sábado, 3 de diciembre de 2022

Humanas normales

En una noche como cualquier otra, los curiosos amigos Luis y Ricardo, encontraron algo muy peculiar que llamó su atención.
Ellos estaban jugando en el patio trasero cuando por el cielo, algo se dirigía hacia ellos. 
Los niños pensaron que era algún fuego artificial que caería en su patio por lo que se alejaron sin darle mucha importancia, grande fue su sorpresa cuando aquel "fuego artificial" más bien era una especie de nave espacial; era tan pequeña que apenas y dejó un impacto en el piso, de hecho la confundieron con una nave a control remoto o una especie de dron el cual tuvo un accidente. Sin embargo, cuando los amigos vieron que de aquel juguete salían unos pequeños seres verdes y de aspecto viscoso, fue que lo empezaron a tomar con seriedad.
Asombrados por las diminutas criaturas frente a sus ojos, quienes decían venir en paz, los amigos tomaron la nave y a los seres para esconderla en su habitación mientras pensaban en que hacer.
-¿Como podríamos ayudarles, Ricardo? Necesitan volver a casa-
Preguntaba Luis, a lo que su amigo respondió.
-No lo sé, ¿quizás podamos pedir ayuda a un adulto? Tal vez mi mamá pueda ayudarnos-
-Pero, ¿Cómo nos ayudará? Ella no tiene una nave espacial o algo para que estos pequeños vuelvan a su mundo-
-Tienes razón...pero, ¿Qué tal si me compra una nueva nave a control remoto? Así nuestros amigos podrían ir muy lejos y-
-¿Qué están haciendo, mocosos? Adivinare: tonterías y mucho ruido. Cállense un rato, quiero practicar un poco y todo su ruido me distrae-
La conversación de los amigos se vio interrumpida por la hermana mayor de Luis, Jessica: una joven en sus 20 años, cuyo cuerpo y atributos femeninos todavía se están desarrollando, con un cabello oscuro teñido de dorado, vistiendo ropas cortas y reveladoras, destacando especialmente por su actitud grosera con su hermano menor y su amigo quienes ocultaron la nave y pararon la conversación de golpe.
-Lo sentimos-
Respondieron ambos chicos mientras la rubia sonreía con satisfacción al haber molestado a los menores, cerrando la puerta tras de ella para ir a su propia habitación.
Fue entonces, que tras unos segundos, Luis le preguntó a Ricardo.
-Oye, ¿Dónde están nuestros amigos?-
¿Qué había pasado? Hace unos segundos estaban en la habitación, en su diminuta nave espacial, y ahora no tenían ni la menor idea de donde se pudieron ir los extraterrestres. Luis y Ricardo de inmediato se pusieron a buscar por toda la habitación sin éxito alguno. Después de todo aquellos seres ya habían dejado la habitación mientras los chicos estaban distraídos.
Los tres seres especiales, aprovechando su pequeño tamaño y extraña complexión, se las arreglaron para seguir a la hermana mayor de Luis y con ella desprevenida dieron inicio a su plan.
"El jefe" de aquellos seres se deslizó rápidamente por toda la habitación de la joven, quien estaba completamente distraída al practicar con su guitarra eléctrica y usando su amplificador.
Jessica no escuchaba a los extraterrestres y tampoco los veía, por lo que poseer su cuerpo fue de lo más sencillo: Simplemente el jefe de los extraterrestre se acercó a ella, subió por su ropa y se metió por uno de sus oídos hasta llegar a su cerebro, lugar donde se uniría al cuerpo de la joven para robarlo.
Esa pequeña raza de extraterrestres era muy buena para algo en especial, robar y poseer cuerpos, cosa que Jessica acaba de experimentar. Aunque para ser honesto, aquella grosera y ruda hermana mayor ya no existía como la conocían, ahora era un extraterrestre el que poseía ese cuerpo, sus recuerdos y su vida, la asimilación o robo de cuerpos estaba completa, por lo que era una persona nueva a disposición del extraterrestre.
-¿Como te sientes, jefe?-
Preguntó uno de los extraterrestre restantes y que se ocultaban en el nuevo cuerpo de su jefe, o mejor dicho, en el nuevo cuerpo de una Jessica que se movía con torpeza al estar conociendo su cuerpo.
-Muy, muy alta, también algo extraña, este cuerpo siente frío pero no lo culpó; la antigua Jessica disfrutaba de esta ropa aun si su cuerpo temblaba de frío, así que tendré que acostumbrarme o cambiarme de ropa. Pero esa será después, aun tenemos cosas que hacer-
Con un poco de trabajo por culpa de los altos tacones, el extraterrestre apodado "Jefe", quien siempre toma las decisiones, se puso de pie y camino fuera de la habitación. Aprovechando los recuerdos de la antigua Jessica para dirigirse a una habitación en especial, una en la cual no fue recibida de la mejor manera.
-¿¡J-Jessica!?¿¡Qué crees que estas haciendo!? Respeta a tu madre, sal de inmediato y cierra la puerta-
Gritaba con vergüenza una mujer totalmente desnuda, de cabello largo y oscuro, con una figura pequeña pero bien cuidada, con algunos años más que Jessica y que tal como decía, resultó ser Sandra, la madre de aquella rubia a quien le habían robado el cuerpo hace unos minutos. 
-Mente, ve por el-
Se escuchó decir a Jessica, quien estiró su mano y de ahí salió disparado un segundo alienígena cuyo nombre clave era "mente", ya que él era la mente de estas y sus operaciones pasadas. 
Sandra no tuvo mucho que hacer, aquel factor sorpresa fue decisivo para el segundo robo de los alienígenas. La madura mujer no entendía porque su hija entró a la habitación, porque no obedecía, ni porque dijo esas cosas tan raras. Intentó ponerse algo de ropa antes de actuar pero esa decisión la dejó aún más indefensa, viendo como el pequeño extraterrestre aterrizaba en sus pechos para subir rápidamente por su boca, y tal como pasó con su hija, sufrir un robo de cuerpos gracias a esos peculiares seres. 
-Ahora entiendo a que se refería el jefe, estos cuerpos son tan débiles y sensibles, a nosotros no nos afecta el frío pero ahora que no visto ninguna prenda humana, mi cuerpo femenino comienza a temblar como una forma de mantener el calor...es extraño pero fascinante-
Tal como la mente que es, el segundo extraterrestre sentía aún más curiosidad y fascinación por el cuerpo que había robado; explorando cada recuerdo y pensamiento de la anterior Sandra, viendo con el máximo detalle cada centímetro de su nuevo cuerpo, y planteando todo tipo de ideas sobre los límites y capacidades de su nuevo cuerpo humano. 
-Me da gusto que tu nuevo cuerpo te agrade, mente, pero aún falta un cuerpo por robar para nuestro principiante. Muchacho de ti depende tomar un cuerpo, más te vale hacerlo bien a la primera-
Ordenó el jefe, quien centrado en su objetivo de que todo el grupo estuviera bien, hizo que la mente se concentrará de nuevo en la misión, cuyo objetivo ahora era conseguir un cuerpo más para su principiante. 
Después de que la mente, o mejor dicho Sandra se pusiera algo de ropa, la última víctima llegó de acuerdo a lo planeado. 
Verónica, la madre de Ricardo, había llegado por su hijo para irse a casa. 
No obstante, los alienígenas ya tenían prevista su llegada, por lo que el jefe y la mente, se las arreglaron para llevar a Verónica hasta la habitación de Sandra, donde la harían caer en la misma trampa de la cual la anterior Sandra no supo escapar. 
-Sandra, ¿Qué pasa? Dijiste que querías hablar en un lugar más privado pero, ¿es por Ricardo? ¿Acaso hizo algo malo?-
Preguntaba con algo de nervios Verónica, quien apenas llegar a la casa fue recibida por su amiga Sandra, quien le pidió hablar a solas en su habitación de algo muy importante. Inocentemente Verónica pensaba que justo eso iba a pasar, pero una vez que entró a la habitación, su destino también ya se había sentenciado. 
-No, de hecho su descendencia fue de gran utilidad para nuestra causa. Por lo que debería sentirse honrada de habernos ayudado-
-Okey...¿Entonces mi hijo hizo algo bueno? Estas hablando de una forma muy rara, amiga pero-
Finalmente el último alienígena conocido como el "principiante", al ser el más joven y nuevo en el grupo, pudo adentrarse en el cuerpo de Verónica para poseerlo.
Verónica era una mujer mucho más destacada que Sandra o Jessica, la madre soltera tenía un largo cabello oscuro, con una piel un tanto bronceada, pechos de mayor tamaño que las otras mujeres y unas caderas perfectas, básicamente su cuerpo era el mejor de los 3 tanto para el cortejo como para tener descendencia. Y al ver la provocativa lencería que llevaba, dicha suposición de su cuerpo, ahora se confirmaba.
Créditos en la imagen.
-Principiante, ¿Qué estas haciendo? Tienes que usar tus prendas humanas para que no sientas frío o expongas tus puntos débiles-
Comentó el jefe, teniendo una rápida respuesta de el principiante que no dejaba de admirar su nuevo reflejo ante el espejo.
-Estoy al corriente de eso pero, ¿Qué puntos débiles? Si este cuerpo es perfecto para el cortejo humano, incluso después de poseerlo no dejó de sentir atracción hacia el. Además, desde ahora yo soy Verónica y no tiene nada de malo que Verónica se vea desnuda-
El principiante argumentaba algunas cosas destacables que para sorpresa de todos, fueron respaldadas por la mente, quien también comenzaba a quitarse la ropa. 
-El prin...Verónica tiene razón, debemos explorar y conocer nuestras nuevas  anatomías humnas para su cuidado, y también debemos aprender a comportarnos tal como las anteriores dueñas de estos cuerpos femeninos. De esa forma podremos vivir como humanas normales de la Tierra, y no levantar ninguna sospecha de que somos fugitivos de otro planeta, ¿O que piensa usted, jefe?-
El jefe de estos tres alienígenas se quedó en silencio pensando un momento sobre la situación en que se encontraban antes de sonreír y anunciar su decisión, la cual ya se podía suponer cuando también se quito las ropas góticas de su cuerpo. 
-Mis muchachos, creo que ya hemos corrido y escondido suficiente tiempo, la nave no está en condiciones de seguir y nosotros no podemos repararla, así que, ¿por qué no nos quedamos con estas vidas? Desde ahora; principiante, tú serás Verónica, la mamá de Ricardo y buena amiga de la familia; mente, tú serás Sandra, la madre de Luis y mía; yo soy Jessica desde ahora, seré tu hija y la hermana mayor de Luis. Tenemos que adaptarnos lo mas pronto a estas vidas humanas para no levantar sospechas de los humanos ni de los otros seres que pudieran venir a buscarnos, desde ahora somos humanas normales, ¿entendido?-
Todos los aliens estaban de acuerdo con la situación, aceptando con gusto sus nuevas vidas, apuntó de indagar aún más en sus femeninos cuerpos, cuando la puerta sonó.
-Mamá, ¿Puedo entrar a buscar algo? Es algo secreto pero no lo encuentro por ningún lado-
Se oía preguntar a Luis del otro lado de la puerta, interrumpiendo el momento de las nuevas mujeres pero teniendo una rápida respuesta de Sandra.
-No, lo siento hijo pero estoy un poco ocupada con tu hermana y Verónica-
-¿Mamá esta ahí con usted, señora Sandra? Disculpe, ¿le podría decir si puedo quedarme un rato más? Al menos hasta encontrar lo que buscamos-
En ese momento, Verónica respondió.
-No te preocupes, puedes jugar con tu amigo un rato más mientras habló con Sandra, diviértanse-
Tras esa respuesta ambos niños salieron corriendo y murmurando cosas acerca de encontrar "eso" que había desaparecido frente a sus ojos y que por más que buscaban, no tenían ni idea de donde estaban.
Los aliens sabían a que se referían, y aunque tenían muchas ganas de explorar más sus nuevos cuerpos, no tuvieron de otra más que volverse a poner la ropa y pensar una nueva estrategia sobre cómo hacerse pasar por verdaderas humanas, ante los curiosos ojos de sus nuevos hijos. A partir de ahora no sol tenían responsabilidad sobre sus vidas, también la tenían sobre la vida de esos pequeños seres humanos a los cuales cuidarían de alguna forma y se asegurarían de que no descubran la verdad, aunque, aún si lo llegan a saber no hay nada que puedan hacer. Las nuevas Jessica, Sandra y Verónica llegaron para quedarse.


2 comentarios:

  1. increíble historia y muy buen concepto

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Gracias, anónimo. Si les gusta está idea puede que utilice más a menudo este concepto.
      -Nero.

      Borrar