viernes, 7 de febrero de 2025

Me descubrieron

    Sabía que era cuestión de tiempo para que me atraparan haciendo esto, casi estoy seguro de que yo mismo quería que me atraparan para obtener una mayor experiencia, pero nunca me espere que las cosas ocurrieran de esta forma... aunque no puedo negar que me alegra que haya sido con esta persona.
    Desde hace meses había desarrollado el gusto por vestirme de mujer, me había vuelto travesti y uno muy bueno por mi apariencia andrógina, así me volví capaz de engañar a más de una persona y me sentía genial cuando lograba eso, escuchar cumplidos de mi por parte de otras personas me alegraba bastante, la atención que recibe una chica se volvió muy divertida de conseguir, y verme tan linda para recibir cumplidos y sentirme bien conmigo misma se hizo algo muy importante en mi día a día.
    No obstante de toda la diversión y confianza que mi pequeño secreto me permitía sentir, en el fondo sabía que por muy linda que me viera y sin importar todo el esfuerzo que pusiera, tarde o temprano alguien me atraparía, una idea que desde que la noté, se hizo cada vez más recurrente junto a los pensamientos acerca de que podría pasarme si alguien alguna vez descubre mi secreto.
    Aquella fantasía no hizo que me volviera descuidado, ponía atención con lujo de detalle a todo mi aspecto, a lo que decía o hacía, la emoción era demasiada, pero por mucho tiempo pude controlarme para seguir con mi pasatiempo sin ser descubierto.
    No obstante, un día cuando fui de visita al departamento de una amiga, ahí también estaba su hermano, quedándose a pasar el rato con nosotras durante mi estadía. Aparte de visitar a mi amiga, fui porque era una vendedora de cosméticos y de ropa, hacía semanas encargue cosas con ella y en cuanto llegaron me dijo que podía ir a su casa a recogerlas como era costumbre.
    Todo iba muy bien, charlábamos como siempre mientras también conocía un poco mejor a su hermano, las cosas cambiaron un poco cuando una llamada entró a su celular, haciendo que ella rápidamente tomará una bolsa y se saliera de la habitación para contestar, disculpándose conmigo y pidiéndole a su hermano que me diera mis cosas antes de irme.
    Aunque yo tenía que irme, y al hermano de mi amiga le pidieron algo, ambos ignoramos esos hechos para quedarnos conversando solo un poco más, compartiendo risas y disfrutando de la compañía del otro, hasta que decidimos ir al cuarto de mi amiga para recoger mis compras mientras ambos nos sonreíamos un poco más de lo debido, no de la forma en la que le sonríes a un simple amigo.
    Por un breve momento pensé que solo era mi imaginación, y que solo a mi me parecía distinto ese chico del resto. Sin embargo, cuando el chico se ofreció a pagar por mis compras e hizo una broma para intentar volverme a ver, me sentí halagada por el gesto y por su buen gusto al coquetear conmigo.
    Supongo que fue egoísta de mi parte, aún sabiendo lo que él quería no fui del todo honesto con él, y en vez de decirle la verdad sobre mi género, me acerque un poco más a él, puse mis manos sobre su fuerte pecho y deje que me diera un beso. Fue maravilloso, nada mal para mi primer beso con otro chico, y él de forma instintiva puso sus manos sobre mis cintura lo cual sinceramente me emocionó y motivó para seguir dándonos unos cuantos besos más.
    Los besos se volvieron caricias, abrazos, dulces palabras y propuestas que subían más de tono a cada momento, y aunque de verdad ansiaba como nunca antes había experimentado tener un momento con ese chico, tuve que ponerle un freno para contarle ese "pequeño" detalle que estaba ocultando sobre mi.
-Espera, yo no soy lo que crees, en verdad-
    Dije al separarme de él, pensando la mejor forma de decirle la verdad al chico, que tomándome por sorpresa no solo me volvió a acercarse hacía él al sujetar mi cintura, también me hizo una relación que me dejó sin palabras.
-¿Me dirás que eres un chico? Lo sé, mi hermana me lo dijo, pero yo no tengo problema-
    Contestó dándome otro beso mientras mi cara se volvía roja y yo me sentía más sumisa que nunca al estar rodeada en sus brazos, pues aún sabiendo el secreto que yo guardaba, él no tuvo problemas en tratarme como la mujer que me gusta sentirme.
    Él es tan alto y fuerte, es muy amable y comprensivo, es un hombre seguro en toda regla mientras que yo soy tan pequeño y me visto de sexo opuesto, pero aún con todas esas cosas, por alguna razón me sentía tan seguro estando en sus brazos, me estaba atrapando sin problemas y creo que yo mismo quería que él me tuviera cuando dijo conocer y aceptar la verdad sobre mi identidad. Otros chicos se burlarían de mi cuando menos pero él lo estaba aceptando, así que yo también aceptaría sus sentimientos y actos de vuelta.
    Los besos continuaron por un buen rato, poniéndome de puntitas para alcanzarlo antes de que él me cargará y sentará en una repisa para estar más alto, me seguía tocando y yo lo seguía disfrutando, hasta que dejó de hacerlo para empezar a quitarse la ropa, dejándome con la boca abierta al ver su espectacular cuerpo y todo lo que su hombría me estaba por ofrecer. 
-¿Tú no te desnudas? Ya sabes que no tengo problemas-
    Me dijo con amabilidad cuando él había terminado de desvestirse, a lo que yo respondí con vergüenza y negando con la cabeza.
-L-lo sé pero preferiría quedarme con la ropa, aunque claro, puedes hacer lo que prefieras ahí abajo-
-¿Estás seguro?-
-Sí, lo estoy-
    En ese momento me volvió a tomar en sus brazos para besarme y llevarme hasta la cama, ahí caí de espaldas pero pronto me dio la vuelta y me sujetó por la cintura, pensé que me quería en cuatro y estaba por hacerlo pero él se acercó a mi nuca y murmuró. 
-Deja que yo me encargue, tú solo disfrútalo-
    Muchos besos invadieron mi nuca y espalda, haciéndome sentir como nunca, luego sus manos tocando mis glúteos y caderas hasta como destrozaba mis leggins y hacia a un lado la tanga que llevaba puesta.
-Lo siento, creo que también te comprare lo que acabo de romper, y si quieres también más tangas como estas que te quedan deliciosas-
    Una sonora nalgada en mi trasero descubierto me hizo estremecer al mismo tiempo que sentía como el momento de la verdad se acercaba, lo cual lejos de asustarme como en mis pensamientos, está vez lo esperaba ansiosa y con emoción.
-No te preocupes, por ahora solo ten cuidado, es mi primera vez-
    Confesé con vergüenza a lo que me respondió. 
-Entonces hagamos que valga la pena-
    Y madre mía si lo valió, con cada centímetro lo estaba disfrutando un poco más, y sus rápidos movimientos apenas que los podía procesar, sintiendo como se detenía hasta chocar con mi trasero solo para repetir el movimiento con mayor intensidad. 
    Me nalgueaba cada tanto y eso me hacía apretarlo aún más, para mayor disfrute de ambos, lo mejor de todo fue cuando comenzó a jalar mi cabello con fuerza hasta levantar la mirada que ocultaba en las sábanas. En ese momento me di cuenta que estábamos frente al espejo y ver mi propia cara me hacía pensar todo lo loca que me estaba volviendo y cuanto lo estaba disfrutando, al mismo tiempo que brillábamos un poco por el sudor de nuestros cuerpos.
    Sin embargo, no podía gemir por mucho que lo deseara, ya estábamos haciendo bastante ruido como para ponerme a gemir o a gritar sobre cuanto más quería este momento con el hermano de mi amiga.
    Había visto unas cuantas películas para adulto y como las chicas mordían las almohadas en un intento de callar sus gemidos, no imagine que yo sería una de esas sumisas chicas que haría lo mismo; mordiendo con fuerzas aquella almohada y dejando algo de labial en todo su alrededor, aferrando y clavando mis largas uñas en la almohada, sintiendo mi interior hacerse pedazos y como a cada movimiento nos encontrábamos más cerca del final. 
    Pero aun con todo la experiencia que hoy vivo, quiero vivirlo más, con algo de suerte el grandioso hermano me volverá a buscar y si no lo hace, solo me queda disfrutar más que nunca mi primer encuentro de esta forma, el encuentro más glorioso que he tenido en toda mi vida y con el cual he cumplido una fantasía que no sabía que tenía. No hay nada mejor.
Créditos en la imagen.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario