sábado, 15 de marzo de 2025

Gata domestica

    Cuando mi novio me trajo a este lugar con la promesa de tener una experiencia inolvidable no me imaginé algo como esto, pensé que tendríamos algo de diversión, que me compró algo bonito o miles de cosas más antes de pensar en algo ligeramente parecido a lo que estaba por suceder.
    Cada uno vive por su lado y esta es la primera vez que me traía a su departamento, por lo que yo estaba tan nerviosa como emocionada de lo que ocurriera, cargando una mochila con ropa y poco más para irme todo un fin de semana a vivir con él.
    Sin embargo, en cuanto llegue a su departamento no tuve la bienvenida que esperaba, él me dejó entrar y cerró la puerta tras de mí para de inmediato colocarme un collar, pensé que sería algo bonito o elegante, pero al intentar verlo y por lo incómodo que se sentía, me di cuenta que era el collar que le pondría a cualquier animal.
    Luego me quitó la mochila con mis cosas mientras me besaba por el cuello, mi mayor debilidad y que me hizo bajar la guardia, ya que entre beso y beso, él me quitaba toda la ropa dejándome desnuda sobre el sofá, totalmente dispuesta a seguir con el acto.
    Supongo que fui algo tonta en ese momento, imaginaba que el collar y lo que me estaba haciendo era una especie de juego previo subido de tono, el cual continuo cuando él me puso una diadema para el cabello con unas enormes y peludas orejas de gato que con mi cabello oscuro, parecían salir de mi cabeza.
-Amor, ¿Que estas-
-Silencio, no te di permiso para que hablaras-
    Me respondió con fuerzas mientras me abría de piernas para ponerme aún más ropa, algo que sumisamente acepté al nunca antes haber visto a mi novio tan serio; él me vistió con unas medias de nylon negras y unas bragas negras con rayas blancas, deje que lo hiciera pero aun no entendía su propósito ni porque me hablaba así; después de eso siguió vistiéndome con unos largos guantes oscuros en conjunto de una blusa muy corta de color negro, cosas que deje que él me hiciera sin protestar.
-Se ve mucho mejor de lo que esperaba, te queda muy bien-
    Decía mi novio al terminar con los últimos detalles de mi nuevo atuendo, uno tan atrevido como vergonzoso, yo no usaría esto por cuenta propia, ni siquiera por mi novio. No obstante, tenía un mal presentimiento de toda está situación, aunque no quería vestirme de está manera, algo me decía que oponerme a mi chico solo desataría el infierno, o al menos un infierno mucho peor al que él ya estaba preparando para mi.
-No lo pregunte el otro día, Karlita, pero dime, ¿Te divertiste en casa de tu ex?-
    Intenté controlar mis emociones y reacciones, pero sé muy bien que por un momento mi cuerpo se estremeció mientras mi cabeza trataba de pensar ¿Cómo es posible que mi novio se diera cuenta de ese secreto? Yo estaba siendo muy cuidadosa, no había fotos o vídeos, ¡Y solo había visto a mi ex un par de veces a la semana desde hace unos meses! Pensé que lo estaba haciendo perfecto, sin embargo, al ser descubierta era evidente que había hecho algo mal.
-¿No vas a responder?-
-Y-yo... yo no sé de que estas hablando, amor-
    Mi novio suspiró con mi respuesta, algo que me haría enojar en otro momento, ahora solo me mantiene preocupada y a la expectativa de lo que pueda suceder.
-Tal vez te confundiste, no he visto a mi ex desde hace meses. Así que está bien, solo disculpate y deja que me cambie para que puedas invitarme algo rico de cenar-
    Al no tener respuesta, pensé que era el mejor momento para ponerme arrogante y mostrarme en control de la situación, si volvía a mi encantadora personalidad seguro que él terminaría por disculparse y hacer lo que le pidiera. Después de todo, no puedo negar que comencé a salir con este chico por lo fácil que es de manejar y por todas las cosas que me pueda dar. Por desgracia para él, aún es algo malo en una necesidad muy importante, por lo que para estar contenta, paso el rato con mi ex cumpliendo mis necesidades, mientras que todo lo demás puedo dejarlo en manos de mi novio.
-No sé de donde sacaste este atuendo, pero ya me viste usarlo, así que ya voy a quitármelo. Si tienes dinero para estas cosas, deberías tener dinero para llevarme al cine o comprarme el bolso del que te hable hace unos días. Además-
-Ya guarda silencio, Karla. ¿En serio crees que caeré en eso otra vez? No voy a disculparme ni a darte más cosas a cambio-
    Su negativa me hizo dudar un momento, yo quería mantener mi actitud dominante con mi novio, pero él nunca antes se había opuesto a mis deseos con tanto esmero, no estaba acostumbrada a ser quien reciba las ordenes, y aunque nunca permitiría eso, si mi novio de verdad me atrapó engañándolo, no sabría que hacer para convencerlo de quedarse conmigo.
-Por última vez, yo no hice nada de eso, así que si no quieres que terminé contigo en este momento, ye exijo-
-¡Karla!¡Yo te vi! Y aunque te amo, estoy dolido de que me engañarás y muy frustrado de lo egoísta que siempre has sido conmigo. Mientras yo trabajaba tiempo extra para comprarte lo que tú querías, tú te fuiste al bar con tu ex y saliste de su casa hasta la mañana siguiente-
    No pude responder a esas palabras, de alguna manera mi novio me había atrapado, describió lo que hice y aunque una parte de mi quería preguntar como es que lo sabía, la otra estaba más preocupada por salvar su relación o recibir un castigo de su novio.
-Es todo, terminamos. No quiero ser más tu pareja, pero antes de dejarte ir, merezco algo a cambio-
    Tomando con fuerza y determinación el collar en mi cuello, mi novio me acercó un poco hacía él, a lo que tímidamente agaché la cabeza al oírlo hablar.
-Al menos por este fin de semana, no te trataré como a mi novia, serás mi mascota Kitty y obedecerás todo lo que yo diga y aceptarás felizmente todo lo que quiera hacer contigo, ¿Te quedo claro?-
-¡Oye! ¿Quién te crees que-
    Por un momento quise revelarme contra mi novio, después de todo nadie me daba ordenes a mi ni mucho menos me humillaba. Sin embargo, antes de poder responder, su nuevo y habitual castigo para mi se hacía presente al jalar el collar en mi cuello para hacerme callar.
-Como ya te dije, tú no hablas sin mi permiso, y mientras estés conmigo, tendrás que obedecer. Si no lo haces, te castigo y la severidad del castigo cada vez será peor, por lo que depende de ti averiguar cuanto castigo vas a soportar. Pero esta bien, solo por esta vez haré una excepción y responderé a tu pregunta: a partir de ahora, soy tu dueño-
    Estaba sorprendida por lo en serio que se estaba tomando su rol mi novio, quien estaba más que listo para darme un castigo enorme solo por un pequeño error que tuve al verme con mi ex. Mi novio es quien está equivocado, no yo, y de alguna forma se lo haría saber. No obstante, hasta que logré volver a ponerlo en su lugar, haría mi mejor esfuerzo para no ser completamente dominada por él y su extraña afición de hacerme su mascota.
    En un acto de valentía me levante del sofá para pararme frente a él, no dejándome intimidar por la diferencia de alturas ni por el hecho de que él pensaba que yo estoy comportándome mal, mirándolo a la cara como muestra de desafío al preguntar.
-¿De verdad esperas que obedezca? Perfectamente puedo irme de nuevo a casa o pedir ayuda ¿Sabes?-
-Claro, kitty, sal en lencería a pedir ayuda por las calles, serás un espectáculo andante para todo el mundo y no creo que puedas ponerte otra cosa, le puse un candado a tu mochila y no tienes tu teléfono o dinero. Tal como mi mascota, solo tienes un lindo atuendo que yo te di-
    No pensé que también me quitaría mis pertenencias... eso hace aun más difícil ponerme al mando de la situación, por lo que rápidamente cambie la estrategia.
-¡Bien! Entonces no saldré hasta recuperar mis cosas, pero no haré lo que quieras, tú siempre eres el que cede y no será la excepción, ni aunque tú vida dependa de esto podrás lograrlo, idiota-
    Yo sonreía con malicia, tratando de mantener la calma y el control dentro de está situación, totalmente segura de que con un poco más de presión a mi chico, este se arrepentiría y me compraría ropa o algo como disculpa por todos los problemas que me está ocasionando.
-¿Estas segura de eso?-
-Segura... ¿Qué hay con ese libro?-
    Mi novio parecía ignorar mis amenazas, mostrándome un libro de aspecto antiguo que al comenzar a leer emitía un brillo extraño que debo reconocer me alteró un momento.
-¿Por que eso esta brillando tanto? ¿Qué estás planeando?-
    Pregunte con preocupación, la cual solo aumentó por la ambigua respuesta de mi novio.
-Solo me aseguro de tener a la mejor mascota, y este libro me ayudará. Veamos quien domina a quien, mi linda gatita-
Créditos a quien correspondan.

2 comentarios: