martes, 1 de febrero de 2022

Te lo prometo

-Oh...mi bebé, lamento mucho lo que te hicieron, lo que te hice, todo fue mi culpa-
Decía mamá con un tono de voz triste al verme de nuevo por primera vez, ya no era un hombre sino una mujer, incluso perdí un par de años pero al menos no la vida después de ese incidente.
Hace unas semanas iba en el transporte público con mi mamá, era algo tarde y tenía miedo de que algo le sucediera, normalmente no era así pero tenía un mal presentimiento al respeto así que la acompañe para ir y venir de su trabajo en el hospital con ella. 
Todo iba bien hasta el regreso, el camión iba lleno de gente y aun así todos nos quedamos congelados al ver como un hombre que había abordado sacaba un arma de fuego para robarnos a todos los que pudiera.
Era muy triste ver como una persona así pisoteaba todo el esfuerzo de mejores personas robando sus pertenencias pero era darle lo que pedía o tener un tiro en alguna parte del cuerpo. Como fueran de costosas las cosas no podían compararse con el precio de una vida así que no había de otra.
Pero al llegar conmigo y mi madre, parecía que no quería solo sus pertenecientes, la quería a ella y sin más la sujeto del brazo para llevársela. No puedo describir bien ese momento, mi mamá estaba aterrada y al borde del llanto mientras mi cuerpo temblaba de miedo y frustración que de alguna forma libere al golpear en la cara al hombre, haciéndolo tambalear pero también disparar su arma.
Un dolor intenso recorrió todo mi pecho en instantes, haciéndome doblar al momento, escuchando como mi mamá lloraba por lo que me hicieron y a su vez, la gente hacía un revuelto ahí en contra del asaltante.
Pensé que ahí terminaría todo, moriría joven a mis 19 años y con muchas cosas sin poder hacer pero ¿Saben?, verdaderamente moriría feliz ya que pude proteger a mi amada madre, el deseo de pasar mas tiempo con ella me mantuvo a flote en mi cabeza un tiempo hasta que finalmente toda la oscuridad me invadió.
Y de repente la luz blanca del hospital la hizo desaparecer, no creía que pudiera sobrevivir a ese tiro a quema ropa y en parte no lo hice, al menos no mi cuerpo.
Este cuerpo es más pequeño, con una larga cabellera rubia algo peinada y un poco menos de mi edad, diría que entre 15 y 17 años por como su cuerpo apenas está terminando de crecer. Lo vi con atención unos minutos sentado en la cama en los que una enfermera se dio cuenta que desperté y me habló, tal parece que yo era una noticia en el hospital pero solo me pregunto cómo me sentía, que si me podía levantar y que en un momento venía mi madre.
Saber eso me alegro y siguiendo sus indicaciones me puse de pie lentamente esperando que mamá entrará a la habitación.
En cuanto entró me voy de pies a cabeza, tal como yo a ella y nos dimos un fuerte abrazo, creo que ambos queríamos llorar pero ella dio lo mejor de sí para no hacerlo, mientras yo si que dejaba escapar un par de lágrimas que me seco, dando así inicio a nuestra conversación.
-Para nada, mamá...lo volvería a hacer, no podía dejar que te pasara algo malo-
-Ni yo a ti y sin embargo mira como quedaste-
Respondió claramente refiriéndose a mi nuevo cuerpo del cual tenía un montón de dudas.
-Sí...no es como imaginaba volver a vernos, de hecho no esperaba volver a verte, ¿Qué me pasó? ¿Qué sucedió después del disparo? -
Ella soltó un suspiro antes de empezar a acariciar mi cabeza, era algo tranquilizante pero la tensión y duda de todo seguía pendiente.
-Después de que te dispararon, un policía fuera del trabajo vio la oportunidad de atrapar al delincuente y mucha de la gente le ayudó, te volviste un héroe, felicidades hijo mío-
No sabía que pensar al oír eso, simplemente estaba en shock intentando no perderme en toda la información que recibía.
-Yo intenté detener la hemorragia y otras personas llamaban tanto a la ambulancia como a la policía, gracias al policía del autobús llegaron mucho más rápido para salvarte. Sin embargo la bala se quedó incrustada en tu pecho, los mejores del hospital no podían hacer nada para salvarte pero había otra alternativa-
-Volverme chica...-
Murmure tratando de anticiparme a las palabras de mamá quien me corrigió.
-No del todo, es un proyecto o programa algo secreto que solo personal del ejército o policías tienen derecho a ejercer, si mueren en labor o batalla y su cuerpo o cerebro está intacto, sobre todo el cerebro, pueden aspirar a otra vida en un cuerpo modelo compatible al de ellos. No deberías haber recibido esa operación pero el policía abogó por ti y que si era necesario él renunciaba a usarlo en sí mismo para que lo usarán en ti-
-Suena como un héroe-
-Al igual que tú para la gente del autobús y para mí, esas acciones son las que definen a los héroes. Así que fue cuestión de unos preparativos rápidos y mi permiso para hacerte esto y tras casi dos meses al fin despertaste, lo siento mucho hijo-
Mamá sin dudas quería llorar, su voz le temblaba y su expresión era afligida pero conociéndola no lloraría ni aunque le pusieran a cortar cebollas o le echaran limón a los ojos, al menos no aquí como doctora así que todo lo que podía hacer yo era hablar desde el fondo de mi corazón.
-Mamá, no estés triste. Nunca imaginé que algo así fuera posible pero me hace feliz estar con vida y ver que tú lo estás también, desde que papá murió hace unos años nos volvimos más unidos tú y yo, no quería ver que te pasara algo malo no podía y si por una horrible razón volvemos a estar en esa situación, volvería a hacer lo mismo sin esperar otra oportunidad de vida-
-Hijo...-
-Hijo ya no, hija. No mentiré y seguro será difícil este cambio, pero no dudes de qué lo aceptó con gusto, después de todo me ha dado la oportunidad de volver a verte sonreír mucho más tiempo así que para mí ha válido por completo la pena y te prometo que no te volveré a dejar sola-
Di la mejor y más radiante sonrisa que este cuerpo me permitió, viendo directamente a mi madre hacía arriba esperando que ella también lo hiciera sin embargo, no fue así, en su lugar me abrazo con fuerzas y dio muchos besos a mi cabeza, haciendo que correspondiera su abrazo tras la sorpresa aunque me hacía sentir mucho más pequeña o pequeño de lo que ya era.
-De verdad que no sé qué hice para merecerte, hijo, yo también tendré que acostumbrarme pero si es verdad lo que dices, no tengo duda de que saldremos de esta pero no te vuelvas a arriesgar así-
-No puedo prometer eso, ¿Tú no harías lo mismo en mi lugar? Además, el honor es mío por ser tu hija-
Ella ya no me respondió y en su lugar siguió con el abrazo por varios segundos más.
-Te prometo que no te déjate solo...sola en esta situación, todavía debes descansar pero cuando te den el alta, haré todo lo posible para que tu vida no sea tan problemática, será todo un reto hacerte una chica con lo imprudente que eres-
Dijo con una leve sonrisa, dando un último beso en mi frente y dándome media vuelta hacia mí la cama de mi habitación.
-Pero prometo que te ayudaré-
-Yo también lo prometo-
Respondí con alegría yendo de nuevo a la cama de mi habitación mientras que mamá se iba para seguir su día en el hospital.
Sin duda alguna habría problemas, aventuras y malos ratos, ahora que lo pienso siento que la ropa y el maquillaje serán todo un problema además que no quisiera tener esos días difíciles cada mes pero si mamá me ayuda como antes y yo también me esfuerzo, estoy segura de que podemos volver a tener nuestra tranquila vida, es una promesa.

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