sábado, 10 de diciembre de 2022

Samantha 2

Desde entonces ya había pasado más de una semana donde Samuel no había logrado resolver nada. De hecho estaba cada vez más lejos de volver a ser Samuel, y con cada día se volvía más Samantha.
Después de ese intenso día en que sintió todos los placeres de una mujer, y tuvo su primer cita con Leonardo, todo fue de maravilla; le compró ropa, una bolsa y un teléfono celular, ya que el teléfono y llaves que ella llevaban hace unos días, eran de un amigo de Lucas y solo lo quiso devolver. 
Pero volviendo al tema de su cita. Leonardo le trató como a toda una dama, logrando así que los sentimientos de Samuel estuvieran más conflictuados que nunca porque una cosa era que Leonardo fuera bueno cogiendo, pero si también era un amor de persona y Samantha se enamoraba, volver a la normalidad sería muy complicado. Aunque siendo honesto, en toda esa semana, Samuel no ha conseguido ningún progreso sobre porque se convirtió en mujer, ni tampoco sabe cómo volver a su cuerpo anterior.
De momento, pensó que una buena idea sería terminar su relación con Leonardo, eso le rompería el corazón a ambos pero era algo necesario para centrarse en su búsqueda de volver a la normalidad.
Sin embargo, ese día y tal como siempre pasaba, ni siquiera pudo tocar el tema, ya que apenas toca la puerta, Leonardo le recibe con un beso que se transforma en caricias, acercamiento y algo más de intimidad entre ellos.
Tal como ahora, que tan pronto entró la pequeña Samantha, ni siquiera se quito el vestido y simplemente subió la parte de la falda y bajó la parte de los pechos, dejando toda doblada la prenda alrededor de su esbelta cintura, de esa forma Leonardo le quito la lencería sin problemas y la cargo en sus brazos; Leonardo tenía un cuerpo muy fuerte, y mucho más grande que el de Samantha, quien gozaba más que nunca cada vez que le cargaba de esa forma para tener sexo con ella; se sentía tan linda, pequeña y vulnerable, ni siquiera podía tocar el suelo y aun así se movía sin descanso gracias a los fuertes brazos de Leonardo, a quien abrazaba con recelo mientras tenían algo de placer.
-Oye, Sami, me encanta tenerte aquí pero ¿No tienes que ir a la escuela? Soy feliz de que vengas a verme todos los días y salir contigo pero no quiero meterte en problemas con la escuela-
-No te preocupes, cariño. Nunca he sido tan buena en los estudios así que no hay tanta diferencia, además, estos últimos días me sentido un poco mal-
Samuel intentaba sobrellevar esa doble vida, y aunque había muchos "huecos" sin contar en la vida de Samantha, al menos era bueno recordando lo que decía para no equivocarse al contar su propia vida. Además que eso último que dijo si era verdad, y no se había sentido muy bien desde hace unos días.
-¿Qué te pasa, Samantha? ¿Quieres que te lleve al doctor?-
-Gracias pero no es para tanto, solo algo de mareos y náuseas, además de unos antojos pero estoy bien-
-Espera, ¿Esos no son?-
-Cariño, te estas distrayendo. Hazlo más duro, ¿sí? En lugar de un doctor, revísame a fondo tú-
Con un beso de lo más pervertido, Samantha dominaban en esos momentos los pensamientos de Samuel y las acciones de Leonardo, sucumbiendo a sus deseos más bajos sin ser consciente de la realidad que estaba cada vez más cerca de llegar a experimentar.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario