La sorpresa de Verónica

"¿Cómo llegamos a esto?" se preguntaba en la cabeza Jorge, un joven que en estos momentos ni siquiera podía hablar, ya que tenía la boca muy ocupada al estar de rodillas dando su primer mamada, al que parecía su propio pene, de su propio cuerpo.

La situación era tan confusa que todavía no la podía entender pero tampoco se oponía a ella, incluso si lo intentaba, aquel femenino cuerpo le insistía en seguir, yendo cada vez más profundo y con más velocidad.

Resultaba sorprendente de creer y de pensar que aquella jovencita rubia, que con tantas ganas daba una mamada, en realidad es un chico.

Jorge llevaba bastante tiempo saliendo con Verónica, una joven rubia de quien estaba bastante enamorado y con quien había hecho todo tipo de cosas románticas, así como cosas más íntimas que solo ellos en una habitación sabían.

Un buen día, el joven quiso darle una sorpresa a su novia, entrando a escondidas en su habitación para planear todo. Sin embargo, algo raro ocurrió. 

No era la primera vez que estaba en la habitación de su pareja, ni tampoco era la primera vez que veía su ropa, tanto para la sucia como para la limpia. 

Por lo que no entendía porque aquella tanga blanca y blusa azul que siempre usaba para dormir, le estaba atrayendo tanto. La había visto cientos de veces con esa ropa, incluso se la quitado o dejado para tener algo de diversión. Pero esa vez estaba siendo diferente, dejándolo más y más nervioso mientras se desnudaba, y todavía más nervioso cuando se puso las bragas y la blusa, llegando a un punto de inflexión cuando se miró al espejo. 

La blusa ni siquiera le cubría el abdomen, y la tanga resultaba incómoda e ineficaz para cubrir su intimidad, la cual estaba cada vez más dura, sobresaliendo más y más de la prenda femenina debido a una erección que de un momento a otro se calmó.

Jorge no llegó al orgasmo pero de un momento a otro su duro pene dejó de estar duro, redujo su tamaño más y más hasta desaparecer por completo y dejar una bella hendidura rosada en su lugar. Eso no era todo, el cabello empezó a crecer y volverse rubio, el trasero destacaba cada vez más gracias a la tanga, los pechos levantaban más la blusa a cada segundo, y así Jorge siguió cambiando hasta que su propio reflejo en el espejo, mostró por completo a su novia Verónica.

Jorge no lo creía, y eso que él mismo vio como se convertía en su propia novia.

Novia la cual no tardó en llegar pero no viéndose como siempre, y es que así como Jorge tomó un aspecto idéntico al de Verónica, cuando la puerta se abrió, Verónica entró teniendo un aspecto idéntico al de su novio Jorge.

-¿Jorge? ¿Eres tú? Ya imaginaba que me darías una sorpresa pero sin duda me dejaste sin palabras, ¿también te gustan estas cosas?-

-¿Verónica? No entiendo porque me veo como tú, yo solo...espera, dijiste-

-No hables tanto, Verónica. Solo hay que dejarnos llevar por el momento-

Fue así que "Jorge" empezó a desnudarse, para luego acercarse y tomar por las caderas a "Verónica", quien en su mente de hombre no estaba para nada de acuerdo con lo que oía u ocurría, pero que su cuerpo femenino sólo correspondía con deseo cada acción y palabra de su contrario.

Los ánimos aumentaron extremadamente rápido, con una Verónica masculina y dominante en el cuerpo de su novio, y un Jorge demasiado dócil y sumiso, que obedecía sin rechistar cualquier cosa que Verónica le ordenará.

De esa forma, Jorge acabó de rodillas chupando su propia polla, mientras que Verónica lo disfrutaba y daba todo tipo de indicaciones para que lo hiciera aún mejor su novia.

-En serio, Jorge, te comportas como toda una nenita y eso me vuelve loca, no creó que pueda soportar mucho más tiempo pero iremos por otra ronda, ya quiero ser yo quien toma la iniciativa-

-¿Hmmm?-

Lo que quiso decir Jorge fue "¿Otra ronda?" incrédulo de que aún con una mamada a punto de terminar, su novia en su cuerpo quisiera todavía más. Era una parte de ella que no conocía y que no podía ignorar, especialmente porque la misma Verónica le tomaba de sus rubios cabellos para mover su boca con más entusiasmo.

-No te preocupes, prometo que trataré a mi linda novia con cuidado para que más adelante quiera volver a darme una sorpresa como estas-

"¿Novia? ¿Cuidarla? ¿Sorpresa?" se repetía en la cabeza Jorge, costándole creer que Verónica decía todo eso y planeaba repetirlo, algo a lo que Jorge cada vez tenía menos dudas sobre repetir o no.

Después de ese rato de placer, Jorge se había vuelto bastante bueno siendo Verónica, sabiendo como dar y recibir placer, comenzando a disfrutar de la situación y así mientras movía su boca y lengua con habilidad, su trasero que destacaba en la tanga blanca también se movía provocando aún más a una Verónica que apenas y podía gobernarse. Porque sí, a pesar de todo lo que se ha visto, todavía se está controlando un poco para que Jorge lo disfrute tanto como ella.

-Bueno, no sé si tengas en mente una próxima vez, Verónica pero me haría muy feliz que sea así, esta sorpresa ha sido una de las mejores Verónica y por siempre la recordaré, así que prepárate, que falta muy poco para que vaya a terminar-

Por una especie de raro instinto, la nueva chica aumentó la velocidad de sus mamadas y apretó más los labios, preparándose para recibir y tragar toda la carga de su novio, quien no sólo hablaba por hablar.

Verónica con una de sus manos, guiaba a Jorge en darle una buena felación pero con su otra mano, se encargaba de grabar un video de su primera vez como hombre y de su primera vez como mujer para Jorge, para que así ambos lo recordarán por siempre; Verónica con especial cariño por volver una fantasía secreta en realidad, y puede que Jorge con algo de vergüenza al ver como una de las primeras cosas que hizo como chica fue ponerse de rodillas para chupar, lamer y besar su propio pene.

Ese video también puede tener una posibilidad más, y ser el recordatorio perfecto del primer día de sus nuevas vidas. Después de todo ni Jorge ni Verónica han hecho algo o pensado en algo para volver a la normalidad, y tal como todo apunta, parece que ambos seguirán disfrutando de la sorpresa de Verónica por un muy buen rato más.