La señora del hogar

Cuando mamá me pidió un regalo por su cumpleaños no tuve problemas en aceptar, ella es mi madre y todo el tiempo se esfuerza por mí, así que gastar un poco de mi dinero en algo de ropa o una comida que ella quisiera valdría absolutamente la pena. 

Pero cuando me pidió que me volviera ella y tomará su lugar por unos días no tuve palabras para responder, creí que era una broma para valorar su esfuerzo sin embargo ella iba muy en serio y por como lo decía parecía que era real hacer un intercambio de cuerpos para cumplir su deseo. 

Era algo muy inusual su deseo pero tras pensarlo un poco no pude hacer más que aceptar. 

Cómo consecuencia mamá sacó unos anillos del cual ella se puso uno en el dedo índice y me pidió a mi hacer lo mismo con el otro. 

Así fue como antes de poder notarlo ya estaba en su cuerpo en el cual solo tenía de tarea hacer todas sus tareas mientras ella tomaba mi lugar en la escuela y se divertía un poco después de clases haciendo lo que más quisiera. 

Debo admitir que el primer día fue muy raro; tener ese cuidado con el maquillaje y la apariencia, usar ropa completamente distinta a la que acostumbraba sin mencionar que ver a mi madre desnuda al bañarme o ir al baño me parecía algo incómodo pero con el pasar de los días todo se volvió algo tan natural que ni siquiera lo mencionaba cuando ella y yo estábamos a solas. 

Mamá en mi cuerpo disfrutaba de la escuela e incluso subió un poco mis notas mientras que yo a pesar de que no tuviera un trabajo formal, como ama de casa no tenía mucho tiempo de descanso en realidad. 

Lo primero era arreglarme un poco para buscar que cocinar y si faltaba algo ir a comprarlo, una vez hecho eso tenía que barrer y trapear toda la casa, luego lavar la ropa separándola por colores, tras eso la mañana casi acababa así que mejor darme prisa en cocinar no solo para mi sino también para mis dos hijos, una vez mi hijo e hija llegan a la casa comemos juntos para que me dejen lavar los trastes y limpiar la mesa una vez acabemos, sin mencionar que mi hermana al ser muy pequeña todavía necesitaba supervisión y ayuda para los asuntos escolares, para este punto la ropa ya está seca así que hace falta planchar y acomodar, con todo eso hecho al fin podía tomar un pequeño descanso o directamente bañarme y dormir para el día siguiente. En serio que ponerme en los tacones de mamá era algo agotador, ser la señora del hogar consumía demasiado tiempo en el día a día. 

Sin embargo empezaba a disfrutarlo, me gustaba recibir halagos de mis hijos al apreciar todo mi esfuerzo que hago por ellos, también empecé a fijarme mucho en mi cuerpo y figura al punto que pasar horas poniéndome uñas, maquillándome o arreglando mi cabello para verme bonita se había vuelto normal en mis tiempos libres, al igual que hablar de chismes o rumores con mis vecinas. Sin ser grosero pero me había vuelto casi todo el estereotipo de mujer que muchas personas tienen, incluso yo tenía ideas al respecto pero vivirlo como ahora lo hago es una diferencia que no se puede poner en palabras. 

Pero por mucho que me guste o disguste todo esto, solo es algo temporal, mamá y yo volveremos a usar los anillos para recuperar nuestras vidas y menos mal ya que hasta ahora había estado sola pero este fin de semana vuelve papá de su viaje de negocios y muchas veces se ponen algo salvajes cuando eso ocurre, una experiencia de mamá que en definitiva no pienso tener o disfrutar. 

Así que solo disfruto un poco de estos últimos días libres que tengo, aprovechando del cuerpo de mi madre al andar medio desnuda mientras hago los quehaceres en la intimidad de mi hogar, es curioso cómo mamá parece ser mucho más joven de lo que en realidad es, seguramente tiene tan buena figura por andar de un lado a otro sin descanso por todo el hogar. 

Seguramente que esa parte de andar sin descanso fue la que la motivó a pedir que cambiáramos de cuerpo por unos días y está muy bien, creo que con esta experiencia más que nunca estaría dispuesto a ponerme en su lugar para ayudarla a descansar de su rutina la cual sin dudar disfruto de hacer, eso sí, si quiere que yo la cubra en su día a día papá debe estar muy lejos de aquí porque en definitiva lo que hagan en su intimidad son labores que no estoy dispuesto a hacer en su lugar.