viernes, 28 de febrero de 2025

MonsterMotel

-Oye, encanto ¿No quieres pasar un rato lindo conmigo? Te aseguro que no te arrepentirás-
    Le decía con un tono seductor al guapo y atractivo hombre de quien me sujetaba, abrazando con pasión y deseo su brazo para estar muy cerca de él, lo suficiente para que el hombre pudiera sentir mis pechos restregarse sobre su brazo y su cuerpo, abordando al joven de una manera descarada a la que casi no ponía resistencia mientras cambiaba la ruta que él estaba siguiendo para que ahora caminará conmigo hacía mi nuevo local donde tanto trabajo como soy la dueña.
-No estoy seguro, preciosa. Hay rumores de una chica alta y fuerte que domina a quien sea que le pongan y yo-
-Venga~ no seas tímido, corazón. No hay nada que ella pueda hacer que yo no haga mejor, ¿O acaso no te gustan mis pechos? No hay problema, puedo hacerlos más grandes o más pequeños según tus preferencias. Además, si lo que quieres es que una chica mala te azote, puedo hacer crecer mi cola para marcarte como solo mío, ¿Qué me dices?~
    Me separé de mi potencial cliente para inclinarme un poco y que así él pudiera deleitarse mirando mis pechos por el pronunciado escote de mi atuendo, un atuendo que parecía lencería encantadora, pero no lo era, ¿Verdad?
    Lo importante era que gracias a mi revelador y ajustado atuendo, solo tenía que moverme un poco y tocar mis pechos de vez en cuando para dar una escena aún más provocadora para mi cliente, a quien le daba un poco más de irresistible espectáculo al mover mi cola y mis caderas, haciendo así que el hombre pusiera cada vez menos resistencia a la idea de venir conmigo en lugar de con la competencia.
-Sí, es verdad. Supongo que estar contigo puede ser más divertido-
-No puede, cariño. Te prometo que lo será-
    Con malicia y determinación convencí a mi nuevo cliente de buscar mis servicios personales dentro de mi recién inaugurado establecimiento, el cual gozaba de una popularidad cada vez mayor gracias a mis chicas, y por supuesto que gracias a mi.
-De acuerdo, vayamos a tu lugar-
-¡Excelente elección, guapo~! Te prometo que no te arrepentirás.  Puedes pedirme o hacerme absolutamente todo lo que quieras, y yo estaré feliz de complacer hasta el más mínimo de tus deseos. No hay reto demasiado grande para mi, cariño~Así que no hay necesidad de ser cuidadoso-
    Aunque hizo su mejor esfuerzo en no demostrarlo, se veía el entusiasmos del hombre al oír que podía hacer conmigo todo lo que quisiera, una oferta que ni el más puro de los hombres podría rechazar.
-¿Estas segura de eso? ¿De verdad se puede lo que sea?-
-Por supuesto, cariño~ Puedes hacerme lo que sea y yo estaré muy contenta de satisfacer tus deseos. Estoy tan segura de que puedo hacerte feliz, que te volverás mi cliente habitual antes de darte cuenta~ Sería lindo de tu parte que también traigas a tus amigos, por cada uno les daré una recompensa especial~ 
    Justo como esperaba, mi nuevo cliente se estremeció con emoción ante mi propuesta, una a la que ya no se pudo resistir y aceleró un poco el paso para llegar a mi lugar de trabajo.
-Oye, solo para confirmar, ¿Eres una de las chicas de ese nuevo lugar? El MonsterMotel-
    Al oír la pregunta, no pude contener mi alegría y expresarla con una maliciosa sonrisa en la que sobresalían mis colmillos al mismo tiempo que mi cola con punta de corazón se comenzaba a sacudir.
-¡Así es, cariño~! Y me hace muy feliz que el nombre de mi motel comience a ser reconocido. Somos un poco nuevas en el negocio, pero te garantizo que todas mis chicas son excepcionales, y por supuesto que yo como la dueña del lugar soy la mejor~ 
    Con mi confesión el apuesto hombre no pudo ocultar su sorpresa, algo que me pareció tan divertido como emocionante, un buen juego previo a la diversión que nos esperaba.
-¿¡La misma dueña trabaja en ese sitio!?-
-Hay que poner el ejemplo, ¿No lo crees~? Para ser la jefa debo demostrar que estoy a la altura de este puesto, y cuando lleguemos a mi habitación no tendré problemas en demostrártelo a ti también, cariño~ ¿O prefieres comenzar aquí mismo?-
    Sin perder más tiempo y sin importarme que estuviéramos en un camino transitado, comencé a bajar los tirantes de mi ropa, mostrando algo más que mi escote ante mi sonrojado cliente que se apresuró en cubrirme antes de que alguien nos descubriera, algo que solo aumentó la emoción que tenía.
-¿Tan grande y todavía te da vergüenza~?-
    El hombre realmente se veía algo avergonzado, así que acaricie su mejilla, misma a la que le di un beso y le explique un pequeño detalle que se estaba olvidando.
 -Además, cariño~ Te daré un amable recordatorio: "Mi sitio" es muy especial, es una experiencia única con muchas criaturas que te atenderemos de la mejor y más atenta durante tu estadía, para eso están los moteles, ¿cierto? Solo somos unas chicas monstruo muy trabajadoras y hogareñas con nuestros clientes, para que cada que lo necesiten, puedan descansar un rato con nosotras~
    Parece que había dejado a mi hombre sin palabras, ya sea por avergonzarlo hace un momento, por mis indirectas muy directas, o por emocionarlo demasiado al hablarle del humilde hotel que dirijo con un montón de "chicas" tan especiales como yo.
-Venga~ Como será tú primera visita, te daré una ronda gratis~ Una súcubo  de alto rango como yo siempre tiene ánimos y energía para todo lo que quieran darme~ 
    Sin poder contener mis deseos por un momento, me acerque al pecho del hombre para restregarle mis pechos, abrazar su cintura y lamer su cuello hasta llegar a sus labios donde di un par de veces hasta separarme de él y comenzar a caminar hacía mi posada. 
-¿No se supone que las súcubos son criaturas malvadas?-
 -En absoluto, corazón~¿Por que le haría daño a alguien tan guapo? Además de tu dinero, yo solo tomó un poco de tu energía, la suficiente para que puedas mantenerte vigorizo y concentrado todo el día sin tener que preocuparte de que al caer la noche quieras "relajarte" por tu cuenta~ Nosotras solo nos llevamos lo que es negativo para ustedes, y que para las de mi especie es de lo mejor, ambos salimos ganando, ¿No crees~?-
    La explicación fue suficiente para que mi cliente me siguiera el paso muy de cerca, sin quitar la mirada de mis mejores rasgos los cuales son un deleite para hombres y mujeres por igual.
-Entonces eso es lo que hace... y tú eres una gran súcubo...-
-Agradezco los cumplidos, pero puedes llamarme Mistra~ y será un placer darte la bienvenida a mi motel~Si te doy un buen servicio, espero volver a tener tu visita~ 
-¡Quedo a su completo servicio, señorita Mistra!-
    Cuando dijo eso, el hombre dejó de resistirse a mis encantos y me cargó en sus brazos, algo que solo me emocionó aún más y demostré al abrazarlo de vuelta y juguetear con mi cola que tocaba todos los lugares que podía de mi ansioso cliente.
    Hace algún tiempo nunca podría haberme imaginado estar viviendo está situación en la que soy dueña y trabajadora de un distinguido lugar en crecimiento. Pero si nos remontamos aún más atrás, tampoco pude haber imaginado que después de morir yo reencarnaría en un mundo mágico como una criatura de fantasía, una desenfrenada súcubo que no podía hacerle frente a sus hormonas y a sus deseos por tener hombres en sus brazos cada noche. Ni siquiera pude procesar todo lo que me había sucedido y como terminé siendo una chica monstruo, cuando mi cuerpo ya había "sacado la energía" de un par de aventureros inexpertos que encontré en mi camino, dejando los vestigios de mi hombría pasada para tener encuentros fortuitos con hombres y mujeres por igual.
    Pase los primeros meses en este mundo acostumbrándome a mi cuerpo de súcubo, aceptando y disfrutando de las necesidades que tenía, mejorando cada noche hasta el punto que ningún viajero o aventurero se podría imaginar que la insaciable súcubo del bosque alguna vez fue un hombre.
    Fueron algunos meses muy intensos, pero eso fue hace mucho tiempo, y una vez que pude controlar mejor mi cuerpo y mis deseos, pude comenzar a hacer una nueva vida en este mundo mágico y de fantasía.
    El viaje fue largo, y puede que en algún momento me siente a reflexionar a consciencia como llegué hasta este punto en el que decidí asentarme y dirigir un motel lleno de chicas monstruo con las mismas necesidades que yo, y por supuesto con una historia de origen muy similar a la mía. Todavía no entiendo si solo fue suerte, cosa del destino, o si de alguna manera soy capaz de encontrar a chicas que han vivido una situación parecida a la mía y que buscan una nueva forma de comenzar su vida en este lugar.
    Sea como sea, la realidad es que nuestro motel está siendo todo un éxito con el cual podemos ayudar a los viajeros, aventureros y ciudadanos mientras ellos nos ayudan a nosotros a tener dinero, una vida tranquila, y por supuesto que también nos ayudan con la parte más importante al ser quienes logran satisfacer la mayoría de nuestros deseos, que como chicas monstruo, son bastantes más altos que los de las mujeres humanas.
    Ahora como Mistra, soy una súcubo poderosa y dueña de un motel de chicas monstruo con un gran deseo de hacer felices a nuestros clientes, logrando "relajar" a hombres y mujeres por igual durante todo el día y toda la noche, especialmente durante la noche.
    De solo recordar la noche anterior me emocionó aún más, y con algo de suerte mi nuevo cliente será capaz de satisfacer mis deseos mientras yo hago lo mismo con los suyos, ¡Ya no puedo esperar más! Y a unos cuantos metros de mi posada, me deleito con la idea de todo lo que mi caballero me hará.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 27 de febrero de 2025

Dinámica: Pócimas y Amores 4

-Bueno, debido a que nuestra pequeña princesa ha decidido no continuar, yo me haré cargo a partir de ahora en terminar este evento con las últimas 3 pócimas de las que hacen falta saber sus efectos.
La primera de ellas será "Malicia de una Súcubo" a la que le corresponden las pócimas de color rosa y que a diferencia del resto de pócimas, no intercambiarás de cuerpos al beber está pócima. Más bien tu cuerpo será el que cambie para tener un aspecto muy distinto al habitual.
Tu estatura disminuirá drásticamente, siendo pequeña hasta para una mujer, con pocas curvas y atributos femeninos de un tamaño reducido, un rostro inocente y muy juvenil, además de una cabellera rosa que para ser sincera, será de las cosas más normales en comparación del resto de tu aspecto.
A simple vista tendrás el aspecto de una joven estudiante, pero esa solo será tu apariencia durante el día, ya que al caer la noche tu nuevo aspecto saldrá a relucir en todo su esplendor; tu cabeza será adornada con pequeños cuernos negros, los colmillos te crecerán, el cabello rosa cubrirá al completo tu espalda y dejarás la ropa de estudiante por un ajustado atuendo negro de latex que despertará las bajas pasiones de todo quien te pueda mirar; puesto que al caer la noche, no serás capaz de seguir ocultando tu nuevo cuerpo de súcubo, el cual te pedirá que cada noche salgas a recolectar "muestras de amor" para recuperar tu energía y quizás en algún momento volver a la normalidad.
Lamento si esperaban algo más, pero está pócima es bastante directa, su nombre debería darte una buena idea de cuales efectos provoca en quien la consuma. No obstante, los efectos son distintos según la versión de la pócima, por lo que justo de eso voy a hablarles.
La versión de la doncella considero que tiene un efecto más suave con quien la beba, debido a que solo cambiará tu cuerpo por el de una pequeña súcubo durante 72 horas, por lo que es perfecta para que un fin de semana a solas se vuelva bastante entretenido y lleno de compañía. Una vez que terminé el tiempo, volverás a la normalidad sin algún efecto secundario, eso puedo garantizarlo.
Por último, si consumiste la pócima acompañada de algo de chocolate, quise añadir un pequeño extra para ustedes, y como recompensa una vez que beben la pócima y terminan sus efectos, su cuerpo original se volverá un poco más atractivo. En pocas palabras, después de volverte una súcubo y regresar a la normalidad, tu cuerpo conservará un poco de las feromonas de tu forma súcubo, por lo que resultarás muy atractivo para quienes estén cerca de ti. Eso solo durará algunas semanas, así que sácale provecho con quien más quieras para hacer lo que deseas.
En su contraparte, la versión de la realeza de está pócima tiene efectos... más poderosos que los míos, por lo que en vez de funcionar solo por 72 horas, los efectos de está versión de la pócima funciona durante 72 días.
De esa forma, por poco más de dos meses tendrás el aspecto de una muy joven estudiante en el día y en la noche tus instintos de súcubo saldrán a relucir, impidiéndote dormir en paz hasta recuperar un poco de tu energía al "tomar" un poco de "amor" de algún hombre que quiera estar contigo. Si sirve de algo, al ser una súcubo muy pocas personas se te podrán resistir, así que no será difícil conseguir con quien pasar el rato para mantenerte sana. Aunque la vergüenza de tener que hacer eso cada noche hasta que regreses a la normalidad, puede que haga la tarea más complicada de lo que suena.
En cuanto a los efectos de consumir la pócima con chocolate, haberlo hecho también hará más fuerte sus efectos. Si comiste chocolate con la pócima, puede que después de los 72 días sigas con el aspecto de una pequeña súcubo pelirrosa, pero eso solo ocurrirá si disfrutas de tus actividades nocturnas, por lo que bastará con no disfrutar demasiado de lo que haces por las noches para volver a la normalidad, fácil, ¿Verdad? Si no comiste chocolate y/o superaste los efectos de haberlo comido, volverás a tu cuerpo habitual después de los 72 días. Sin embargo, las feromonas de tu forma súcubo seguirán siendo tan fuertes que tendrás que acostumbrarte a llamar la atención tanto de hombres como de mujeres de ahora en adelante-
-Puede que la siguiente pócima sea la más trágica de todas, por algo su nombre me parece más que apropiado. Y es que la pócima café nombrada "Amargo y Negado Amor" no solo es trágica, también es muy directa con respecto a lo que puedes esperar de sus efectos.
Para está pócima volvemos al cambio de cuerpos, cambiando y tomando el lugar de Harley, una recién divorciada ama de casa en sus 40 años, que si bien tiene mucho tiempo por delante, le cuesta mucho trabajo dejar de pensar y de mirar todo lo que hizo mal años atrás.
Harley desde joven era una mujer muy popular que cautivaba a cada chico de la escuela con su belleza y sus encantos femeninos, era una experta en seducir a los hombres para tener lo que ella quisiera y estaba muy feliz de que las cosas siempre salieran a su manera. Para ella la belleza y la riqueza lo eran todo, el amor poco le importaba, por lo que usar su belleza para tener todo lo que quisiera era más que suficiente para ella sin preocuparse de los estragos que podría dejar a su paso.
En todos sus años de juventud nunca tuvo problemas en romper corazones y burlarse de quienes caían rendidos a sus pies. No obstante, sí hubo una pequeña excepción a la regla, que a más de 20 años de lo sucedido, la sigue atormentando.
En la universidad conoció a un pequeño chico nerd que de inmediato cayó enamorado de ella, por lo que Harley no tuvo reparos en utilizarlo para sacar las mejores notas de la escuela, dejando que el chico se hiciera cargo de todo lo correspondiente a la escuela mientras ella se divertía con mejores partidos, y todo eso lo conseguía a cambio de unos cuantos besos en las mejillas y algunas palabras bonitas para tener contento al chico.
Pasaron los años con esa dinámica sin que el chico supiera todo lo que hacía Harley a sus espaldas, y una vez que la atrapó en una fiesta con muchos otros estudiantes, en vez de mostrarse resentido, el joven le extendió la mano a Harley, confesó sus sentimientos y le pidió que se fueran de ese lugar. El pequeño chico bien intencionado perdonó a Harley por lo que hizo, y le ofreció la posibilidad de cambiar con su ayuda. Por desgracia, ella no estaba interesada en cambiar, por lo que dejó atrás al chico que después de muchos años todavía no puede sacar de su memoria.
Desde ese día el chico no se volvió a acercar a Harley, quien por primera vez notó la ausencia del joven e intentó ignorarlo, ignorarlo de tantas formas posibles que no le importaba pasar la noche con otros hombres, mujeres, salir de fiesta, de viaje, hacer lo que sea, lo que sea que pudiera hacerle olvidar lo cruel que había sido con ese compañero de universidad.
Los años pasaron, Harley se casó con un hombre adinerado que le permitía a ella quedarse en casa siempre y le compraba todo lo que quería, a cambio de que Harley fuera una mujer trofeo que él pudiera presumir delante de todo mundo.
Harley pensó que esa vida era la que siempre había soñado, pero al darse cuenta de que su marido solo la quería como un objeto, los recuerdos de aquel chico que siempre intentó cuidarla desde que la conoció le invadían en la memoria, aceptando muy tarde que ella de verdad se había enamorado de su compañero de clases, que al final el amor importaba más de lo que ella pensaba, y que por desgracia puede que nunca pueda volver a experimentarlo o pedirle una disculpa apropiada al joven con el cual había arruinado todo y desde la universidad se ha negado a tener contacto con ella.
En vísperas de cuando ella se graduó de la universidad, Harley recibió los papeles donde se concluía su divorcio dejándole una enorme suma de dinero y una casa donde vivir, pero a nadie con quien compartirlo. Por lo que era el momento de ponerse manos a la obra en el proyecto de reconstruir su vida.
En el caso de haber bebido la pócima en versión de la doncella, puedo decir que usando su riqueza, Harley buscará una vez más al amor de su vida y se disculpará como hace tanto tiempo ha querido hacer. No hay garantía de que ese joven este dispuesto a perdonarla, ni mucho menos se sabe si él le daría una oportunidad después de tantos años, al final él también tuvo que seguir con su vida. Sin embargo, si es amor verdadero, quizás haya una oportunidad, ¿No lo creen? Temo decir que no puedo garantizar nada, pero si comieron chocolate con la pócima, hay una mayor posibilidad de zanjar esta historia con un mejor final que dejarla con un amargo final.
Si elegiste la versión de la realeza en está pócima, puedo decir que Harley también buscará encontrar a su hombre amado, el cual ya habrá formado una familia para sorpresa de la recién divorciada. Darse cuenta de que él ha avanzado tanto a diferencia de ella será aún más doloroso y abrumador, pero una vez más, si es amor verdadero, tendrás la posibilidad de intentar recuperar a tu hombre sin importar hacerle daño a la familia que tu amado ya ha formado a lo largo de los años. Dicen que en la guerra y el amor todo se vale... me pregunto si tú pensarás lo mismo. No te preocupes por el chocolate, está ocasión no da algún efecto, por lo que hagas lo que hagas, será toda tu responsabilidad, y si quieres recuperar tu vida, tendrás que acabar la historia de Harley ya sea con un final amargo o algo mejor-
 -Así es como hemos llegado a la última pócima de nuestra dinámica, la pócima de color morado que tiene el nombre "Manto Crepuscular" y que más que recomendarla para consumo personal, sería más apropiado dársela a alguien más... Lastima que fue la última pócima en ser elegida, quizás de haber sido de las primeras, los efectos serían una maravilla para más de uno.
Verás, al beber está pócima te convertirás en Iris, una joven peculiar y muy difícil de confundir, por no decir que sería imposible de confundir prestando solo un poco de atención.
Hablando de la forma más directa posible, puedo decir que Iris es el amor de tu vida, conocerá tus gustos a detalle, compartirán sus deseos y aficiones, te apoyará y te amará incondicionalmente, será la mujer con quien querrás pasar el resto de tus días, incluso si ni siquiera estabas interesado o interesada en las chicas, no podrás negarte a la perfección, e Iris literalmente será la perfección para ti.
Sin embargo, para tener a Iris en tu vida, tendrás que encontrarla y darle un beso una noche de luna llena, cuando eso suceda todas tus necesidades amorosas serán complacidas por ella en la larga vida que les espera para estar juntos. Puede que suene algo complicado darle un beso bajo la luna llena, pero para tu buena fortuna, el mismo día que conozcas a Iris será una noche de luna llena, por lo que no solo tendrás la oportunidad de conocer al amor de tu vida, esa misma noche tendrás la oportunidad de asegurar que pasen sus vidas unidos por la eternidad.
No obstante, puede que alguien ya haya bebido la pócima antes de que yo mencionará sus efectos, por lo que si uno mismo la bebió, esa persona se convertirá en Iris, y en lugar de conocer al amor de tu vida, tú serás el amor de la vida de alguna persona que intentará encontrarte, y que por mucho que lo intentes, no podrás negar esos profundos sentimientos de amor que sientes por tu otra mitad.
Tal vez debí mencionarlo antes, pero solo cambiará el cuerpo y los deseos de quien beba la pócima para convertirse en Iris, por dentro seguirá siendo la misma persona quien sin importar que es lo que realmente quiera o desea, solo podrá pensar en su ser amado y complacerlo una vez que se cumpla el requisito de un beso bajo la luz de la luna.
Al beber la pócima en su versión doncella los efectos durarán alrededor de un mes, puede que parezca mucho o poco tiempo según quien haya bebido la pócima, pero recuerda que una vez pasada la luna llena estarás a salvo si tú mismo bebiste la pócima. Y si se la diste a beber a alguien más y no lograste dar el beso bajo la luna llena, bueno, no quiero ser grosera, pero tendrás que conformarte con un segundo lugar porque nunca jamás encontrarás a alguien tan buena como Iris. Al concluir el mes, si quien bebió la pócima no pudo encontrar a su verdadero amor, volverán a la normalidad. Cierto, de haber consumido chocolate junto con la pócima, puedes elegir si extender o a cortar la transformación por 15 días, de esa forma tendrás más chances de encontrar a Iris, o por el contrario, si tú eres Iris tendrás más posibilidades de no ser encontrada por tu verdadero amor.
Con la pócima en su versión de la realeza, una vez más el efecto se extiende bastante, puesto que los efectos de la pócima duran todo un año, hasta el próximo 14 de febrero para ser exactos. Por lo que tendrás muchas más posibilidades de encontrar al amor de tu vida, o que el amor de tu vida te encuentre, y pase lo que pase, tendrás que vivir un año como una chica mientras los efectos de la pócima siguen en tu cuerpo.
Por si su extensa duración fueran poca cosa, al haber comido chocolate junto con la pócima habrá muchas más posibilidad de encontrar a Iris o de ser encontrada; fiestas, escuela, trabajo, eventos, conocidos, incluso caminando podrás toparte con ella de frente, lo cual podría ser una bendición para ti si le diste la pócima a alguien más. No obstante, si la pócima la bebiste tú, será muy difícil que el amor de tu vida no te encuentre, y que en el proceso tú no caigas rendida a sus brazos bajo la luna llena para hacer efectiva tu transformación. Será un largo año si me dejas decirlo, así que te deseo la mejor de las suertes y que pase lo que pase, sigas visitando el Aquelarre de las Almas.
    Haciendo una pequeña reverencia para todos los que prestaron atención hasta el último momento, era momento de terminar con el evento.
-Muchas gracias por su preferencia, les recuerdo estar atentos y atentas a nuestros próximos eventos en los que siempre son bienvenidos a participar y no dejen de visitarnos, estimada clientela. Le deseo lo mejor y que disfruten mucho de su San Valentín-

martes, 25 de febrero de 2025

Mi marido

    Después de largas horas de pasión con mi esposo, estaba exhausta y desnuda sobre la cama recibiendo besos y caricias de su parte para hacerme feliz y sonreír. No es por presumir, pero él es maravilloso, no sólo en la cama como para dejarme sin aliento, también es un encanto de persona por lo que puedo decir con total alegría que soy muy feliz de ser su mujer, tal como lo soy desde hace muchos años.
-Ya vuelvo, Dana. Espérame tan linda como siempre-
    Me pidió con gentileza mi marido, dando un último beso en mis labios antes de levantarse de la cama para ir al baño, brindándome un momento a solas en el cual sonreí y giraba en la cama satisfecha por todo lo que habíamos hecho en horas anteriores en vísperas de nuestro aniversario.
    Sin embargo, toda mi calma y alegría que sentía se esfumó en un solo momento tras oír un grito de miedo desde otra habitación, un grito que para hacerlo aún peor, era definitivamente de una mujer. La voz era aguda como pocas y sin lugar a duda venía desde el baño de la habitación que comparto con mi marido.
    Tan asustada como preocupada por aquel grito, me levanté de la cama para correr hacía el baño y descubrir que es lo que ocurría , abriendo la puerta para ver a alguien que no era mi marido, él no estaba por ningún lado del baño, en su lugar solo estaba una mujer de largo cabello castaño que le cubría toda la espalda, semidesnuda al solo llevar unas pantimedias oscuras encima de una tanga violeta junto con un sostén a juego del conjunto, pero demasiado pequeño para los enormes pechos que tenía la chica. Cuando ella me vio intento cubrirse, y en el proceso solo provocó que su sostén se rindiera y dejará a mi vista a sus enormes compañeras.
    En el momento que nuestras miradas se cruzaron ambas gritamos y nos avergonzamos por la situación. Sin embargo, la primera en actuar fui yo, tomando como "arma" una lata de spray para cabello que estaba cerca y apuntar en contra de la joven que parecían tan confundida como asustada de tenerme en frente.
-¡Dana! ¡No hagas nada! ¡Soy yo!-
    Me dijo la joven a quien por primera vez en mi vida había visto, intentando cubrirse los pechos con una mano y la cara con la otra, retrocediendo tanto como podía para evitar que apuntara el fijador sobre su cara.
-¿Tú quien eres? ¿Cómo sabes mi nombre?-
    Pregunté sin confiar del todo en la castaña, que una vez más me repitió.
-Ya te dije que soy yo... solo que no sé que me ocurrió... ¿Tú viste algo? ¿Sabes que me pasó?-
    Su insistencia solo me ponía de los nervios, y aunque no me gustaba la idea de lastimar a alguien o pelearme con otra mujer, era mucho peor afrontar la idea de que una desconocida había entrado semidesnuda a mi casa.
-Yo no te conozco, pero si no te vas ahora mismo, llamaré a la policía y a mi marido- 
    Cuando mencioné la parte de llamar a mi marido, pude ver como la castaña pervertida se sonrojaba aún más y desviaba la mirada. Por un leve momento tuve un horrible presentimiento, el cual por desgracia no fue tan horrible como lo que decía la chica.
-Dana... aunque no lo creas yo soy tu marido. Yo soy Henry, hace un momento te pedí que me esperarás en la cama mientras yo iba al baño... pero apenas cruzar la puerta pude sentirme muy diferente, todo se sintió muy raro, y cuando encendí las luces del baño ya tenía está forma.... tienes que creerme y ayudarme, no quiero quedarme de está forma, ¿Qué hago?- 
    Aunque las palabras que decía esa chica tenía sentido, era difícil creer que fueran del todo ciertas, por lo que seguí haciendo preguntas sin dejar de apuntar el producto de belleza contra la joven.
-Primero que nada mete tus senos en el sostén... si de verdad eres mi marido, es incomodo ver que tienes pechos más grandes que yo-
    Sin decir mucho más, la castaña me obedeció e hizo su mejor intento para guardar sus pechos dentro del sostén. No obstante, por su gran tamaño y la torpeza de la chica, aún quedaban bastante expuestos.
-De acuerdo, ya que hiciste eso, ¿Cómo puedo estar segura de que eres tú, Henry?-
    La joven puso una expresión de fastidio, los ojos en blanco y suspiró de una manera extrañamente familiar.
 -Llevamos casados 10 años, Dana. Yo fui quien te propuso matrimonio después de 2 años saliendo. Y aunque hoy no es nuestro aniversario oficial, estamos "celebrando" cada noche para intentar tener nuestro primer hijo. Además, llevamos todo el día juntos, así que es imposible que está chica se haya escabullido de tu vista tanto tiempo, y para entrar a nuestro baño solo se puede por esta puerta, así que tú la hubieras visto desde hace mucho-
    La extraña pervertida que había en mi habitación ya no me parecía tan extraña, al menos no del todo, ya que decía cosas que solo mi marido sabía y era cierto que la única forma de entrar a nuestro baño era entrar a nuestra habitación y pasar justo por enfrente de nuestra cama, no había forma de que no la viera, haciendo así que la historia fuera más creíble para mí.
-"Espérame tan linda como siempre" fue justo lo que dije antes de ir al baño... y es lo que suelo decir para que no salgas de la cama, sea una fecha especial o no-
    Aunque no me gustaba admitirlo, cada vez que ella hablaba me daba más motivos para creerle, son cosas que solo mi Henry sabía... pero tener a mi Henry de esta forma es desconcertante. Si así me siento yo, él debe sentirse mucho peor. 
-Por dios, Henry... ¿Que es lo que haremos?-
    Me pregunté en voz alta sin creer que mi marido apenas cruzará la puerta del baño se haya convertido en toda una señorita con mejores curvas que las mías y pechos más grandes que los míos, aunque esos último detalle creo que mejor me los dejaré como pensamientos.
-No tengo idea. No quiero quedarme de esta forma, quiero volver a ser un hombre-
    Al mismo tiempo que él batallaba por los nuevos atributos en su cuerpo, yo intentaba hacerme a la idea de que mi marido cambió de género con solo cruzar una puerta, como si fuera por arte de magia, y de ser el caso, pensaba que quizás también "por arte de magia" habría una manera de devolverlo a la normalidad.
-Yo tampoco quiero que te quedes así, debe haber una forma en que vuelvas a tu cuerpo, solo tenemos que encontrarla. Por  ahora te prestaré algo de ropa hasta que tengas tu cuerpo, cuando vuelvas a ser mi hombre podremos seguir celebrando nuestro aniversario. De momento hay otras prioridades-
    Finalmente baje la lata de spray para el cabello y me di la vuelta para buscar algo de ropa que fuera de la nueva talla de mi marido, sería complicado ya que su cuerpo está más desarrollado que el mío, pero algo de mi ropa podría funcionar para él mientras encontramos la manera de traer su cuerpo de vuelta.
-Bueno... Dana... sí me preocupa volver a la normalidad.... pero... ¿Podríamos seguir con eso ahora?-
-¿Qué? ¿A que te refieres?-
    Tuve que detenerme para mirar de nuevo a mi marido, quien agachando la cabeza con toda la cara roja me respondió.
-Perdón, no quiero presionar... solo que, ya sabes... sería una fantasía hecha realidad vivir el sexo entre chicas-
    Me tome un momento para pensar en sus palabras, solo para estar segura de lo que acababa de escuchar, ver como mi marido agachaba aún más la cabeza y suspirar con un poco de decepción al compartir lo que pensaba.
-No hay duda de que eres mi marido, solo Henry podría pensar algo tan inapropiado en un momento tan serio-
-Perdón... solo es curiosidad….-
    No puedo hablar por todos los hombres, pero al menos mi hombre era "único" de principio a fin, y su petición tan descarada era solo una prueba más de que mi esposo se había convertido "en mi esposa" al menos por ahora. Puede que haya cambiado por fuera, pero por dentro sigue siendo el mismo.
-Primero acostúmbrate a tu cuerpo, y luego me pensaré que lo hagamos de esta forma. Siendo sincera preferiría tenerte como un hombre igual que siempre, pero si eso no llegara a pasar, creo que tendré que acostumbrarme a dormir con otra chica por el resto de mis días-
-¡Lo mismo digo! Sé que mi petición fue un poco tonta, pero de verdad quiero volver a la normalidad... pero también creo que si estamos juntos como siempre, al final todo estará bien, Dana-
-Lo mismo digo, querida-
-¡Oye, no me llames así! No estoy listo para ser tratado como una chica-
    Después de bromear con mi marido sobre su nuevo aspecto, ambos caminamos de vuelta a nuestra habitación para ayudarle a vestirse, y una vez que mi esposo estuviera listo, ambos ponernos en marcha para intentar resolver todo este lío.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 24 de febrero de 2025

¡Mamá no deja de molestar!: El valor de las acciones 2

    Por desgracia el día continuó como cualquier otro, las clases no eran nada del otro mundo y sin mi bully molestándome todo el tiempo, pude concentrarme sin mayor problema. Bueno, podía concentrarme excepto por los momentos en los que pensaba en Maya y como la había dejado por su cuenta una vez más, no poder ayudar a mi amiga me hacía sentir terrible, y ese sentimiento solo se volvía mucho peor con todo lo que podía escuchar de mis compañeros de clase. Creí que no era para tanto y que con no darle importancia al final del día podría saber lo bien que le fue a Maya, sin embargo, las cosas no están sucediendo como me gustaría.
    No quise darle mayor importancia está mañana cuando lo noté, después de todo que pasen esas cosas con los anuncios o carteles es algo normal. Sin embargo, aunque hacer eso fuera "normal" no significaba para mi que fuera algo lindo o correcto, ni mucho menos estaba de acuerdo con que las cosas fueran más allá de los anuncios para comenzar ahora a esparcir rumores sobre la chica de cabello rosa que había en una de las explanadas de la escuela. Nada de eso me gusta en lo absoluto, pero por mucho que me desagraden esas cosas, no estoy seguro de que puedo hacer para cambiarlo.
    Me sorprende lo rápido que se pueden esparcir rumores dentro de la escuela; antes todo el mundo hablaba sobre esa extraña chica de último año, después yo mismo fui tendencia por todo el acoso escolar que sufría a manos de Ricardo, el siguiente rumor tuvo que ver con la desaparición del antiguo bully y como nadie tiene idea de donde puede estar o que le habrá sucedido, y por desgracia la última tendencia se encuentra con Maya a tan solo unos días de haber llegado a la escuela.
    Ella fue una de las últimas alumnas en ingresar al colegio, y entre todas parece ser la más llamativa; por su peculiar forma de hablar, por su cabello rosado, por haberle dado los cinco al maestro frente a toda la clase y por intentar abrir su propio club escolar apenas llegar a la escuela. Todos esos rumores acerca de la chica de nuevo ingreso parecían ser buenos, si le podemos llamar "buenos" a los rumores, pero el enfoque que esos rumores han tenido a lo largo del día cada vez me hacen sentir peor por lo que Maya está haciendo, y aún peor por lo que podría implicar para Maya en su día a día en está escuela.
-¿Oíste eso? Dicen que la chica nueva quiere abrir un nuevo club escolar-
-Sí, está mañana ella me dio un panfleto suyo pero la verdad es que no me interesaba esa cosa rara. Intenté darle mi número y ella tuvo el descaro de rechazarlo, así que yo tiré su basura de anuncio cuando no miraba-
    Una chica del salón hablaba con su amigo, ambos se burlaban de forma maliciosa del esfuerzo que estaba haciendo Maya por abrir su club sin detenerse a pensar o considerar como es que ella se podría sentir al oír todo eso. La chica solo me parecía algo mezquina al esparcir más rumores sobre Maya y reírse de lo que escuchaba, pero oír que ese chico tiró a la basura los anuncios de Maya me hizo enojar, y también me hizo recordar los muchos anuncios hechos a mano que encontré en el camino a mi salón de clases, todos tirados en el suelo, la basura o las jardineras de la escuela. Maya debió tardar más tiempo en hacer todos esos anuncios, que el tiempo que gastaron los chicos en la escuela para tirarlos por donde sea, algo que de solo pensar me hace sentir lástima y preocupación por todo el esfuerzo de Maya que era cruelmente despreciado.
    Por un momento pensé en confrontar a ese chico y decirle que se disculpará con mi amiga, pero parecía enorme, de solo verlo sabía que yo me ganaría otra paliza y que realmente no ayudaría en nada a mejorar el problema de Maya. Por lo que no tuve de otra más que tomar mis cosas y salir del aula para ir a mi siguiente clase.
    Para mis siguientes clases la dinámica no fue distinta, las cosas eran tranquilas, casi aburridas, y en cada una de mis clases al menos había una persona hablando acerca de Maya y sus intentos de formar un club, hablando desde la simple curiosidad por la chica de cabello rosado, al igual que hablando de forma maliciosa por el simple hecho de poder hacerlo y meterse con ella.
-¡Oye! ¿Dónde estabas? Pensé que solo irías por algo de beber, ¿Por que te tardaste tanto?-
-Lo siento, chica. Es que vi algo realmente interesante, ¿Quieren oírlo? Tiene que ver con la chica nueva-
    El grupo de chicas rubias y bien vestidas de mi salón dejaron de echarle la bronca a su amiga, para invitarla a sentarse con ellas y les contará el último rumor acerca de la chica nueva, algo que intenté escuchar de forma discreta al suponer de que chica nueva estaban hablando ellas.
-Al parecer la jefa estaba regañándola-
-¿La jefa del consejo estudiantil?-
-¿Pues quien más, chica? Obvio la presidenta. No pude escuchar mucho, pero creo que la presidenta le pidió a la nueva que "recoja su basura", y también le dijo que quite los anuncios que pegó por la escuela-
    Todas cruzaron miradas entre ellas, con algunas riendo y otras dando reacciones exageradas antes de que la chica rubia de los rumores siguiera contando lo que vio.
-La presi es de temer cuando se enoja, pero creo que solo le dio una advertencia. Es la nueva después de todo, la próxima vez no tendrá tanta suerte-
    Con decepción el resto de chicas suspiró y dijo su forma de ver la situación.
-Buuu, ¡La presi debió castigarla o algo así! A nosotras nos ha regañado más por menos-
-¡Eso! ¡Eso! La presi es una dramática con nosotras, ¡Debería expulsar a la nueva!-
-Bueno... creo que te emocionaste con eso, chica. No diría que expulsarla pero sí castigarla, eso sería más justo-
    Las chicas siguieron cotilleando sobre un "castigo" digno de la chica nueva quien debía de estar recogiendo sus anuncios en estos momentos. Al saber ese último rumor pensé que debería ir a buscar a Maya, ayudarla a recoger sus anuncios o quizás hablar con la presidenta para que Maya no se meta en problemas. Tenía tantas cosas en la cabeza para ayudar a mi amiga, que para cuando tomé mis cosas para salir del salón, el maestro estaba justo por entrar al aula.
-¿A donde crees que vas? Regresa a tu asiento, jovencito. Mi clase está por empezar, tuviste tiempo para ir al baño o tontear en los pasillos. Ahora a tu sitio-
-Lo siento es que olvide-
-Una pena que hayas olvidado algo. Ahora vuelve a tu sitio y asume las consecuencias de tus acciones-
    El profesor no me dio oportunidad de reclamar, me bloqueó el pasó y me exigió volver a mi asiento, lo cual de mala gana obedecí. Durante su clase intenté ir al baño, pero apenas levantarme de mi lugar ya me estaba diciendo frente a toda la clase que me sentará y me callará, algo que sin más opciones tuve que hacer mientras oía las burlas de mis compañeros al ser reprendido por el profesor.
    Apenas pude prestar atención a su clase, todo el tiempo estaba pensando en Maya, y en cuanto sonó la campana que indicaba el final de la clase, tomé mis cosas para salir a los pasillos de la escuela y buscar a mi nueva amiga... 
-Por que todavía somos amigos, ¿Cierto?-
    Me pregunte con una mezcla de vergüenza y ansiedad, recordando como Maya me llamaba su compañero y me invitaba a confiar en ella en cada ocasión. Y yo por mi parte, no paraba de dejar tirada a Maya, por lo que la idea de no ser un buen amigo para ella cada vez aparecía más en mi cabeza, y si después de este día ella no quería volver a tenerme cerca, era algo que con todo el dolor dentro de mi aceptaría.
    La escuela era enorme, había tantos edificios que era difícil saber en cual podría estar Maya. Por desgracia, sí podía saber en que edificios no estaba ella.
-Por aquí no hay nada-
    Susurré al mirar las paredes de los edificios y los árboles cerca de los caminos, sin ningún tipo de cartel de Maya ni de su club, lo que me indicaba que todos esos sitios ya habían sido "limpiados" por Maya, y por lo que si quería encontrarla, debía buscar en los lugares que todavía tuvieran pegados los carteles que Maya hizo anoche, que estuvo pegando por toda la escuela durante el día, y que por desgracia se vio obligada a quitar antes de que terminará el mismo día.
-Una de las nuevas se está haciendo una reputación, ¿Sabes? Esa chica de cabello rosado, ¿Acaso no ha madurado? ¿Qué edad cree que tiene para teñirse el cabello de rosa? Parece una niña tonta y consentida-
    Escuché decir a un estudiante detrás de mi, acompañado de una chica castaña que lejos de detener esos malos comentarios, solo los apoyaba y llevaba más lejos.
-¿Una niña consentida? Yo le llamaría idiota o bicho raro. Su cabello rosa ya es espeluznante, pero ¿La has oído hablar? Repite su nombre como una tonta sin parar, ¡Apuesto a que lo hace para llamar la atención!-
    Los comentarios maliciosos de la chica provocaron la risa a carcajadas de ambos estudiantes que siguieron bromeando con cosas crueles sobre Maya.
-¿Verdad que sí? Solo es una mocosa que quiere llamar la atención. Seguro que como nadie la quería en su otra escuela por eso vino aquí. Si la ignoramos puede que también se terminé marchando de nuestra escuela-
-¡Eso! ¡Eso! ¡Hay que hacerlo!-
    Aunque escuchaba esas palabras me costaba creerlas, ¿De verdad ellos serían malos con Maya solo porque pueden hacerlo? ¡No tenía sentido! No está bien eso, mejor que muchas personas lo sé. 
    Yo no creo haber hecho nada malo como para soportar a mi bully durante tanto tiempo, él solo se ensañó conmigo por alguna razón y no he podido quitármelo de encima hasta la fecha... pensar que Maya pueda vivir algo similar a lo que yo he vivido por ser quien es, es algo que me duele, me molesta, me aterra, me preocupa y me hace sentir de tantas maneras negativas, que aún con todo el miedo que recorre mi cuerpo, no quiero dejar que ella pase por algo como eso.
-¿Deberíamos hacer algo para darle una lección? ¡Eso le ayudaría a madurar!-
    Sugirió la chica castaña, a lo que por primera vez y con decepción no fue apoyada por su pareja. No obstante, no la apoyó por ser una buena persona, lo hizo por temor de las consecuencias.
-No lo sé, hermosa. Eso suena a mala idea, ¿no recuerdas al gran bully de la escuela? Cuando sus bromas fueron demasiado lejos nadie volvió a saber algo más de él, no quiero que terminemos de la misma manera solo por jugar con la nueva-
    Puede que nadie se pregunte ni intente ayudar a ese bully. Sin embargo, él fue una advertencia de lo que les podría pasar a los que se excedieran con "sus bromas" o "sus juegos", él se volvió un ejemplo de lo que no se debe de hacer, y por desgracia yo sé mucho más acerca de ese bully de lo que me gustaría reconocer.
-Entonces.. ¿Vamos a "ese edificio" donde nadie puede molestarnos?-
    Creo que ya escuché demasiado, y ver lo que hace esa pareja antes de llegar al edificio X tampoco me ayudará, así que conteniendo lo mejor que pude mis emociones tenía que seguir buscando donde estaba mi amiga.
    Con tantos edificios me tomó más tiempo del que me gustaría, y detenerme a escuchar los rumores no me ayudó en lo absoluto, pero cada vez había menos edificios por revisar, y antes de tener que recorrer cada uno de ellos, un sonido peculiar llamó mi atención, el sonido de papel siendo rasgado y doblado, al igual que el sonido de la cinta adhesiva siendo despegada de su sitio a la fuerza.
    Di un par de pasos más en dirección del sonido, girando en la esquina del edificio y encontrando por fin a la persona que debí ayudar desde que comenzó el día... o quizás a quien debí ayudar desde antes para evitar que todo esto sucediera y así prevenir el mal momento que ella estaba pasando y que a juzgar por su cara, no podía ocultar.
    Al ver esa expresión en Maya me sentí muy culpable, creo que si hubiera sido un mejor amigo, y quizás si la hubiera ayudado en el momento correcto, Maya no tendría esa expresión en la cara que me hace sentir avergonzado por lo cobarde que fui al esconderme y no ayudar a alguien que sí me ayudaría a mí.
    Mi comportamiento fue lamentable, y puede que por mi falta de acción Maya haya pasado un mal momento, pero incluso si es un poco tarde, no quiero ignorarla más después de encontrarla recogiendo lo que con tanta dedicación había hecho.
-Con este sería el último volante... de este edificio...-
    Sé que apenas conocí a Maya hace un par de días, ella no es de piedra, es una chica y seguro es mucho más sensible de lo que yo podría pensar. Y aún con todas esas cosas en la cabeza, no pude evitar sentir un nudo en la garganta y como el corazón me dolía un poco al ver por primera vez a esa chica de radiante sonrisa con una expresión llena de tristeza y amargura al deshacer algo que le había tomado tiempo y dedicación. Yo me sentiría muy triste, quizás molesto y frustrado por haberle fallado, y si tuviera que adivinar, sin duda Maya debía sentir todo eso y más, expresándolo por primera vez en un rostro sin su cálida sonrisa.
    Su bolso escolar estaba bastante lleno y parecía pesado, seguro por todos los anuncios que tuvo que recoger después de haberlo colocado esta misma mañana, además Maya estaba un poco despeinada con algunas hojas en su uniforme y cabello, ¿será que también tuvo que recoger sus volantes tirados en las jardineras? Eso explicaría porque Maya se ve un poco desalineada. Ella se sigue viendo muy linda, pero no puedo negar la diferencia entre la Maya del primer día e incluso la sonriente chica pelirosa de esta mañana en comparación a la exhausta chica frente a mis ojos.
    Con cuidado Maya dobló su volante y lo metió a la mochila, girándose para seguir su camino y limpiar el próximo edificio. Por desgracia para ella, y de cierta forma también para mí, nuestras miradas se cruzaron antes de que ella pudiera irse. Me hubiera gustado ser más genial o valiente y ser yo quien me acercará a Maya para ayudarla, solo que la impresión de ver a mi amiga triste y cansada me tomó por sorpresa, haciéndome dudar por un instante en el que ella volteó y se encontró a lo lejos conmigo, provocando que como costumbre, mi falta de iniciativa hiciera a Maya dar el primer paso.
-¿Compañero? ¿Qué estas haciendo aquí, compañero? Maya creyó que las clases ya habían terminado-
    A mi amiga le tomó un momento reconocerme, mostrándose sorprendida antes de volver a mostrar esa gran sonrisa con la que cada vez me sentía más familiarizado. Sin embargo, está vez no podía alegrarme por verla sonreír, después de lo que vi, no podía creer que esa sonrisa de Maya fuera sincera para mi.
-¿Qué pasa, compañero? ¿Quieres que Maya y tú vayan juntos a casa? Maya lo lamenta mucho pero hoy es imposible para Maya, Maya está ocupada con su club y también Maya debe hablar con la presidenta estudiantil-
    Aunque Maya intentaba sonreír y sonar tan amable como en todos nuestros anteriores encuentros, no podía creer que fuera cierto, no después de todos los rumores que escuché a lo largo del día ni mucho menos al verla esconder con tanto ímpetu esa expresión triste y cansada que tenía hasta antes de encontrarse conmigo.
-Maya, ¿Estás en problemas con la presidenta?-
    Pregunté al acercarme un poco con ella, viendo como mi amiga negaba con la cabeza.
-No del todo. La presidenta sermoneó a Maya, ella le dijo a Maya que no podía colocar volantes sin permisos autorizados y otras cosas técnicas-
-Eso no es justo, ¿Qué no hablaste con ella ayer? Se supone que ella-
-Maya habló con el encargado de los clubes escolares, pero Maya pasó por alto al consejo estudiantil-
    ¿Son cosas diferentes? No pude unirme a ningún club el curso anterior por culpa de mi bully, y sinceramente no le presto atención al consejo estudiantil, así que quejarme sobre cosas que no sé era la peor forma en que podría ayudar a mi amiga, eso solo me haría sonar más idiota de lo que ya me siento con todo esto.
-Pero aún así... quitar todos tus volantes...-
-No te preocupes, compañero. Son cosas que pasan, de los errores se aprende, ¿No lo crees? Maya suele aprender mucho más de esa manera-
    Una vez más, Maya intentó sonreír sin parecerme muy convincente, en especial porque su mirada parecía más concentrada en los volantes que tuvo que quitar que en en estar hablando conmigo.
-Aunque digas eso, Maya... Quizás si hablo con la presidenta podríamos-
-La presidenta está ayudándome, compañero-
-¿Perdón?-
    Maya asintió varias veces al responder.
-Sí, la presidenta regañó a Maya por no seguir las reglas del comité escolar, y también le dijo a Maya como debe postular su club, cuantos integrantes necesita, los espacios disponibles para pegar anuncios y hasta esta ayudando a Maya a recoger sus volantes para pegarlos como es debido en los sitios asignados cuando Maya presente los permisos necesarios-
    ¿De verdad la presidenta estaba ayudando a Maya? A juzgar por la expresión de Maya, yo debo verme muy sorprendido, y me ahorró la necesidad de preguntar más sobre la presi.
-Da vergüenza admitir que Maya se emocionó e hizo muchos volantes, hasta la presidenta estaba sorprendida por todo lo que hizo Maya en poco tiempo, y después de sermonear a Maya y orientarla para abrir su club, ella se ofreció en ayudar a Maya a recoger sus volantes. La presidenta se está encargando de los edificios principales, los más grandes de todos, mientras que Maya ha estado recogiendo sus anuncios de los edificios más alejados, las áreas verdes... y claro, los que Maya ha encontrado tirados-
    Supongo que más tarde deberé conocer a la presidenta y darle las gracias por ayudar a Maya. Hay muchos rumores sobre la presidenta; tanto buenos como malos, pero si ella cuidó de Maya, ¿Qué tan mala puede ser en verdad? Sea como sea, conocerla será un reto para enfrentar después, ahora lo más importante para mi es otro tema.
-Lo lamento mucho, sé que te esforzaste en esos anuncios-
    Maya me miró con una expresión confundida, y tal como haría un cachorro, ladeó la cabeza antes de sonreír, o intentar sonreír.
-Sí, Maya se esforzó... muchas gracias por notarlo, compañero-
-Lamento que no todos pudieran apreciar tu esfuerzo...-
-Bueno, son cosas que pasan, compañero. Maya piensa que todas las personas son distintas, y así como Maya tenía el derecho de expresarse y hacer algo que le gustaba, otras personas estaban en su derecho de no corresponder los gustos de Maya-
    La respuesta de Maya era lógica y tenía todo el sentido del mundo, las personas somos distintas... pero aún así... aún así...
-Aún así no les da derecho de menospreciar tu esfuerzo-
    ¿De verdad lo había dicho? A juzgar por la mirada llena de sorpresa de Maya, sin duda esas palabras salieron de mi boca, y aunque me temblaran las piernas al hablar, era muy tarde para echarme atrás. Ya había dejado a Maya por su cuenta una vez, no lo haría otra vez.
-P-Perdón por decirlo en alto... solo que... hay otras maneras de mostrar nuestras diferencias.... que a otros no les gusten lo que a ti te gusta, no les da derecho de hacer lo que quieran... las cosas deberían ser distintas de otra manera-
    ¿Distintas de otra manera? No sé si esa era la forma correcta de expresarlo, al decirlo de inmediato me sentí arrepentido y también sentí como mi cara se ponía colorada por la vergüenza de mis palabras sin un sentido claro, las cuales hicieron que el rostro de Maya pasara del asombro a una pequeña y gentil sonrisa, mucho más sinceras que sus sonrisas de hace poco.
-Sí, Maya también cree que las cosas deberían ser distintas de otra manera, pero es lo que hay. Por eso Maya actúa a su manera, y las demás personas pueden actuar a su manera, ¡A cada uno le toca ser responsable de sus acciones a su manera!-
    Parecía que el entusiasmo de Maya había vuelto por un momento, quizás mi pequeña charla le ayudó un poco, pero yo aún no estaba satisfecho, todavía no había hecho nada por ayudarla realmente, ni mucho menos me había hecho responsable de mis acciones, y así como me quejaba de esas personas que se burlaban de Maya a sus espaldas, ¿Qué me hace diferente a mi al hablar con ella y dejarla por su cuenta? Yo todavía no hacía nada.
-Maya, lamento mucho no haberte ayudado-
    Dije tratando de que mi voz temblará lo mínimo posible al hablar con mi amiga que de inmediato comenzó a negar con la cabeza.
-¿Otra vez con eso, compañero? Maya no-
-Lamento no acompañarte ayer o no ayudarte con el club, y lamento mucho que las cosas no hayan salido tan bien el día de hoy-
-No te preocupes, compañero. Maya lo entiende, Maya sabe que tienes cosas que hacer y no tienes que disculparte, además Maya también cometió sus errores, Maya no está molesta y Maya piensa que no deberías preocuparte tanto-
-Aunque lo digas de esa forma, me gustaría ser de más ayuda... lo primero que debo hacer es disculparme, y luego debo resolver un último problema. Maya, ¿Puedes darme uno de esos? ¿Puedo llevarme uno de tus panfletos?-
    Pregunté señalando su bolso lleno de los anuncios que hizo, que colocó y que quitó, todo en menos de un día entero.
-Compañero, no tienes que comprometerte en ayudar a Maya, ¡Maya estará bien! Las cosas saldrán mejor mañana, ¡Un mal día no detendrá a Maya de abrir su club!-
-Entonces, ¿Puedes darme uno?-
    Pregunté una vez más al extenderle mi mano, y aunque era tan vergonzoso como para desviar la mirada, tuve que decir.
-Yo ayer tuve un mal día con mi madre, muchos días malos en realidad, pero déjame hacer las cosas mejor hoy para que mañana sea un mejor día para los dos-
    Al escuchar mi temblorosa voz decir esas palabras, pude sentir como todo el rostro me ardía de la vergüenza, incluso Maya parecía avergonzada, después de escuchar mis palabras y quedarse en silencio, vi como toda su cara se teñía de rojo por un momento antes de sacudir la cabeza para volver a estar más concentrada en la conversación.
-¿Estas seguro de esto, compañero? Maya no quiere obligarte a hacer nada-
    Me recordó una vez más mi amiga, a lo que con más calma le respondí.
-No me estas obligando a nada Maya, solo quiero echarle un vistazo-
    Ahora que lo recuerdo, ella no me ofreció un anuncio suyo está mañana, intentando pensar por Maya, quizás no quería forzarme de nuevo a unirme a su club, pero está vez es un poco distinta para los dos, porque no me está obligando ni nada por el estilo, un poco tarde, pero he tomado mi decisión. La mejor decisión, y la que debí haber elegido desde un principio.
-... De acuerdo, compañero. Maya te regala uno de sus anuncios sin compromisos, ¿Esta bien? Maya confía en su compañero-
-Muchas gracias, Maya. Prometo que lo cuidaré-
    Tal vez era un poco tonto de mi parte, pero en cuanto Maya me entregó su anuncio, lo tomé con cuidado, lo guardé con precaución en mi mochila, y con el corazón muy acelerado, tuve que decir adiós.
-Compañero... Maya no quiere juzgarte, pero ¿No verás el anuncio de Maya?-
-Lo siento mucho por eso también, Maya, y lamento no quedarme ayudarte, ¡Perdón por todo en estos días! Ya voy tarde a casa y mamá va a matarme, pero las cosas estarán mucho mejor mañana, ¡Te lo prometo!-
    Creo que después de mucho tiempo, por primera vez levanté la voz para decir algo bueno... Y eso me gustó, y siempre y cuando Maya no piense que estoy siendo un completo idiota por mi forma de actuar, creo que valdrá la pena hacer esa promesa tan fuerte para ella y para mi.
-Nos vemos mañana, Maya. Adiós-
    Maya parecía a punto de decir algo más, pero no me detuve para escucharla, en cuanto sujete bien mi mochila comencé a correr hacía casa, está vez no con miedo de ver a "mamá", está ocasión había una emoción aún más grande que el temor y no quería desaprovechar esa sensación.
-Espero que esa sensación aguante hasta que vea a mamá-
    Me susurré al salir de la escuela, tomando la ruta que me llevará cuanto antes a casa, y donde apenas entrar mientras intentaba recuperar el aliento, me encontré con la misma bienvenida hostil de los últimos días.
-Llegas más de media hora tarde, imbécil. No juegues conmigo, porque no tendré problemas en demostrarte quien está a cargo-
     Como ya se estaba volviendo costumbre, en cuanto cruce el umbral de la puerta para entrar a casa pude escuchar a "mamá" desde la sala de estar, donde ella estaba semi desnuda mirando la televisión; su cabello rubio desordenado, con una mirada fría y fulminante, con la mitad de su ropa de trabajo tirada alrededor de toda la habitación, y con ella en lencería oscura y una blusa semi abierta que dejaba a la vista su sostén de encaje. En otras condiciones verla así me hubiera hecho cerrar los ojos por la vergüenza, o su mirada intimidante me hubiera hecho retroceder, pero solo por está vez, hice todo lo posible para no doblegarme de inmediato ante ella y su fuerte presencia.
-Espero que no te unieras a ese tonto club a escondidas, si me entero que lo hiciste, no habrá quien te salve, idiota-
    Sus amenazas eran fuertes, pero hoy yo estaba inspirado, no perdería tan fácilmente, no acabaría esto como "mamá" quería, y aunque el desafío ni siquiera había comenzado, daría lo mejor de mi para estar a la altura del problema.
-No, no me he unido al club... pero quiero hacerlo, y para hacerlo, quiero aceptar tu trato-
    Pensé que decir esas palabras llenaría de satisfacción mezquina a mamá al conseguir humillarme justo como ella quería. Sin embargo, su mirada apenas cambio apartándose solo un instante antes de volver al televisor.
-¿El trato?-
-Sí... voy a hacerlo, de verdad voy a hacerlo, si tú me dejas unirme al club, te masajearé los pies todos los días en cuanto llegue a casa, lo prometo-
    Pensé que recordarle los detalles de nuestro acuerdo y prometer que cumpliría con sus exigencias haría que "mamá" finalmente mostrará su lado más mezquino para disfrutar de la situación. En cambio de eso, la mirada fría, cansada y desinteresada de mamá no cambió, ella solo dejó de mirarme, concentrándose por completo en mirar la televisión, murmurando unas palabras que echaron abajo todo el entusiasmo que tenía para enfrentarme a este problema.
-Mala suerte, imbécil. Ese trato ya expiró-