Verán, mi nombre es Ana pero antes era Alan, yo vengo de una familia mágica que para preservar la pureza de nuestra sangre mágica o evitar que esta se acabe, cada ciertas generaciones un miembro renace en el cuerpo de un familiar más joven para así acumular más poder y conocimiento mágico.
Yo tuve una buena vida, una esposa hermosa que me amaba y con quien tuve una excelente hija a la cual nombramos Paulina y conforme ella crecía tanto mi esposa y yo envejecíamos, algo lógico con el pasar de los años pero que cada vez nos daba más noticias de nuestra pequeña; primero graduarse de la secundaria al bachillerato, del bachillerato a la universidad, de la universidad al trabajo y luego formar una familia con un buen hombre llamado Rick con el cual se casó y apenas hace unos meses nos anunció que esperaba tener una hija.
La noticia nos hizo muy felices, al fin tendría una nieta a la cual cuidar y ver crecer o esa era mi idea. Sin embargo, el destino puede ser muy caprichoso y para mi tenía otros planes muy crueles, muriendo antes de poder siquiera ver como crecía el vientre de mi pequeña.
Todo fue oscuridad un tiempo, tiempo en el cual apareció una abuela y me dijo que volvería a la vida pero no como Alan sino como un nuevo miembro de la familia el cual crecería para seguir trasmitiendo nuestra magia por más generaciones, misión que no podía rechazar por nada en el mundo.
Al ver la luz nuevamente pude ver el rostro de mi hija, intenté tocarlo pero mis manos eran muy cortas y al hablar no decía ninguna palabra pero podía oír todo muy bien siendo las primeras palabras de mi hija "Tranquila Anita, todo va estar bien, mamá y papá te cuidarán por siempre".
Desde entonces he crecido poco a poco, aprendiendo a gatear, caminar, ir al baño, llorado al tener accidentes, querer pecho de mami cuando era más pequeña o simplemente querer estar junto a ella.
Hay muchas cosas que me cuestan trabajo tan solo en recordar mis memorias pasadas, por momentos no dejo de pensar en ellas y en otros olvido quien fui antes, pero es inevitable; mamí es muy linda conmigo, me cuida, me baña, me compra linda ropa y me da rica comida y lechita, aunque extraño que sea de su pecho. Pero sé muy bien que me quiere mucho, como ahora que estoy cansada de jugar en el agua en la casa de la abuela, mamí me esta cargando para tomar una siesta en su pecho, es relajante oír el cálido latido de su corazón.
Mi misión como Alan es continuar el linaje de magia en mi familia pero para eso todavía falta mucho, incluso puede que haga eso aún si olvido la misión, después de todo cuando crezca quiero ser como mami y cuidar a mis hijas muy bien, darles de comer de mi pecho y tener a alguien como papi. Incluso si olvido por completo quien era mi abuelo Alan, yo como Ana cumpliré mi misión...pero por ahora, una siesta abrazando a mamá.
Créditos a quien correspondan. |
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