martes, 1 de marzo de 2022

Mi sueño hecho realidad

Tenía calor, mucho calor, mi cuerpo ardía y sudaba por todas partes al punto de que comenzaba a sentirme un poco desagradable.
Me movía de un lado a otro de la cama, siendo invadido por el sueño unos segundos antes de volver a abrir los ojos de golpe por la sensación del sudor y como mi mano recorría mi cuerpo hasta que no pude soportar más y sin importar que hora de la madrugada fuera me desperté para poder beber algo.
-Medias....no....parecen calcetas...¿Por qué las usó?-
Me pregunté al arrojar las cobijas y dejar descubiertas mis piernas, que también eran cubiertas desde los pies hasta por encima de las rodillas con unas suaves y esponjosas calcetas blancas, llenas de franjas moradas y naranjas con unos pequeños rostros de osito y orejas adorables como algodón en el borde justo antes de empezar con unos muslos suaves, hasta llegar al elástico de la cintura para mis braguitas blancas con franjas azules, las cuales me encantan.
-¿Me encantan?....¿Porque?....si se supone que soy un chico...no una chica-
No entendía nada, ni que me pasaba ni porque tenía tanto sueño o porque creía eso al ver mi cuerpo, si yo soy Emiliano y durante toda mi vida he sido un chico. Aunque ahora tengo en mente ese sueño extraño que tengo desde hace años; yo siempre he querido ser una chica por alguna razón, ya que más allá de lo erótico me gusta como se ve su lencería en su cuerpo, se ven tan lindas y puras, en más de una ocasión he deseado ser como ellas pero no, yo soy un chico, de ello no hay duda así que no podía ser como ellas.
Pero en el sueño no, ahí conocí a una extraña chica pelirosa que hablaba conmigo y que parecía saber como me sentía, como si yo mismo le hubiera dicho a detalle todo lo que quería en realidad, y que con un abrir y cerrar de ojos ya era un mujer en el sueño, estaba sorprendido pero aún más me quedé cuando ella intentó acercarse a mí, pegando su cuerpo con el nuevo cuerpo mío para acariciarlo y besarlo en los labios. Lo cual no permití, me estaba sintiendo bien con el contacto y con mi cuerpo femenino pero al final era un sueño, mi sueño en el cual tenía control y voluntad como para no dejar que me hicieran eso de besarme. 
Di un golpe a la cabeza de la chica con mi propia cabeza, algo que de inmediato corto todo acercamiento y me preguntó porque hice eso conteniendo el llanto, estoy seguro de que hablo aún más pero no lo recuerdo y fue en ese momento que desperté, sintiendo todo el calor en mi cuerpo y viéndome como una linda mujer. 
Me costaba creerlo pero esas piernas que no dude en pellizcar de sus muslos eran verdad, la ropa igual, incluso lo que había debajo de mis bragas lo era y se resintió un poco cuando solté el elástico de las mismas para que con un poco de fuerzas golpeara esa zona delicada, haciéndome dar un sobre salto por la sensación.
Más arriba sólo tenía un chándal blanco con franjas azules puesto medio abrochado, la parte inferior estaba oculta pero tenía suerte de que mis pechos no salieran de la ropa por no cerrar bien la prenda. De alguna forma eso dio igual porque al no tener sostén revise mis pechos, un poco perlados por el sudor de hace rato pero sin duda eran grandes, firmes y muy lindos al tacto emocionándome cada vez más al jugar con ellos como para soltar un jadeo y que los pezones se pusieran algo duros en consecuencia de lo que hacía, momento exacto en que deje el juego conmigo mismo por mi propio bien.
Por último mi cabello ondulado se había vuelto increíblemente lacio, ni cuando lo planche por horas una vez se veía y sentía tan lacio como ahora, además de que era más largo cubriendo buen tramo de mi espalda alta.
Insistiendo que por donde lo viera, hiciera, jalara o tocara este cuerpo era de mujer y no me gustaba, me encantaba, era más de todo lo que solo había imaginado, parecía que este cuerpo venía sacado directamente de mis sueños y deseos más profundos y no podía estar más feliz por ello.
Sonreía ante la situación, ante este maravilloso e inesperado cambio del cual no quería volver a la normalidad dejándome muchas cosas que pensar como para volver a dormir pronto o ir por mi bebida.
No tenía prueba alguna pero sin duda la chica de ese sueño tenía que ver algo con mi cambio, suena irreal pero sospechó que ella fue quien lo hizo en primer lugar, aunque como es que lo hizo y porque lo hizo están muy fuera de mi alcance para averiguar especulando, yéndome por la opción que me pareció más fácil, la magia.
Claro, de alguna forma mágica logró entrar a mis sueños para hacerme esto y de la misma forma no solo fue capaz de cambiar mi cuerpo entero al de una chica, sino también toda mi ropa que tenía y algunas cosas más.
Con tan solo salirme de la cama no solo sentí frío, después de todo mis piernas y trasero no estaban bien cubiertos, erizando mi piel seguido de un escalofrío en todo el cuerpo como consecuencia de la desnudez a la que no acostumbraba. 
Caminé justo hacia mí objetivo en un mueble, tomando una foto mía con un amigo donde ahora yo me veía como una chica, tal cual como soy ahora, pero justo a lado hay una foto con mis padres en la cual me sigo viendo como un chico, lo cual era lógico pero extraño. 
-¿Será que esta cambio lo deje incompleto?-
Me pregunté escuchando con mucha más claridad mi voz, siendo suave y más aguda, antes estaba medio dormido para notarlo pero ahora me daba cuenta que incluso mi voz era la de una dulce chica aunque no sé de que edad, quiero creer que la misma que cuando chico pero siendo honesto no tengo idea. 
Luego me puse a revisar los cajones viendo algo similar que con las fotos, incongruencias. En mi ropa interior tenía más calcetas, medias, bragas, tangas y sostenes, pero también tenía bóxers, trusas y playeras que utilizó por debajo de la demás ropa en ocasiones. En otros cajones pasaba lo mismo teniendo una notoria diferencia entre mi ropa de hombre y mi ropa de mujer, pensando en que es lo que podía hacer para solucionarlo. 
-Huh....quiero quedarme como mujer, no tengo duda de eso pero creo que debo volver a dormir, esa chica que golpee en la cabeza me volvió mujer en el sueño así que quizás también es la responsable de lo que ocurre en la realidad-
Me decía viendo un poco pero a detalle de frente y de atrás este hermoso cuerpo que ahora tenía.
-Sí es así, debo volver a dormir y esperar que ella venga otra vez, si no es por ella, no tengo idea de que haré, ¿Algunos pensaran que soy hombre y otros mujer? Será muy problemático resolver la situación yo solo, así que no hay de otra, debo pedirle ayuda a la chica, si me disculpo por golpearla y le explico que en verdad quiero quedarme así quizás me ayude...aunque para eso ella tiene que volver a mi sueño otra vez-
Pensaba en voz alta terminando de ver mi rostro e incluso lanzando unos besos hacia el espejo antes de terminar. Todavía me quedé de pie pensando un poco más al respecto pero no parecía haber muchas más opciones o respuestas, yo creía en esa chica y que ella podría volver este sueño en realidad pero de nuevo, ahora hace falta ver como puedo hacer que eso suceda. 
Era muy tarde todavía, pasada de la media noche y entre más tiempo pasaba sin hacer nada más me invadía el sueño, algo perfecto para mi en esos momentos así que camine hasta mi cama para contemplar en su máximo esplendor una vez más mi cuerpo de chica antes de acostarme. 
Quizás debí tomar una foto como evidencia si por alguna razón despierto y soy hombre, como una medida para saber que no era solo un sueño pero no, quería ir por todo o nada así que o despertaba siendo una mujer y teniendo la vida de una por completo o todo volvía a la normalidad y seguía con mi vida de chico como si nada de esto me hubiera pasado. 
Necesitaba toda la suerte del mundo para volver a entrar en ese sueño y volver a encontrarme con esa chica pelirosa que ahora comprendo me estaba apoyando, si me disculpo y la encuentro, seguro que puedo lograr algo bueno.
Buenas noches.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario