viernes, 21 de febrero de 2025

No soy el protagonista

    Cuando aquel Virus RPG, atacó e invadió con éxito todo tipo de consolas de videojuegos en el mercado, pensé que tenía una oportunidad de cumplir mi sueño, una oportunidad que venía desde la intención de sacar provecho de lo que era una enorme tragedia para miles si no es que millones de personas.
    Siempre fui fanático de los juegos de Pokémon, sencillamente me encantaban desde niño y por supuesto que los jugaba siempre que podía con la intención de atraparlos a todos. Tal vez algo cliché para estas épocas, pero conocí está franquicia desde que era muy joven, por lo que los juegos que más visitó apenas tengo una oportunidad, son los juegos más antiguos que corresponden a las primeras generaciones; Kanto y Johto.
    Con todo el alboroto que ese virus estaba provocando, mi idea era sacar provecho del mismo virus, y al contrario de lo que las personas hacían, yo jugaría en mi consola a propósito con la esperanza de ser afectado por el virus y así poder vivir la aventura Pokémon con la que siempre soñé. De esa forma podría ser el protagonista de mi juego favorito, tener a mi preciado equipo de toda la vida y una vez que terminará el juego, podría volver a la normalidad. Incluso si terminar el juego no era motivo suficiente para volver a la realidad, en algún momento alguien encontraría una solución, por lo que yo solo tendría que disfrutar de atraparlos a todos y vivir la mejor época que he tenido mientras alguien más se encarga de todo el trabajo sucio que es lidiar con el virus RPG.
    Con un plan tan elaborado, donde yo podría disfrutar de una grandiosa aventura en lo que alguien encontraba la solución, ¿Qué es lo que podría salir mal? Por desgracia todo salió terriblemente mal.
    En el momento que inicié mi partida, y yo esperaba ansioso la clásica elección de mi nombre y mi personaje para que el profesor me hablará sobre el mundo Pokémon, ese evento nunca sucedió. No era consciente de ello entonces, pero no tarde en percatarme de la triste realidad en la que yo sí había sido afectado por el virus de una forma distinta a la que había planeado.
    Cuando me di cuenta de que el virus RPG sí me afectó también me pude percatar de que ese virus no me convirtió en el protagonista de la aventura, tampoco me volvió la protagonista, y para colmo de los males, ni siquiera me había convertido en el rival principal de la aventura. Entre tantas opciones y posibilidades, no sé si fue un castigo o simplemente yo fui muy optimista con la situación, sea el motivo que sea, la dolorosa realidad es que yo terminé dentro del cuerpo de una mujer, una pobre e irrelevante recluta del temido Team Rocket.
    Con tantas posibilidades, no quería aceptar lo que me había sucedido, pero me bastaba con bajar la mirada para encontrarme con 2 enormes rasgos femeninos que solo confirmaban que yo me había convertido en una mujer de relleno en mi juego favorito, una que utilizaba un atuendo clásico del Team Rocket, pero que a diferencia del estilo animado de los videojuegos, está vez dejaba todo mi cuerpo bastante más expuesto de lo que jamás imaginé con está franquicia. 
    Yo ahora me vestía con unas largas botas con tacón, una falda oscura y ajustada que dejaban un poco a la vista mis bragas blancas, con el mismo estilo que la falda, también vestía con guantes y una blusa a juego de manga larga con una enorme "R" justo entre mis enormes pechos. Puede que mi cabello fuera algo corto para una chica, pero seguía siendo largo para mi, incluso si estaba atado y cubierto por una gorra que completaba el uniforme de los antagonistas más característicos de esta saga.
    Por donde se me viera yo me había convertido en una recluta de los villanos de estos juegos, con un cuerpo tan descarado y llamativo, además de un atuendo completamente diferente de lo que recordaba en el estilo clásico de pixeles que había en estos juegos. De no ser por ser tan fanático de esta franquicia, con mi atuendo actual perfectamente podría creer que yo venía de una parodia para adultos en lugar de este inocente juego.
    Por si todas estas cosas fueran poca cosa, la gota que colmó el vaso fue que no me podía mover con libertar, todo lo que podía recordar era al líder de este grupo dándome la orden de proteger la base a toda costa, y desde entonces llevo aquí parada por horas, esperando a que alguien literalmente se ponga frente a mi para tener una batalla Pokémon o que algún compañero venga a cubrir mi posición cuando terminé mi oportunidad, obligándome a caminar directo a mi habitación para descansar y así cumplir con mi tarea el próximo día.
    Al ser afectado por el virus RPG, esperaba que mi sueño de ser un maestro Pokémon finalmente pudiera ser una realidad, pero la decepcionante realidad con la que me enfrento es que me convertí en un personaje secundario que pasa todos sus días como una estatua, esperando que el verdadero maestro Pokémon llegué hasta aquí para enfrentarme contra él y muy seguramente ser derrotada por él. Después de todo no tengo idea de que tan bueno pueda ser, ni cuales Pokémon lleva consigo, ni que nivel pueden tener ni nada más que me pueda ayudar, todo lo que tengo son dos Pokémon que con todo el respeto y amor que les tengo, dudo mucho que sean capaces de frenar al futuro campeón.
    Además, una preocupación más que tengo es que no tengo ni la menor idea de que me puede suceder si es que pierdo, haré todo lo que pueda para evitar perder, pero estoy casi segura de que voy a perder en algún momento, y lo que suceda en ese momento me preocupa, pues nunca tuve previsto jugar un juego donde yo no soy el protagonista.
    Si le ganó, quizás pueda terminar este castigo y volver a la normalidad, aunque perder y quedarme atrapado aquí para siempre o algo así es un efecto del Virus que de verdad me aterra.
    Por desgracia, todo lo que puedo hacer por ahora es imaginarme todos los escenarios posibles hasta que llegué la hora de la verdad y me enfrente con el verdadero protagonista de está historia.
    Hasta que ese momento llegué, no me queda más opción que bajar la mirada y contemplar mi cuerpo de mujer o mirar el muro frente a mi hasta que alguien se pose delante de mi para combatir. Una vez que ese combate suceda, y que el protagonista y yo nos enfrentemos, solo me queda rezar a Arceus por un resultado favorable para mi, donde gané o pierda, sea capaz de salir de aquí y no pasar el resto de mis días como una villana lamentable por culpa de mis decisiones, y por culpa del aterrador Virus RPG.
Créditos a quien correspondan.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario