Dinámica: Pócimas y Amores

-Maestra, ¿Ha vistos mis pócimas? No las encuentro por ninguna parte-

    Pasando rápidamente de una habitación a otra, llegué hasta la recepción de la tienda donde mi maestra atendía a los clientes en turno, y a diferencia de mi actitud nerviosa y preocupada, la maestra seguía sonriendo con tranquilidad respondiendo a mi pregunta hasta después de atender a su cliente.

-¿Tus pócimas para el evento?-

-Sí, maestra. He estado trabajando en ellas las últimas noches. Apenas y he dormido-

-Por favor, Dia. No culpes al trabajo de tus malos hábitos de sueño, ese ha sido un problema tuyo desde que tengo memoria-

    Un par de clientes que escuchaban nuestra conversación contuvieron la risa, lo cual solo me hizo sentir avergonzada además de preocupada.

-Maestra, hablo en serio. El evento es hoy mismo y no puedo encontrar ni el libro ni las pócimas, ¿Usted no tiene nada que ver?-

    Mi maestra negó con la cabeza por lo que yo estaba a punto de irme a otro sitio de la tienda o de la casa para buscar mis cosas. Sin embargo, justo antes de que me marchará, mi maestra me habló, mostrándome esa sonrisa de superioridad que me hacía saber que ella estaba en control de la situación.

-Yo no tengo nada que ver, aunque no puedo decir lo mismo de ella-

    La maestra señaló el escenario, donde para mi sorpresa el evento ya había comenzado de la mano de la pequeña asistente que hacía tiempo no venía a la tienda.

-¿Cuando volvió ella?-

-Esta mañana, dijo algo de que ya se había aburrido de estar con su tía y que prefería ayudar en la tienda-

    A estas alturas no hacía falta más explicación: la pequeña princesa Charlotte apareció en la tienda después de una larga ausencia, y mientras yo estaba ocupada, ella tomó todas mis cosas para el evento de está ocasión. Honestamente no me molestaba que ella subiera al escenario en mi lugar, pero ya que mis pócimas eran experimentales, no había forma de que la princesa pudiera utilizarlas de la manera correcta.

-Tengo que detenerla-

-No, no hace falta. Tus pócimas no matarán a nadie, así que deja que la mocosa se divierta-

-Aunque usted lo diga maestra, son pócimas experimentales, incluso si Charlotte tiene el libro no sabrá los efectos que produzcan las pócimas que yo hice-

    Cuando dije eso me di cuenta del detalle más importante, y como si leyera los pensamientos de mi maestra, ella dijo justo lo que pensé.

-Eso lo hará más emocionante. Así que deja que se divierta y veamos el espectáculo-

    Dejando de atender a los clientes, mi maestra y yo nos apoyamos en el mostrador para ver a la distancia como Charlotte con sus gritos llamaba la atención de los clientes hasta tener un buen número de ellos cerca del escenario y así dar inicio al evento.

-¿Ustedes habían extrañado mi presencia, muy humildes visitantes? Regocíjense ante mi llegada, la anfitriona de este evento, la princesa Charlotte GoldenHeart-

    De forma meticulosa Charlotte preparó una mesa decorada donde había pócimas de distintos colores y el libro que utilice para basarme en crear cada una de esas pócimas un poco distintas a la receta original.

-El evento de está ocasión está dedicado a conmemorar el día de San Valentín, el día del amor y la amistad, el día de los enamorados, o sea cual sea el nombre que ustedes tengan para esta festividad. Para celebrarlo, mi leal asistente ha creado estas pócimas... ¿De colores? El libro decía que todas eran rosas...-

    La seguridad, por no decir arrogancia, en las palabras de Charlotte desapareció un momento cuando finalmente se percató de una de las diferencias más obvias entre mis pócimas y las originales, pero aún dándose cuenta de esa diferencia, parecía que su orgullo le impedía pedir ayuda.

-Un ligero inconveniente, después de todo ¡Mi leal asistente no es la más habilidosa! Pero seré amable con ella y compensaré su grosera equivocación. Ustedes esperen en silencio-

    En lugar de pedir ayuda, Charlotte hizo su mejor intento en mostrar que todo iba de acuerdo a lo planeado, insultándome un poco en el proceso al echarme la culpa de un inexistente error que intentó enmendar de una pésima manera.

-Para está ocasión mi asistente preparó una selecta variedad de pócimas mágicas, cada una con un distinto efecto. Sin embargo, ya que ella cometió un grosero error, yo misma tendré que hacer las pócimas correctas para todos ustedes-

    Mi maestra reía en voz baja al ver como la princesa empezaba a hacer un lío en el escenario; sosteniendo el libro que robó en una mano mientras con la otra intentaba mezclar pócimas nuevas, que lejos de ser el resultado deseado, solo fueron un desastre más de la arrogante princesa indispuesta tanto a pedir ayuda como a aceptar un error.

-Explicaré las reglas solo una vez así que pongan atención cuando su princesa les dirija la palabra, plebeyos:

Cada uno de ustedes puede tomar una pócima mágica y gozar de sus maravillosos efectos, es una cortesía por parte de la tienda para que ustedes puedan disfrutar de este día tan especial con una experiencia única en la vida.... ¡Mis pócimas son las mejores en el mundo! Solo un idiota dudaría de alguien de la realeza... No obstante, mi doncella se ha esforzado mucho en su fallida receta, así que para no herir sus tontos sentimientos ustedes pueden elegir mi versión de la pócima o la versión de mi doncella... cada versión tiene sus propios efectos, así que usen sus cerebros por una vez y piensen bien cual será su decisión. Es cierto, también pueden tomar algunos chocolates; si comen el chocolate acompañado de la pócima, los efectos de la misma pueden ser distinto-

    Charlotte parecía nerviosa y confundida, hojeando cada vez más rápido el libro sin encontrar una respuesta clara a las pócimas que yo hice, algo normal teniendo en cuenta que ese libro ni ninguno más de los que ella tenía consigo le darían la respuesta de algo que solo yo sabía. No suelo anexar mis anotaciones en los libros de la maestra, así que no había forma de que Charlotte pudiera saber cuales eran los efectos de mis coloridas pócimas, y lo más seguro es que ni ella misma pudiera decir con claridad cuales son los efectos de sus pócimas de último momento.

-Sobre los efectos... los efectos... ¡Su benevolente princesa ha decidido que revelará los efectos más adelante! Por ahora, agradezcan los sutiles fragmentos de información que compartiré con ustedes para que puedan tomar la mejor decisión:

Su amada princesa les revelará el nombre y el color de las pócimas, entre las cuales podrán elegir la versión de la realeza o la versión de la doncella, además de que pueden elegir beber la pócima o mezclarla con algunos chocolates.

Las pócimas en cuestión son:

Amargo y Negado Amor es la pócima de color Café 

Carmesí del Alba es la pócima de color Rojo

Luz de Zafiro es la pócima de color Azul

Malicia de una Súcubo es la pócima de color Rosa

Manto Crepuscular es la pócima de color Morado

El Último Resplandor de la Brisa Dorada es la pócima de color Amarillo

Suspiros Amargos del Abedul Amante es la pócima de color Verde

Lágrima Plenilunio es la pócima de color Blanco

El Fin para el Mal de Amores es la pócima de color Negro

Según sean sus elecciones, estaré revelando los efectos de cada una de estás pócimas en mi versión... y cuando mi doncella regrese, ella se hará cargo de explicar que hacen sus pócimas defectuosas... Si tienen alguna duda sobre las pócimas, ¡No molesten a la realeza! No pienso ser más benevolente el día de hoy-

    Charlotte aún parecía confundida por los efectos que tendrían las pócimas, podía notar como me buscaba con su mirada entre la multitud, por lo que sería cuestión de tiempo para que yo subiera a ayudarla. Sin embargo, antes de que eso sucediera, la princesa debía tener la última y más importante palabra.

-Y para dar por concluida mi presentación de está festividad. En nombre de el Aquelarre de las Almas, oficialmente puedo decir ¡Les ordeno a todos ustedes que participen y que disfruten del día de San Valentín!-