a juego fueron lo primero que encontré y que intente ponerme, teniendo bastantes problemas al intentar ponerme el vestido como es debido.
-Maldición...creo que se atasco, ¿es por la ropa interior? De repente siento que esta muy apretada-
Me decía al intentar terminar de subir el cierre de la falda sin mucho éxito, estando tan concertado en esa tarea que no me di cuenta lo que pasaba a mi alrededor.
-Vaya, que hermosa forma de amanecer, querida-
-Esa voz-
Murmure y dirigí la mirada detrás de mí, donde mi padre Omar ya se acercaba por detrás mía, tomándome de la cintura, acercándome a su cuerpo y comenzando a besar mi cuello, algo que para mí horror, hizo verdaderamente feliz a mi actual cuerpo.
Tarde más tiempo en vestirme que lo que mi padre tardó en quitarme toda la ropa y llevarme de nuevo a la cama, donde sin oposición alguna de mi cuerpo, estaba por volverme suya.
No entendía que pasaba, y ahora ni siquiera podía controlar bien este cuerpo, pues solo con esos besos y caricias, el cuerpo de mamá se entregó completamente a papá, quien como todo un semental, no estaba dispuesto a dejarme ir hasta quedar satisfecho.
-Eh...no creo que sea buen momento...yoooo-
Mi cuerpo gimió por completo cuando papá metió su pene enorme en mí, fue un momento tan glorioso y perfecto que simplemente no me pude resistir, llegando a tener un orgasmo que solo me dejaba más ansiosa por seguir cogiendo.
Las cosas se intensificaron rápido, muy rápido, tanto que solo pude dejarme guiar de forma sumisa por papá mientras él me dominaba por completo.
Este cuerpo tan madura y experimentado me resultaba tan sorprendente que no lo podía controlar, odio decir esto pero mamá tiene demasiado libido para su edad, y odio y me avergüenza aun más reconocer que no puedo controlar estos deseos femeninos que me hacen rogar y pedir más.
Papá me ha cogido por largas horas y cada embestida la disfruto aún más, no puedo evitarlo, lo estoy gozando tanto que no puedo evitar mover mis caderas, gemir con fuerzas, pellizcar mis pechos y mucho más. Una parte de mi muerte de la vergüenza al ser tratada como una mujer sumisa en la cama, de la mano de mi propio padre y en el cuerpo de mi madre, pero la otra parte de mi dice que acepte esta feminidad y tome su lugar, haciendo todo lo que papá quiere y obedeciendo absolutamente.
-Muy bien, querida, abre la boca para que termine ahí-
Con esa orden de mi papá, no dude en sonreír, ponerme de rodillas y abrir la boca, disfrutando en exceso cuando su semen cayó en mi rostro. En este lapso no era la primera vez que papá se venía dentro o encima de mí, pero sin duda está ocasión me hizo muy feliz.
Pasamos toda la mañana teniendo sexo, las piernas me temblaban y la garganta me dolía de tanto gemir, también mi enorme trasero estaba adolorido por las nalgadas, despeinada por los tirones de cabello y muchas cosas más que disfrute del sexo como mujer.
Papá me tomó por la cintura y me abrazo, dejando su mano en una de mis nalgas para estrujarla, a lo que respondí de forma femenina pegándome a su cálido pecho que me hacía sentir tan segura. 
Diciendo sin pensar.
-Ojalá hiciera a Cristina así de feliz-
-Pero si tú ya me haces feliz-
Respondió papá sin dudar, esa respuesta vino de papá, entonces con mucha incertidumbre pregunté.
-¿Cristina? ¿Por qué respondiste al nombre de Cristina? Cristina es mi esposa-
-¿Tu esposa? ¿De qué demonios hablas, Cassidy? No me digas que-
En ese momento nos separamos, aquel romántico momento de esposos se rompió en completa tensión, puesto que realmente ninguno de los dos sabía a quien tenía delante, ambos veíamos un cuerpo pero todo indicaba a que no era la persona correspondiente al cuerpo.
Yo estaba en el cuerpo de mamá, y aunque tengo una idea de quien está en el cuerpo de papá, tengo miedo de saber como es que todo terminó de esta manera. No obstante, la persona frente a mi estaba a punto de explicarlo.
-Tú eres Víctor, ¿No es verdad?-
Asentí con la cabeza, dejando lo demás en silencio y con una enorme expectativa de la respuesta de papá, o al menos del cuerpo de papá.
-Víctor. Soy Cristina, tu esposa, lamento mucho que te enteres de está forma pero desde hace algunos meses robe el cuerpo de tu padre. Tomé el cuerpo de mi suegro Omar para poder estar con tu mamá-
Su respuesta me dejó helada, no sabía que contestar, y de momento no hacía falta pues Cristina aún quería hablar.
-Lo lamento pero, me enamore de ella a primera vista y quería estar con ella pero Cassidy ama mucho a mi suegro, por lo que la única forma de estar con ella era robando su cuerpo. Así que use un hechizo para robar el cuerpo de tu padre y así estar con tu madre-
Un largo e incómodo silencio fue lo que siguió, hasta que nuevamente Cristina en el cuerpo de mi padre habló, sacando una respuesta mía en el cuerpo de mamá.
-¿Tú como terminaste aquí? No deberías estar en el cuerpo de tu mamá-
-Ni tú en el cuerpo de mi padre pero lo hiciste, y ahora no se que es peor: si haber tenido sexo como mujer con mi padre en el cuerpo de mi madre, o que tuve sexo como hombre con mi padre convertido en una mujer-
Estaba seriamente alterada por todo esto pero mi papá, o mejor dicho, Cristina me calmo con un abrazo. Al ver como se acercaba me generó mucha desconfianza pero sentir que nuevamente estaba en sus cálidos brazos, me ayudó a relajarme y responder.
-No se como terminé aquí, desperté en el cuerpo de mamá hace unas horas, intente investigar que sucedió pero fue cuando llegaste y...-
Terminar esa frase donde reconocía que tuve sexo en el cuerpo de mi madre, era algo que me llenaba de vergüenza y preferí no decir más, dejando esas palabras bajo una interpretación que Cristina tomó como más le gustó.
-Víctor, temo decirte que tras tener sexo con el cuerpo que tienes ahora, el intercambio se volvió para siempre. A mí no me molestó dejar toda mi vida contigo detrás pero tú no tienes opciones, de ahora en adelante eres Cassidy, mi esposa-
Aquella fuerte declaración de Cristina, o más bien de mi esposo Omar, me dejó pensando todavía más, acercándome a su cuerpo aun más para buscar algo de afecto mismo que estaré recibiendo desde ahora por parte de esta nueva vida.
-No es que esto me haga muy feliz, ni volverme mamá ni que mi esposa sea mi papá, ¿en serio no hay una forma de revertir todo esto?-
-Lo dudo mucho pero no puedo asegurarlo, el libro de donde tomé el hechizo para robarme el cuerpo de mi suegro tiene un montón de otros hechizos-
-Perfecto, quizás tiene una forma de revertir esto, vayamos a buscarlo-
-Lo siento pero lo perdí, o más bien me lo robaron. Y aunque tengo una idea de que ha pasado, hasta entonces tendrás que ser mi esposa Cassidy para evitar problemas, ¿de acuerdo?-
Mientras la pareja de casado más joven en cuerpos mayores hablaban sobre cómo sería su vida ahora que Víctor es su madre, y su esposa Cristina se volvió su padre, algo más ocurrió en la antigua casa de la pareja que intercambiaron de cuerpos.
-Siempre supe que serias una mujer perfecta. No me importa haber dejado mi vida como Cassidy atrás, mientras pueda estar con Cristina todo vale la pena, robar el cuerpo de mi hijo para estar con mi nuera valió la pena-
Víctor y Cristina tenían una dura sesión de sexo en su sala, con el pequeño pero enorme detalle de que sólo eran los cuerpo de Víctor y Cristina, pero ninguno de ellos estaba en su cuerpo.
-¿Qué tanto estas gritando? He soportado mucho sexo y de ser mujer como para que te vuelvas loco, hijo-
Tal como ocurrió con la pareja de casados de Víctor y Cristina, ahora Omar y Cassidy discutían sobre con quien estaban teniendo sexo en esos momentos.
-Espera, ¿No eres mi nuera Cristina?-
-No, yo soy Omar. Y no te distraigas, embiste mas duro-
Tras esa indicación, Omar en el cuerpo de su nuera, empezó a mover las caderas más duro, para disfrutar de las fuertes embestidas que le daba su esposo, quien también empezó a jalar su cabello e inclinarla para seguir con el sexo mientras discutían que sucedía.
-¿Acaso hice algo mal? Según yo, hice a la perfección el hechizo que venía en el libro que robe de Cristina. Sé que estuvo mal robar su libro y el cuerpo de mi hijo pero quería estar con ella-
-Bueno, Cassidy, al menos puedes seguir cogiéndote su cuerpo con fuerzas. Lo único que yo sé es que llevo meses atrapado en este cuerpo; nunca dije nada porque nadie me creería y el sexo con mi hijo, digo con mi esposo era maravilloso...aunque tú tampoco lo haces nada mal-
Decía entre fuertes gemidos un Omar que desde hace tiempo se había acostumbrado a la vida de Cristina, cuando esta última robo su cuerpo masculino para volverse el esposo de Cassidy.
Solo que, para desgracia de ambas mujeres ladronas de cuerpo, ambas robaron los cuerpos y de esa forma terminaron con su misma pareja pero en otros cuerpos.
Ambas parejas de casados, cambiaron de cuerpo y de sexo, y aunque hay muchas interrogantes de por medio, todos tienen otras prioridades.
-Cassidy o Víctor o quien seas, solo sígueme cogiendo igual de rico que hasta ahora, una vez que estemos satisfechos, vayamos a nuestra antigua casa para saber quienes están en nuestros cuerpos-
Decía una Cristina, o mejor dicho Omar, que no paraba de gemir y de rogar por más, deseo que era fuertemente complacido por su pareja Cassidy, en el cuerpo de su hijo Víctor.
-Muy bien, no serás la verdadera Cristina pero tu aspecto me sirve por ahora, así que también pon de tu parte cariño, vamos a divertirnos. Y no te preocupes, que tengo una idea de quienes están en nuestros cuerpos, pero por ahora no pienso soltar a mi esposa hasta que me deje satisfecho-
-Lo mismo digo, nada me haría más ilusión, esposo mío, hazme tu mujer-



4 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Muchas gracias por comentar, fue un entretenido reto escribir esta petición, la cual espero le guste a quien me hizo está petición tanto como a ti, Adsd.
      -Nero.

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  2. Me encantó mucho como siempre tus historias llevan más allá las ideas que te damos en las peticiones sobre todo como haces para que ambas ladrones admitan que robaron los cuerpos de los esposos por su amor. Me encanta los body swap dónde son las mujeres las que quieren ser hombres para cogerse a otras chicas. Gracias por tomar en cuenta mi petición me encantó mucho y seguiré pendiente de tu blog para las grandes historias que nos tienes preparada.

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    1. No es para tanto, solo hago lo mejor que puedo y soy feliz de que les gusten los resultados. Si tu petición te gustó y me lo haces saber, ya me estás haciendo bastante feliz. Y ya que mencionas ese tipo de body swap, tengo un par de historias así en borrador, tengo que darme prisa y puede que próximamente las veas publicadas.
      -Nero.

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