-Hmmm ¡Hmm! Uhmmm-
Es imposible. No importa que tal alto trate de gritar, con la mordaza en mi boca no se va entender ni una sola palabra de lo que digo, o más bien de lo que trato de decir.
¿Ahora que hago? ¿Cómo me escapó de esto? Si no me libero para atraparlo y meterlo al espejo, esa versión malvada mía se va apoderar de toda mi vida y a mi me dejará como una chica.
Fui tan ingenuo, sabía que era una mala idea y aun con ello, traté de hacerlo... y ahora estoy atrapado e intentando evitar las terribles consecuencias de mis acciones.
Desde hace un tiempo leí en Internet sobre un ritual antigua que era capaz de hacerte contactar con otra versión tuya, "otro yo" de otra realidad o mundo o universo o lo que se prefiera decir. Se supone que el ritual se hace por medio de un espejo en donde después de ciertos pasos, el reflejo dejara de ser un reflejo y se volverá un portal por donde puedes ver a tu otra versión de ese otro lugar.
Pensaba que si eso en verdad funcionaba, yo podría aprender sobre otras realidades y quien sabe, hasta tener consejos de "mi mismo" para que me vaya un poco mejor en las situaciones que podamos enfrentar en el futuro. Supongo que cada versión de mi debe tener sus propias diferencias, pero entre todas esas diferencias debería haber algo útil en mis otras versiones para que yo pudiera salir triunfante en mi futuro y en mi vida.
Lo que nunca me detuve a pensar en mi plan es que esta otra versión tendría sus propios planes personales para los que él podría utilizarme en lugar de yo utilizarlo a él. Y otra cosa que tampoco me detuve a imaginar, era que el reflejo que me mostraría el espejo no sería el de un hombre, sino el de una mujer. Mi otro yo era una mujer.
Ella me explico que somos la misma persona pero en diferentes sexos, y así como yo me sorprendí al ver una chica, ella no imagino ver a un hombre tras haber intentando el mismo ritual.
Aunque conocer otra versión del otro sexo era sorprendente, conforme ella y yo hablábamos más dudas se iban despejando, incluso con el género distinto, no había duda de que ella era yo y yo era ella.
En cuanto ambos comprobamos la identidad del otro, comenzamos a charlas un buen rato, hablando de las semejanzas en nuestra vida y viendo las diferencias tanto negativas como positivas, lo cual en realidad me hizo pensar que mi vida no era tan complicada y que a diferencia de mi contraparte femenina, yo no me estaba enfrentando a tantos problemas.
Nuestra conversación se extendió por horas hasta que yo quede satisfecho, había sido mucho mejor de lo que esperaba y sin meterme en problemas, por lo que me despedí de mi yo femenino dentro del espejo y traté de terminar con aquel encantamiento capaz de unir dos mundos.
Las instrucciones eran muy claras, bajo ningún concepto debía mantener ese espejo, por lo que después de despedirme debía romperlo.
Una vez que dije adiós, tomé un pequeño martillo y una manta para cumplir con las instrucciones y romper el espejo. Sin embargo, mi yo femenino me pidió una última cosa antes de decir adiós, ella quería que pusiera mi mano sobre el espejo y ella haría lo mismo desde el otro lado, para que así pudiéramos "despedirnos" como si estuviéramos cerca el uno del otro.
Pensé que era una idea cursi y un poco dramática, pero no me opuse a la idea de hacer un poco feliz a mi otro yo, por lo que me acerque al espejo para poner la mano sobre el mismo, decir adiós y darle las gracias por nuestro encuentro.
Ella también sonrío, una sonrisa muy linda e inocente, tal como si de una niña pequeña siendo elogiada se tratará. Mi yo mujer puso su mano sobre el espejo, me dio las gracias, y aquella cálida sonrisa se convirtió en una sonrisa inquietante y maliciosa, tal como de una niña al haber hecho una travesura y salir sin consecuencias.
Cuando me di cuenta de eso ya era demasiado tarde, y nuestras manos que estaban separadas por el espejo, de repente estaban juntas. Pude sentir su pequeña y delicada mano entrelazar sus dedos con mi mano, para que al siguiente momento ella me jalará hacía si misma, obligándome a cruzar el espejo hacía el lado de ella.
Fue en ese momento que recordé otro detalle muy importante del ritual, en el cual pedía que se usará un espejo pequeño, cosa que yo ignoré por completo al utilizar un espejo del cuerpo completo el cual pude cruzar como si de una puerta abierta se tratará antes de caer inconsciente.
Al despertarme tras cruzar el espejo, me di cuenta de un cambio enorme de inmediato, y era que yo no estaba en mi cuerpo, o al menos no en mi versión de mi cuerpo, puesto que ahora me encontraba completamente amordazado en mi cuerpo versión femenina. En otras palabras, estaba en el cuerpo de mi otro yo que me engañó y me arrastró de alguna manera hasta su cuerpo.
Intenté moverme, gritar, sacudirme o hacer cualquier cosa para escapar, pero simplemente estaba atado de pies a cabeza en el suelo, viendo con uno solo de mis ojos como mi cuerpo masculino se admiraba frente al espejo y revisaba con cautela todo lo que llevaba en su mochila.
-Lo siento, amigo. Lamento mucho hacerte esto pero no puedo continuar con esta vida, con nuestra vida... Así que, tú vida a partir de ahora será mía, y tú podrás quedarte como chica y con mi vida-
Me explicó al suspirar y cerrar su mochila, la cual era evidente que había preparado con cosas importantes antes de marcharse.
-De verdad lo siento, puede ser un poco confuso hablar de ti, de mi y de nosotros, pero el punto es que tú te quedaras ahora como mujer en esta realidad y yo como hombre en la otra realidad. Mi realidad no es tan mala y eso ya lo sabes, pero ver que también puedo ser un hombre fue una oportunidad que no podía desaprovechar, estoy segura de que te divertirás mucho estando aquí, Nicole. Tienes un hermoso y lascivo cuerpo, la mejor estudiante y con mucho dinero y todo eso. Tienes que reconocer que te estoy dando todo eso de mi vida por tomar la tuya la cual me deja mucho que desear más allá de ser un hombre, pero nadie es perfecto, ¿No? Ni siquiera nosotros-
La chica, mi antigua versión femenina lanzó la mochila por el espejo y sonrío con alivio al darse cuenta de que no solo ella podía irse a mi mundo, también sus cosas que debían ser lo suficientemente importantes como para llevarlas consigo a otra vida.
-Por último, sé que es muy raro despertar como mujer y totalmente amarrada, pero es para que no intentes atraparme, estoy segura que esos lazos te detendrán y es que créeme, si te intentas mover los vas a apretar, y si los aprietas demasiado, todo tu cuerpecito no lo podrás controlar. Como sea, he perdido mucho tiempo así que me voy, hasta luego, Nicole. Tengo una vida por delante como Nicolás-
Con esas palabras dichas por mi propio cuerpo y voz, ella me colocó bien la venda para cubrir mis dos ojos, dejándome atrapada en su cuerpo con el cual no podía ni ver, ni hablar ni moverme, solo podía escuchar sus pasos alejándose para escapar con mi cuerpo y mi vida hacía mi realidad que cada vez más se escapa de mis manos.
Llevo un buen rato sacudiéndome y aunque me pude quitar la cinta en un ojo, tal como dijo Nicole, todos los demás lazos me han apretado más tras cada movimiento; mis brazos no se mueven; mi cuello me aprieta mucho; mi blusa se hizo añicos dejando mi sostén blanco y pechos a la vista, apretando un montón a estos últimos; la falda la he levantado y aunque no puedo ver lo que hay bajo de ella siento como un nudo de la cuerda aprieta y roza cada vez más mi zona más delicada al mismo tiempo que me obliga a flexionar más mis piernas para apretar mis muslos y perder aún más movilidad.
En estos momentos estoy muy lejos de poder escapar y de igual forma muy lejos de llegar al espejo que a pocos metros de mi, se sienten como a kilómetros de distancia que me separaban de mi vida y de esto en lo que estoy atrapado.
Tengo que encontrar la forma de escapar de este amarre, cruzar el espejo y arrojar a esa chica de vuelta a su realidad para volver a yo a la normalidad y aunque no se como lo haré, prometo que será lo último que hago o me dejo de llamar Nicolás para volverme Nicole por el resto de mi vida.
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