lunes, 28 de noviembre de 2022

El engaño de Margaret 2

-Eres muy buena, Jacky-
-Muchas gracias, amor-
Decía una Jaqueline que tan pronto como despertó, fue sometida contra el sofá por su novio para algo más de sexo, cosa que le encanta. Jackson era tan varonil y directo, no le preguntaba si quería hacerlo o no, él la tomaba de la forma que más quisiera, mientras que Jacky sumisamente se dejaba hacer todo lo que su hombre quisiera sin siquiera cuestionar, tenerlo contento con su cuerpo es lo menos que podía hacer como su mujer.
Desde la noche en que ambos se conocieron, no se han separado el uno del otro.
Tal como Jackson prometió, se escapó en compañía de Jaqueline, quien no dudó en traicionar a su amiga y dejar todo atrás con tal de seguir sintiendo ese embriagante placer que su nuevo novio sabía darle tan bien.
De esa forma llevaban días escondidos, sin contestar llamadas y sin decir a nadie donde estaban o con quien estaban. Lo único que hacían era tener sexo todo el tiempo, algo en lo que Jacky resultó extremadamente buena; al no tener experiencia previa y estar tan motivada, Jacky aprendía con lujo de detalle cada acto sexual o relacionado para seguir sintiendo ese hermoso placer.
De esa forma Jackson satisfacía todas las necesidades que Margaret nunca cubrió, y a su vez Jacky disfrutaba de todo ese placer que como hombre nunca sintió.
Jaqueline recordaba sus días como hombre, como si fueran un vago recuerdo a la distancia, un sueño raro o hasta como algo innecesario, pues con la vida de mujer que estaba llevando, sentía completamente innecesario volver a su antigua vida.
Con esa idea en mente, Jacky finalmente llamó a su amiga Margaret. Tenía pensado hacerlo desde hace algunos días pero su "intensa observación" del novio de su amiga le había quitado bastante tiempo, pero esa mañana Jackson no estaba para tener sexo, y aunque Jacky claro que lo extrañó, aprovechó ese descanso para ponerse algo de la ropa que su novio le compró y salir del departamento para hablar con su amiga por el móvil. 
-Hola, ¿Margaret? Soy Jacky-
-¿Jacky?-
Contestó extrañada la chica, lo que hizo que Jacky rápidamente corrigiera sus palabras. 
-Digo, Jaqueline, o Jason, lo que prefieras-
-Ah, Jason, ¿Qué te ha pasado? Llevo días tratando de encontrarte pero no contestas mis llamadas y tampoco tengo idea de donde estas, ¿estas bien?, ¿Dónde te encuentras?-
-No te preocupes, amiga. Estoy bien, solo que la fiesta se extendió demasiado y terminé yéndome con unas chicas a pasar el rato, he estado bastante ocupada con ellas, si sabes a que me refiero-
Decía el chico convertido en mujer, con una alegría cínica, al mentir descaradamente a su mejor amiga con esa historia. 
-Oh, ya veo, me da gusto que te diviertas pero ¿pudiste averiguar algo de Jackson?, ¿él me es infiel?-
-¿Jackson? No, para nada, él estuvo con sus amigos todo el tiempo y antes de darme cuenta terminó yéndose con ellos a otro sitio-
-Ah, eso es un alivio, me da gusto saber eso y que siempre debí confiar en él, igual que en ti al hacerme este enorme favor-
-No te preocupes, amiga. Para mi fue todo un placer ayudarte en esto, además que ha sido entretenido ser una chica estos días pero tengo una duda, ¿Cuándo vuelvo a ser un chico? Verás, me he divertido mucho estos últimos días y todavía no quiero dejar a mis nuevas amigas, pero sería una lástima que de repente me transforme en hombre otra vez, ¿Hay alguna forma de quedarme como chica más tiempo?-
Jaqueline había practicado un buen rato todo lo que iba a decir, las posibles respuestas y hasta su tono de voz, mintiendo como si nada a su amiga quien había caído en su mentira por completo, y más que nunca estaba dispuesta a devolver el favor, contándole más acerca del hechizo a Jason. 
-Ahora que lo mencionas si que hay una forma para extender tu transformación-
-¿En serio? ¿Cuál es?-
-Es tragando semen. Así el cambio es para siempre, idiota-
El amistoso e inocente tono de voz de Margaret cambió por completo, a uno que se oía tan seco y doloroso como un golpe a pesar de ser solo palabras. Sin embargo, esas "sólo palabras" borraron la burlona risa de Jaqueline, quien se sentó y trató de pensar en que responder.
-¿s-semen?,¿no hay otra forma? S-soy un hombre y no me gustaría hacerlo con otro hombre...-
-¿En serio? Pues de ser así, diría que me estas mintiendo a la cara, idiota. Verás, hay muchas cosas que no te conté a ti tampoco, pero llegados a este punto te diré algo más: el hechizo que use dura 24 horas, y solo si se tiene sexo con un hombre y este se corre en ti, el cambio se vuelve permanente. Más que ponerte un hechizo te puse una maldición, una maldición que tú mismo activaste al acostarte con el imbécil de mi novio-
Con cada dolorosa palabra que Margaret decía, Jason estaba más nervioso y sin tener una buena respuesta, negando todo sin fundamentos o explicaciones en un desesperado intento de no ser descubierto. 
-¿¡Qué estas diciendo!? Yo nunca haría algo como eso, ¡soy un chico! E incluso si hubiera estado con un hombre, nunca, ¡nunca! Sería con el novio de mi amiga-
Un suspiro se escuchó desde el otro lado del teléfono, y tras eso Margaret siguió hablando. 
-Jason, no seas patético. Puede que no tuvieras los huevos suficientes como para ser hombre pero al menos ten los necesarios para reconocer lo que hiciste-
-Margaret estas siendo muy grosera, ¡déjate de tonterías ahora mismo!-
-¿Me harás explicarlo todo? Okey, empecemos por dónde estás ahora, ¿un departamento en la playa? De ser así Jackson te mintió; estás en el departamento de una amiga que mi ex novio y yo conocemos. Me atrevería a decir que en la fiesta cogiste con Jackson y luego te fugaste con él a ese departamento,  ¿Sigues usando el vestido que te preste? ¿O Jackson ya te regalo mi ropa que deje ahí la última vez? Es un top blanco, una falda y tacones, aunque también deje ahí unas bermudas y un vestido-
Todo el cuerpo de Jaqueline sintió escalofríos, bajando la mirada para ver como todas esas prendas hermosas que le regalo su novio, ni siquiera las había comprado, solo estaba reutilizando la ropa que otras chicas habían dejado ahí. Y mas que nunca Jacky se daba cuenta que ella no había sido la primera que Jackson llevó ahí. 
-¿Aún me oyes? Jacky, ¿Jacky?-
-Sí, perdón, me distraje un momento-
Diría Jason como una mala excusa, volviendo a una realidad que no dejaba de azotarlo. 
-También eso te delata; a mi amiga le decía Mary, a mi me llamaba Magy, y a ti seguro él te nombró Jacky-
Era cierto. Todo lo que decía Margaret era cierto, tan cierto que daba miedo, y más aún, tan cierto que Jason estaba completamente atrapado, del tal forma que la única forma de salvarse era sacrificado a su amado. 
-¡Perdón! ¡Perdóname, Margaret! Jackson me drogó y me tiene amenazada, ¡ven a rescatarme rápido! Por favor-
Jacky se dejó la voz en esos falsos gritos de ayuda que tenían la intención de culpar de todo a Jackson, y puede que hubieran funcionado, de no ser que Jackson ya había vendido a Jacky. 
-No te preocupes por Jackson, nunca lo volverás a ver. Le conté todo esto primero a él, incluso le mostré fotos de como te convertiste en una chica y así fue mucho más sencillo que me creyera que todo este tiempo ha estado cogiendo con un chico-
-¿¡Le dijiste a Jackson todo eso sobre mí!?-
-Sí, y parece que no le gustó nada. Por eso te abandonó, me dijo que no volvería a la ciudad nunca más y que no se haría responsable de tu embarazo-
-¿¡Mi embarazo!?-
-¿Ni siquiera te paraste a pensar en eso? Eres una chica, y todo este tiempo has tenido sexo sin protección, es cuestión de tiempo para que empieces a sentir los síntomas. Si algo tengo que reconocerle al malnacido de mi ex novio, es que tiene mucha buena o mala suerte como para embarazar a las chicas con las que se acuesta bastante fácil-
Ese último par de noticias ya habían acabado con Jason, quien nunca pensó estar embarazada ni mucho menos que la persona que la embarazo, terminará huyendo de todo. 
Llegados a ese punto, Jason sólo quería llorar, gritar y pedir ayuda. 
Cosa que tampoco pudo hacer. 
-Mira, como alguna vez fuiste mí amigo y si que me ayudaste con mi novio, este será mi regalo de despedida: puedes quedarte en ese departamento, también con el dinero y la ropa que encuentres ahí, forma tu vida allí, porque sinceramente aquí no te queda nada por lo cual volver. Buena suerte, Jason, Jaqueline, Jacky o como sea que te llames-
-Margaret yo-
La llamada se cortó, o más bien se colgó. Jason intentó llamar de nuevo pero nunca contestó el móvil su vieja amiga que había descubierto su engaño. 
Así, Jacky se quedó sentada en las escaleras que dirigían al edificio donde a partir de ahora viviría, sola y en espera de tener un hijo o una hija en los próximos nueve meses. 
De esa forma, Jacky simplemente se quedó en silencio, llevando una de sus manos a su cuello para intentar relajarlo, y su otra mano a su vientre donde ahora sabía crecía una vida. 
De aquella forma tan confusa, es como empezaba un nuevo día para Jaqueline. 
Créditos en la imagen



6 comentarios:

  1. Se ocupan más historias como estas

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    1. ¿En que sentido, anónimo? Personalmente hay muchas cosas que intente en esta pequeña saga, así que para saber que cosas les gustarían, me sirve mucho que lo comenten. Estaré atenta de tu respuesta.
      -Nero.

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  2. Wou muchas gracias nero, me gustó mucho en verdad, disculpa si no es mucho pedir, podría solicitar un pequeño epílogo, talvez mostrando a Jaky con algunos meses de embarazo y describiendo cómo es su vida ahora, me conformaría con algo pequeño pero muchas gracias me encato, gracias por hacer mi petición ❤️

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    1. Muchas gracias, Jessica, pero con el debido respeto, imaginé que dirías eso y por algo no dice "final" esta publicación. Te leo mañana.
      -Nero.

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    2. Por si dudaban que Nero era una exelente escritora, es tan buena que está un paso adelante, nunca cambies Nero 💜

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    3. No es para tanto, solo hago lo mejor que puedo, esperando que les gustes. Si fue así, habré cumplido con mi objetivo.
      -Nero.

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