-Nunca me escucha, le dije que era una estupidez pero ¿Me escucho? No, nunca lo hace, y ahora estamos metidos en este problema por su culpa-
Me quejaba en voz alta en la soledad de mi cubículo a la hora de mi descanso, uno que ya no lo necesitaba, puesto que no soportaría mucho más tiempo este estúpido disfraz que mi hermana me hizo poner y que mi cuerpo no pudo aguantar más sin alguna clase de reacción. Solo afloje toda la ropa un poco y deje que mi "hombría" tomará un poco de espacio, porque eso de tenerlo apretado y con las piernas cerradas se estaba volviendo un infierno de soportar.
-Me las pagará cuando vuelva a casa, esa idiota se va arrepentir-
Amenazaba para reconfortarme aunque sea un poco, puesto que lo único que me mantenía a flote en estos momentos, era el profundo deseo de arrancarle la cabeza a mi hermana por todo este día tan horrible por el cual me está haciendo pasar.
A esa idiota le pareció muy divertido irse de fiesta con gente de la compañía un día antes de trabajar, lo cual no ocasiona mayor problema. A no ser que al día siguiente su jefe amenazara con despedir a todo aquel que no se presentará puntual al trabajo y peor aún que se presentará en estado de ebriedad.
Básicamente mi hermana estaba jodida y yo también lo estaba pues ella es quien paga las cuentas para que yo pueda seguir estudiando y así en un futuro ayudarme a conseguir un buen puesto en la empresa donde trabaja, por lo que su despido arruinaría todo para ambos.
La única y más estúpida opción que teníamos para salir bien librados de un enorme problema era que yo tomará su lugar; con mi complexión, una buena peluca y mucho maquillaje podríamos engañar su jefe, o al menos eso es lo que creía ella; según mi hermana, la vista de su jefe no era la mejor; y aunque su idea no me generaba mucha confianza, sin otra opción más, no tuve más remedio que ponerme en los tacones y ropa de oficina de mi hermana para tomar su lugar por un día.
Por mucho que intentará pensarlo, no había de otra, era imposible que ella pasara como alguien sobria en cuestión de horas, así que en lugar de seguir en su fiesta apenas se enteró de la amenaza del jefe, ella vino a la casa para preparar todo en un desesperado intento de salvar su trabajo.
Apenas y pude dormir por todo lo que tuvimos que hacer en cuestión de unas horas: mi hermana rasuró todo mi cuerpo, eligió "un buen atuendo" y me ayudó a ponérmelo, luego vino la peluca y al final la parte más jodida que fue el maquillaje. Yo nunca había utilizado maquillaje y ella estaba demasiado ebria para lograr ponerlo bien a la primera por lo que gran parte de la madrugada fue haciendo un maquillaje adecuado para ocultar mis facciones masculinas y resaltar las femeninas que compartía con mi hermana.
Ni yo mismo estaba convencido del resultado final, pero mi hermana puso todo su esfuerzo en prepararme antes de ir a vomitar y quedarse dormida, así que todo lo que podía hacer era tomar su bolso, ponerme sus tacones y presentarme a trabajar.
El lado bueno es que toda la transformación había logrado su resultado y su jefe me recibió en la entrada, dándome un beso en la mejilla y felicitando mi excelente presentación para el trabajo, a diferencia del resto de compañeros a quienes ya había despedido por venir alcoholizados o en su defecto despedidos por ni siquiera presentarse al trabajo. Por lo que además de la felicitación del jefe, también comentó la posibilidad de un aumento o mejor oferta de trabajo, todo a discusión después de ese día de prueba en el que de momento, yo era "la única ganadora".
Entre las cosas buenas creo que también puedo mencionar que no sólo el jefe, si no que nadie más parece haberme descubierto, en el edificio había poca gente y quienes estaban tenían sus lugares de trabajo alejados del mío, por lo que casi todo mi turno he estado alejado de los compañeros encerrado a cal y canto dentro de mi cubículo.
Pero no todo podía ser tan bueno, y es que fingir ser mujer ha sido más agitado que el propio trabajo que debo de realizar, especialmente por aquellos imbéciles que no saben tratar a una dama como la que ahora soy por mi disfraz.
Justo antes de mi receso tuve que ayudar a un tipo que parecía de lo más normal hasta que por "accidente" dejó caer unos documentos tras los escritorios. Por educación me agache a recogerlos pero en el reflejo pude ver que lo hizo para verme el trasero, cosa que logró por completo ya que olvidé estaba usando falda y pudo ver mis bragas y trasero en todo su esplendor. Al darme cuenta de eso me levanté de inmediato con la cara roja tratando de jalar aún más mi falda pero lo hecho, hecho estaba, y parecía bastante satisfecho por lo que había mirado ese pervertido, cosa de la cual no podía quejarme demasiado puesto que él si gritaba o daba una mala reacción era una obvia indicación de que vio algo más que mi trasero y las bragas... por lo que sí, por muy humillante que eso haya sido, tenía que estar agradecido de que no vio nada "poco femenino" por llamarlo de alguna manera.
Por si su pervertida idea fuera poca cosa, mientras le ayudaba con sus documentos me dijo varios cumplidos e intento invitarme a salir, cosas que ignore en todo momento para cumplir con mi trabajo hasta que al fin termine, me levante de mi asiento y sujetando con mucho cuidado mi falda, invite al tipo a salir de mi despacho, cosa que hizo despidiéndose al darme una fuerte nalgada que por los tacones casi me hizo tambalear.
Me quejaba en voz alta en la soledad de mi cubículo a la hora de mi descanso, uno que ya no lo necesitaba, puesto que no soportaría mucho más tiempo este estúpido disfraz que mi hermana me hizo poner y que mi cuerpo no pudo aguantar más sin alguna clase de reacción. Solo afloje toda la ropa un poco y deje que mi "hombría" tomará un poco de espacio, porque eso de tenerlo apretado y con las piernas cerradas se estaba volviendo un infierno de soportar.
-Me las pagará cuando vuelva a casa, esa idiota se va arrepentir-
Amenazaba para reconfortarme aunque sea un poco, puesto que lo único que me mantenía a flote en estos momentos, era el profundo deseo de arrancarle la cabeza a mi hermana por todo este día tan horrible por el cual me está haciendo pasar.
A esa idiota le pareció muy divertido irse de fiesta con gente de la compañía un día antes de trabajar, lo cual no ocasiona mayor problema. A no ser que al día siguiente su jefe amenazara con despedir a todo aquel que no se presentará puntual al trabajo y peor aún que se presentará en estado de ebriedad.
Básicamente mi hermana estaba jodida y yo también lo estaba pues ella es quien paga las cuentas para que yo pueda seguir estudiando y así en un futuro ayudarme a conseguir un buen puesto en la empresa donde trabaja, por lo que su despido arruinaría todo para ambos.
La única y más estúpida opción que teníamos para salir bien librados de un enorme problema era que yo tomará su lugar; con mi complexión, una buena peluca y mucho maquillaje podríamos engañar su jefe, o al menos eso es lo que creía ella; según mi hermana, la vista de su jefe no era la mejor; y aunque su idea no me generaba mucha confianza, sin otra opción más, no tuve más remedio que ponerme en los tacones y ropa de oficina de mi hermana para tomar su lugar por un día.
Por mucho que intentará pensarlo, no había de otra, era imposible que ella pasara como alguien sobria en cuestión de horas, así que en lugar de seguir en su fiesta apenas se enteró de la amenaza del jefe, ella vino a la casa para preparar todo en un desesperado intento de salvar su trabajo.
Apenas y pude dormir por todo lo que tuvimos que hacer en cuestión de unas horas: mi hermana rasuró todo mi cuerpo, eligió "un buen atuendo" y me ayudó a ponérmelo, luego vino la peluca y al final la parte más jodida que fue el maquillaje. Yo nunca había utilizado maquillaje y ella estaba demasiado ebria para lograr ponerlo bien a la primera por lo que gran parte de la madrugada fue haciendo un maquillaje adecuado para ocultar mis facciones masculinas y resaltar las femeninas que compartía con mi hermana.
Ni yo mismo estaba convencido del resultado final, pero mi hermana puso todo su esfuerzo en prepararme antes de ir a vomitar y quedarse dormida, así que todo lo que podía hacer era tomar su bolso, ponerme sus tacones y presentarme a trabajar.
El lado bueno es que toda la transformación había logrado su resultado y su jefe me recibió en la entrada, dándome un beso en la mejilla y felicitando mi excelente presentación para el trabajo, a diferencia del resto de compañeros a quienes ya había despedido por venir alcoholizados o en su defecto despedidos por ni siquiera presentarse al trabajo. Por lo que además de la felicitación del jefe, también comentó la posibilidad de un aumento o mejor oferta de trabajo, todo a discusión después de ese día de prueba en el que de momento, yo era "la única ganadora".
Entre las cosas buenas creo que también puedo mencionar que no sólo el jefe, si no que nadie más parece haberme descubierto, en el edificio había poca gente y quienes estaban tenían sus lugares de trabajo alejados del mío, por lo que casi todo mi turno he estado alejado de los compañeros encerrado a cal y canto dentro de mi cubículo.
Pero no todo podía ser tan bueno, y es que fingir ser mujer ha sido más agitado que el propio trabajo que debo de realizar, especialmente por aquellos imbéciles que no saben tratar a una dama como la que ahora soy por mi disfraz.
Justo antes de mi receso tuve que ayudar a un tipo que parecía de lo más normal hasta que por "accidente" dejó caer unos documentos tras los escritorios. Por educación me agache a recogerlos pero en el reflejo pude ver que lo hizo para verme el trasero, cosa que logró por completo ya que olvidé estaba usando falda y pudo ver mis bragas y trasero en todo su esplendor. Al darme cuenta de eso me levanté de inmediato con la cara roja tratando de jalar aún más mi falda pero lo hecho, hecho estaba, y parecía bastante satisfecho por lo que había mirado ese pervertido, cosa de la cual no podía quejarme demasiado puesto que él si gritaba o daba una mala reacción era una obvia indicación de que vio algo más que mi trasero y las bragas... por lo que sí, por muy humillante que eso haya sido, tenía que estar agradecido de que no vio nada "poco femenino" por llamarlo de alguna manera.
Por si su pervertida idea fuera poca cosa, mientras le ayudaba con sus documentos me dijo varios cumplidos e intento invitarme a salir, cosas que ignore en todo momento para cumplir con mi trabajo hasta que al fin termine, me levante de mi asiento y sujetando con mucho cuidado mi falda, invite al tipo a salir de mi despacho, cosa que hizo despidiéndose al darme una fuerte nalgada que por los tacones casi me hizo tambalear.
Tuve que tragarme todo mi orgullo y ganas de darle un puñetazo, sonriendo amablemente hasta que saliera del cuarto, momento donde cerré con llave la habitación y finalmente pude suspirar un momento, en este breve momento de reflexión al iniciar con mi descanso.
Los malditos tacones me los quite, las bragas que apretaba a mi amigo también por un momento y aquel escote con relleno que cuide todo el día también lo saque para poderme relajar en la privacidad de mi espacio de trabajo.
-Espero que mi hermana no deba lidiar con idiotas como este todo el tiempo, debe ser de los más horrible que solo por vestirse linda los hombres se crean la gran cosa. Ni siquiera en su casa los quiere o los extrañan y tienen la estúpida fantasía de que mujeres que ni conocen los tratan de seducir. Digo, ¿Que tan estúpido y subnormal debes de ser para creer que un tipo disfrazado de mujer te está coqueteando?-
Podría seguir todo el día quejándome sin llegar a una respuesta que no fuera que son estúpidos pero no tengo tiempo para ello, todavía tengo trabajo que hacer y largas horas fingiendo ser mi hermana.
Así que de vuelta a los tacones, me volví a poner el escote y su relleno, revise el maquillaje y lo arregle con las cosas de mi bolso y finalmente me volví a poner las bragas ocultando lo mejor posible a mi compañero, dándome cuenta de que mi hermana y yo tenemos buenas piernas en el proceso pero que no lo vuelven el pretexto para andar mirándolas todo el día o peor al intentar tocarlas como aquel idiota de hace rato.
De nuevo me desvío del tema y no tengo tiempo para ello, ya que mi descanso está por terminar y mi próximo cliente está por llegar.
Ya tendré tiempo para admirarme y para quejarme cuando llegue a la casa pero por ahora, debo seguir actuando y trabajando tal como lo haría mi hermana.
Los malditos tacones me los quite, las bragas que apretaba a mi amigo también por un momento y aquel escote con relleno que cuide todo el día también lo saque para poderme relajar en la privacidad de mi espacio de trabajo.
-Espero que mi hermana no deba lidiar con idiotas como este todo el tiempo, debe ser de los más horrible que solo por vestirse linda los hombres se crean la gran cosa. Ni siquiera en su casa los quiere o los extrañan y tienen la estúpida fantasía de que mujeres que ni conocen los tratan de seducir. Digo, ¿Que tan estúpido y subnormal debes de ser para creer que un tipo disfrazado de mujer te está coqueteando?-
Podría seguir todo el día quejándome sin llegar a una respuesta que no fuera que son estúpidos pero no tengo tiempo para ello, todavía tengo trabajo que hacer y largas horas fingiendo ser mi hermana.
Así que de vuelta a los tacones, me volví a poner el escote y su relleno, revise el maquillaje y lo arregle con las cosas de mi bolso y finalmente me volví a poner las bragas ocultando lo mejor posible a mi compañero, dándome cuenta de que mi hermana y yo tenemos buenas piernas en el proceso pero que no lo vuelven el pretexto para andar mirándolas todo el día o peor al intentar tocarlas como aquel idiota de hace rato.
De nuevo me desvío del tema y no tengo tiempo para ello, ya que mi descanso está por terminar y mi próximo cliente está por llegar.
Ya tendré tiempo para admirarme y para quejarme cuando llegue a la casa pero por ahora, debo seguir actuando y trabajando tal como lo haría mi hermana.
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Créditos a quien correspondan. |
Excelente historia, me gusto muchisímo, gracias por tanto.
ResponderBorrarOjalá hagas mas así
Me alegra mucho que le guste la historia, anónimo. No todos los días veo apoyo a esta clase de historias, lo valoro mucho.
Borrar-Nero.
Gran historia ojalá tener una hermana que se vistiera asi para poder suplir seguido
ResponderBorrarSeguro que sería interesante, anónimo. Que bueno que muestre apoyo a esta historia.
Borrar-Nero.