La mujer de la fábrica

Esteban era un hombre trabajador de una enorme fábrica, donde todas las tareas físicas y más pesadas, eran realizadas por fuertes hombres de la compañía, entre los cuales Esteban figuraba como uno de los más fuertes y responsables del lugar.

Sin embargo, su vida daría un cambio de lo más abrupto tras cierto incidente en la fábrica, donde un terrible accidente que costaría decenas de vidas, fue prevenido por Esteban, quien antepuso su integridad física sobre el bienestar de sus compañeros y amigos de trabajo.

El resultado fue un grave accidente del cual sólo sufría Esteban las consecuencias, terminando en el hospital con un enorme riesgo de morir, del cual pudo escapar ante una solución peculiar.

De esa forma Esteban despertó en el hospital como una Milf; una madura mujer con aspecto mayor de los 35 años, con exactamente 42 años de edad, grandes y pesados pechos y trasero, con una fuerza física mucho menor a la que poseía de hombre, junto a otros cambios más que iban de la mano con esta segunda oportunidad de vida bajo el nombre de Esther.

La mujer madura no estaba tan segura acerca de esta nueva vida pero le daría una oportunidad a vivir como mujer.

De esta forma, la empresa dio una compensación económica bastante grande, además de pagar los gastos del hospital, la ropa y darle un nuevo puesto en la fábrica; Esther quiso mantener su puesto antiguo pero al intentarlo, ni siquiera podía sostenerse mucho tiempo de pie al usar el equipo puesto que era tan pesado para su nuevo cuerpo, que simplemente seguir en ese puesto sería imposible para ella.

De esa forma, Esther se reintegro a la compañía como una secretaria quien si que puede cargar con hojas y documentos de un lugar a otro sin requerir demasiado esfuerzo.

No obstante, el trabajo se volvió el menor de sus problemas, el resto de su vida era un caos.

Esther se sentía de lo más rara en un lugar lleno de hombres, que si bien la conocían y trataba con respeto, también dejaban en el ambiente cierta tensión o incomodad cuando ella llegaba con algo de ropa ajustada, algo bastante común debido a lo bien dotado que está su cuerpo.

Por si fuera poco, ella es la única mujer constante que ven los hombres, por lo que otro problema bastante importante para Esther era saber cómo debía de ser una mujer.

Esther no sabía de moda, no usaba maquillaje, todo el tiempo podían verse sus bragas o pechos al tener descuidos, no sabía caminar con tacones, no tenía idea de cómo responder a un cumplido, no tenía forma de saber que es lo que quería su cuerpo y muchas cosas más que simplemente, sin importar su apariencia ni su edad, Esther apenas debutaba como una mujer, una la cual desconoce su propio cuerpo y como es que debería comportarse y vivir ahora que es una mujer.

Ha intentado pedir ayuda en el trabajo pero todos son hombres, e incluso quienes tienen novia o esposa no saben que responder, fuera del trabajo no tenía novia o alguna amiga de confianza, y de su crianza se encargo su padre por lo que, fuera por donde fuera, no tenía idea de a quien acudir por un consejo, llegando rápido a la conclusión de que no hay nada mejor que recibir consejos de mujer a mujer para seguir con esta nueva vida. 

De esta forma, Esther seguirá arreglándoselas con su trabajo de secretaria y su nueva vida como mujer, cometiendo cientos de errores desde lo más torpe hasta lo más sugerente pero aprendiendo cada vez más sobre su nuevo cuerpo, y deseando el momento de conocer a una chica, una joven o alguna amiga que pueda enseñarle a ser toda una mujer. Pero hasta que esa persona de confianza sea encontrada, Esther seguirá siendo la torpe y atractiva Milf de la fábrica.