Felicity

Créditos a quien correspondan.

Joder ¿Qué fue lo que pasó? La cabeza me daba vueltas y apenas podía recordar nada de la noche anterior, viendo a mi alrededor, estaba en un cuarto de colores claros y lleno de cosas de mujer... Creo que empiezo a recordar, yo estaba robando aquí porque la mujer vivía rodeada de lujos pero creo que me vio; la recuerdo de pie con un arma que me disparó...después de eso todo se volvió negro y no recuerdo más pero si eso en verdad paso, entonces ¿Por qué sigo vivo? ¿Dónde estará ella?

En cuanto trate de ponerme de pie e irme, fue que note algo más; llevaba una cadena en el cuello la cual me impidió moverme más de unos centímetros de donde estaba sentada frente a un espejo, pudiendo ver así mi reflejo por primera vez: En el cuello llevaba un lazito rosa con una campana enorme y lencería blanca que dejaba a la vista mis pechos y abdomen, de alguna manera me había convertido en una mujer si en serio yo era la de ese reflejo, cosa que comprobé al moverme un poco y ver que la hermosa pelinegra en el espejo hacía lo mismo que yo.

No sabía de que estar más preocupado: si de estar encadenado en un lugar que ni conozco y no poder liberarme o si de estar buscando explicaciones como pude haber terminando en este cuerpo joven y delicado que apenas y se cubría con su ropa interior.

-Felicity, mi nena, veo que despertaste-

Oí decir a una mujer que entraba a la habitación, la misma mujer a la que le intente robar para ser exactos, llevaba una charola con cereal y leche que dejó en el suelo a una distancia que podía alcanzar.

-¿Felicity?¿Yo? Para nada, mi nombre es... - 

Intente decirlo, incluso recordarlo pero no podía, el nombre que había usado por años, toda mi vida como hombre ahora estaba fuera de mi cabeza pero por la expresión de la mujer ella no se veía sorprendida de que eso me pasará.

-Tu nombre es Felicity y eres mi mascota, aunque si te portas bien podría cambiarlo-

-¿A que te refieres?-

-Si, puede que con el tiempo y mejor educación te suelte la cadena o te dé más ropa pero ahora no confío tanto en ti, después de todo hace algunas horas trataste de robarme ¿No es así? -

Ambos sabemos la respuesta pero yo seguía sin tener idea de cómo acabe de esta forma y más importante, como poder revertirlo.

-¿Tú me hiciste esto?-

Dije mientras me movía un poco, mi largo cabello negro se movía conmigo y por la poca ropa que usaba era poco lo que no dejaba a la vista frente a la mujer y al espejo.

-Siendo exactas fue mi arma, pensé que en algún momento alguien intentaría robarme y necesitaba como defenderme pero no podría con la culpa de matar a alguien así que encontré esa arma, bastaría con un tiro para dejarte dormido mientras te vuelves una chica, muy linda si me lo dejas decir-

Tuve que quedarme callado e intentando creer en esa locura con el arma que dice, parecía sacada de una historieta pero tenía tetas y vagina así que era bastante real con solo verlo.

-No tienes idea del gusto que me dio ver que funcionará, no sólo porque me salvo de ti, sino porque te dejó en mis brazos, querida-

-¿A que te refieres?-

Pregunté asustado.

-A qué tendré alguien con quien divertirme, nadie podría venir a ayudarte así que serás mi mascota Felicity, estarás encadenada un tiempo mientras te ganas mi confianza, de ti dependerá cuanto tiempo estarás así. Debes portarte como una chica y obedecer lo que te pida, así te daré mejores cosas como lencería, ropa, una cama, puede que en algún momento dejes de ser una mascota y podamos ser amigas o algo más pero por ahora estarás a prueba ¿Alguna duda? Ahora regreso-

Hablaba de una forma tan tranquila y despreocupada pero iba muy en serio, eso es lo que más me preocupaba, después de todo se las arregló para volverme una chica, ponerme ropa interior y encadenarme.

Ahora que prácticamente era de su propiedad ¿Qué no me haría? No pienso averiguarlo pero sin siquiera poder dejar esta habitación lo mejor será obedecer a mi dueña hasta que pueda hacer algo al respecto.

Créditos a quien correspondan.