Carolina era una chica no muy conforme con algunos aspectos de su vida, le gustaba mucho su vida pero cuando quiso buscar trabajo se dio cuenta de algo y era que muchas puertas estaban cerradas en su condición. Sin experiencia podía aspirar a un trabajo de medio tiempo pero los que habían y que buscaban a una chica realmente eran escasos, y esos pocos casi siempre la querían para exhibir su cuerpo en mayor o menor medida, pero lo que más le molestaba era que muchos puestos que podía hacer perfectamente un hombre o una mujer, solo buscaban hombres como empleados sin razón aparente.
En su afán de conseguir uno de esos empleos, inventó una fórmula capaz de hacerla cambiar de género con solo beberla, o al menos eso debía de hacer.
Bebió todo el frasco de un solo sorbo, sintiendo los efectos de forma pronta e imprevista. Todo se volvía confuso mientras sentía malestar y como todas sus ideas se mezclaban y chocaban con las perspectivas de ambos sexos. Pero eso no era todo, ya que mientras su mente era un caos, igual su cuerpo, que adquiría los rasgos de un hombre pero conservaba lugares o ademanes de mujer.
Cuando Cristofer despertó se sentía muy cansado y con ganas de tomar un baño, desnudándose frente al espejo para notar algo raro en su cuerpo.
-¿Porque estoy usando lencería?... Debo admitir que se me ve muy linda y es casi a mí medida ¿Será que tengo un fetiche con la ropa femenina?...No puede ser, toda la vida he sido...¿Un chico?-
Hablaba para sí mismo con voz baja, casi dulce como la de una chica a la par que se movía con sensualidad femenina delante del espejo para verse la lencería.
-Si, creo que sí, mi nombre es Cristofer y estaba buscando un empleo pero tuve un accidente con mis compuestos y me dejó sin memoria...pero creo que me gusta vestirme de chica, con una peluca y ropa adecuada parezco una-
La fórmula tenía el propósito de darle un cuerpo masculino a Carolina, conservando todas sus memorias y añadiendo algunos ademanes y comportamientos de chico pero había fallado, ahora sí era un chico pero no tenía clara sus memorias, olvidando por completo algunas cosas en interpretándolas como ahora podía, con un cuerpo andrógeno y ademanes femeninos, Cristofer intenta hacerse una idea de quien es o era para continuar su nueva vida de alguna manera.
-¿Será que salgo con ropa de chica a la calle?...Debo admitir que es muy linda y me gusta la idea pero no sé qué tan bueno soy con el maquillaje... supongo que voy a practicar hasta sentirme seguro de salir así, pero por ahora solo usaré lencería, nadie podrá ver lo que estoy ocupando sin mencionar que la textura me gusta, es... familiar, así que empezaré con eso mientras intento recuperar la memoria y conseguir trabajo, estoy seguro de que encontraré una buena oportunidad-
Carolina buscaba un nuevo empleo pero ahora tiene toda una nueva vida a la que tendrá que acostumbrarse, aún si no lo sabe o recuerda, será Cristofer, un chico con amnesia pero muy inteligente y tranquilo, además de tener el fetiche y pasatiempos de vestirse como una chica.
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