martes, 11 de marzo de 2025

Iniciando de nuevo

    Me levanté por la mañana con el ruidoso sonido de mi despertador, normalmente tardaría varios minutos más en tener los ánimos para levantarme temprano, pero por alguna razón, hoy fue diferente y me levanté sin problemas para apagarla y comenzar con mi día.
    Una vez fuera de la cama, busqué mi uniforme para ponérmelo en la oscuridad de mi cuarto, el sol no salía por completo todavía y con las luces apagadas, era algo difícil distinguir todo lo que podía ver. No obstante, seguí así para ponerme mi falda, mi blusa, mis medias y mi calzado escolar.
    Fue hasta el momento donde quise acomodar mi cabello que me percate de algo raro; mi cabello es extremadamente largo y hasta lo amarró para poder irme a dormir, pensaba que lo tenía amarrado como siempre y que por ello no me estorbaba al cambiarme pero para mi desgracia, no era nada de eso.
    Caminé con prisa para encender las luces en mi habitación y ponerme de frente al enorme espejo de mi tocador, viendo así algo que me dejaría sin palabras por un instante; lleve mi mano hasta el espejo para tocarlo, observando con incredulidad como se reflejaba lo mismo por el cristal, es lo normal, eso hacen los espejos, pero el reflejo que tenía para mi no era de mi agrado.
-¿¡Qué me pasó!? ¡Soy una niña! ¿¡Por qué me veo como una niña de nuevo!? No puede ser...Incluso mi voz cambió y mi pecho se encogió y mi cuerpo también y mi cabello se recortó...-
    Grité viéndome al espejo sin poder aceptar que lo que mis ojos veían no era mi cuerpo actual, sino que se veía en el reflejo mi cuerpo de hacía al menos 10 años en el pasado cuando todavía era una niña pequeña que recién ingresaba a la escuela.
    Mis facciones eran más suaves, mucho menos definidas, el largo cabello que me cubría toda la espalda ahora estaba tan corto y peinado con dos coletas humillantes e infantiles que ni siquiera llegaban a mis hombros.
    No pude evitar ver como mis pechos habían desaparecido casi por completo, mis cajones estaban llenos de sostenes como C, algunos hasta eran copa D, pero intentar usar uno de esos ahora sería una ridiculez, estoy casi segura de que si lo intento, algunos caerán automáticamente al suelo por todo lo pequeño que es mi cuerpo en estos momentos.
    No sólo mis pechos desaparecieron, mi figura de reloj de arena, muslos gruesos y buen trasero se habían perdido por completo, el cuerpo de modelo en el que tantos años trabaje desapareció en su totalidad, dejándome con el cuerpo de cuando era una niña de nuevo. Ahora que lo pienso, hasta me puso el uniforme escolar de mi vieja escuela, en la oscuridad pensé que se trataba de mi uniforme habitual pero ahora que lo veo es el mismo horrible uniforme de esa escuela de niñas a la que iba cuando era pequeña.
-Mi amor, ¿Estás lista para tu primer día de clases? Debes estar muy emocionada, hasta te vestiste tú solita, felicidades-
    Dijo mi mamá al entrar a mi habitación, dando unos últimos arreglos a mi uniforme antes de ir al colegio, actuando con una normalidad que me aterro.
-¡Mamá! ¿Qué te ocurre? ¿No te das cuenta?-
-¿De qué mi amor?-
-¡De qué soy una niña!-
-Oh, claro que me dio cuenta, yo misma lo provoque aunque me sorprende que tú te dieras cuenta, mi hechizo no salió completamente bien-
    En ese momento me alejé de ella, teniendo que ver hacia arriba para encontrar su cara que tenía una mirada totalmente tranquila, mientras la mía estaba más furiosa y confundida que nunca.
-¿Cómo que tú me hiciste esto? ¿Me transformaste en una niña y pensabas hacer que no lo supiera?-
-Básicamente, pero creo que tenerte con tus recuerdos será un mayor castigo. Te habías vuelto muy arrogante de tu cuerpo y creo que es normal, a tu edad hacía lo mismo y lo dejaría pasar, pero no es normal intentar seducir a maestros y alumnos para tener mejores notas en la escuela; uno de los tantos chicos a los que mentiste te delató, y dedique algo de mi tiempo a corroborar sus palabras...me sorprendió que mi hija que estudió modales tantos años cuando niña hiciera ese tipo de cosas, así que se me ocurrió este castigo ideal para recordarte como es que una buena niña se debe de comportar-
    Dijo apretando mis mejillas con fuerza, justo como tanto odiaba cuando era niña. Trate de quitarme sus manos de encima, pero la fuerza ahora estaba de su lado, así que soportaba sus apretones en mi cara mientras me seguía hablando y yo balbuceaba por culpa de su fuerte agarre sobre mi cara.
-La idea era volverte a criar como es debido, gracias a un poco de magia pude transformarte en una niña la cual volvería a asistir al colegio de modales para niñas, esperaba que volviéndote a criar pudieras ser alguien mejor. Sin embargo, no esperaba que conservaras tus recuerdos, así que el castigo se cambiará un poco: tú irás de nuevo al colegio de niñas para refrescarte los modales que se supone habías aprendido, y más te vale obedecer a las profesoras y actuar conforme a tu edad, ya no tienes 21 años, tienes 9 y medio, incluso tienes unos dientes de leche todavía y la pubertad está lejos de llegar. Por lo que, si quieres volver a tu cuerpo de antes, más te vale comportarte bien esta vez-
    Mi madre me explicó la situación, que es lo que yo debería de hacer y terminó al hacerme una amenaza, a la cual intente responder "¿Y si me resisto?" pero con sus manos jugando con mi rostro, solo pude escuchar que dije.
-¿Y shi mhe eshisto?-
-Aw~casi olvidaba lo linda que eras cuando pequeña, podría acostumbrarme a esto y decir que eres mi segunda hija, serias tu propia hermanita menor.... De hecho es una buena idea, a "tu hermana mayor" le pediré una ausencia escolar por todo el año ya que saldrá del país, mientras que tú "su hermanita menor" vendrás conmigo todo este tiempo e ingresaras al mismo colegio que tu hermana para seguir el ejemplo. Con respecto a tu pregunta, en caso de que te resistas o pidas ayuda, sencillamente volveré a hacer el hechizo y está vez te mandaré al jardín de niños con unos adorable 5 añitos para que hasta lo más básico no lo puedas hacer tú sola, o podría hacerte aún más pequeña con 2 años para cuidarte como a una bebé incapaz de hablar o moverse sola, incluso podrían ser 2 meses y que seas una recién nacida de nuevo. No creo que quieras nada de eso, ¿Verdad?-
-Por supuesto que no-
    Dije con una voz quebrada, dándome cuenta que contenía mis lágrimas, no sólo mi cuerpo cambió, aparentemente y tal como cuando era niña, me estaba portando mucho más dócil y emocional por lo que al darme cuenta que mamá estaba en pleno control de mi y la situación, lejos de intentar discutir, tal como hacía cuando niña me puse a llorar.
    Mamá al darse cuenta de eso, me soltó las mejillas y me abrazó, hablando con más sinceridad, que una vez más, fue recibida por mi pequeño cuerpo de una forma mucho mejor de la que pensé. Si fuera adulta seguro hubiera discutido, gritado y alejado a mamá, pero en estos momentos cuando ella me abrazó, solo pude corresponder su abrazo en silencio mientras oía sus palabras.
-Sé que es un duro castigo y que estabas orgullosa de tu cuerpo, pero en serio me decepcionó saber que hacías todo eso y como tal, es un castigo que espero te ayude a crecer como persona, de una u otra forma, ya sea aprendiendo tu lección en este cuerpo, o repitiendo 10 años de tu vida con los mismos malos pasos-
    Ella besó mi frente y salió de la habitación, diciéndome desde el marco de la puerta.
-Apresura a tomar tus cosas, zapatos y ropa que te haga falta, utiliza tu mochila antigua del colegio. Yo iré a prepararte el desayuno para llevarte a la escuela-
    Con eso dicho la escuche alejarse, quedándome sola una vez más en la habitación delante del espejo, planteando cómo sería mi vida de ahora en adelante iniciando de nuevo como una niña, "mi propia hermanita", inscrita al colegio de señoritas al que asistí durante tantos años para que aprenda la lección de mamá, o para que repita los últimos 10 años de mi vida.
Créditos a quien correspondan.

1 comentario: