sábado, 25 de marzo de 2023

Estrella

-Vaya, vaya, no pensé verte así, al menos no tan rápido, querido-
Decía con voz seductora la dueña del lugar mientras veía a la pelimorada bailando seductoramente para un montón de hombres mientras usaba una diminuta ropa apretada. 
-¿Que le puedo decir? Me volví una adicta, esto no es tan malo ¿Sabe?-
En ese momento la chica se inclinó dejando sus pechos en frente de la rubia con quién hablaba para rápidamente agitar sus caderas y presumir lo más posible su trasero a la gran fanaticada que la amaba y se deleitaba con la vista por todas direcciones. 
-¿En serio?¿Porque? Hace unos días no decías lo mismo-
-Hace unos días no sabía lo bien que se sentía: la mirada lasciva de hombres y mujeres, que me entreguen dinero por mostrar mi cuerpo y que me vuelvan loca cuando pagan el precio por tenerme en sus cuartos, todo eso es algo que nunca hubiera experimentado como un chico de las calles y que ahora gracias a usted con mi vida de chica puedo lograr lo que quiera-
-¿Como una chica striptease?-
-En parte sí, es más fácil pasar la noche con alguien envuelta en sus brazos pero esto es mucho más excitante y remunerado, observé-
En ese momento, dio media vuelta para mover sus caderas hasta el tubo en medio de dónde ella estaba, restregándole sus pechos a este, luego sus caderas y finalmente ponerse de rodillas para gatear sensualmente hasta un hombre fortachón y bien vestido que todo el tiempo la había estado viendo. Estando lo suficientemente cerca no dejo que le tocará, en su lugar ella le dio un candente beso en los labios hasta quedar sin aliento. Cuando no pudo más dio media vuelta, recibiendo una nalgada y un gran fajo de billetes por parte del hombre.
Aún en esa posición se acercó a la rubia, su nueva jefa, dueña del striptease local y que lo había contratado cuando chico con la mentira de ser un guardia de seguridad para en su lugar darle la oportunidad de una nueva vida como una de sus chicas. 
Hace apenas unos días, ella era un chico que estaba totalmente en desacuerdo pero sin otra opción más que volver a las calles, aceptó. Ahora por su grado de lujuria, sensualidad y no tener límite alguno en la cama, se había ganado el amor de cada persona que entraba al lugar, volviendo a esa chica de gran cuerpo y cabello morado bastante popular en un tiempo récord, algo que tanto la jefa como ella misma sabían.
-Todos me aman y aman cada cosa que les haga, mi recompensa es mucho dinero y placer por parte de ellos ¿No quiere intentarlo, jefa? Con sus tremendas tetas y sus aires de reina inalcanzable sería toda una sensación, y si nos unimos no habrá nada mejor, tengo otro atuendo cómo el mío en los vestidores ¿Qué me dice?-
En ese momento se puso de cuclillas moviéndose como si tuviera algo entre las piernas y jugando con los delgados hilos de su vestimenta.
-No, gracias, prefiero dejarte el trabajo a ti. Además que ignoraré por esta vez el hecho de que me llamaras tetona y con aires de reina, solo porque eres la estrella del lugar. Ahora que lo mencionó ¿Ya tienes nombre, querida?-
-No, jefa, pensé en algunos pero ninguno terminaba de convencerme-
-Entonces serás Estrella, porque eres una estrella en este lugar con lo que te propongas-
-¿En verdad? Muchas gracias, jefa. Daré lo mejor hoy como un favor especial-
Así fue como la más popular y reciente chica siguió con mayor candela y ánimo su momento íntimo con el tubo en medio del escenario rodeada del público que le arrojaba dinero. Por su parte la jefa tomaría un micrófono mientras se iba a su oficina, anunciando con orgullo a Estrella, la más caliente chica que podían encontrar y que como oferta especial, solo por esa noche cualquiera que le arrojará dinero, sin importar la cantidad que fuese, Estrella les daría una recompensa sexual pues así es como adoraba hacer felices a quienes la querían.
Créditos a quien correspondan.

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