No sé como es que las cosas se calentaron tanto que llegamos a este punto, pero una vez aquí no creo que podamos parar, tampoco es que lo queramos, solo que la mera idea de hacer lo que estamos apunto de hacer sigue siendo un tanto extraña como provocadora y sobre todo, está muy lejos de detenerse.
Hace rato estábamos en la sala de estar, mi padre, madre y yo hablando de tonterías y el día a día después de la comida, donde para variar no hubo discusiones salvo que tan fuerte sería la tormenta eléctrica de la que llevaban hablando todo el día, y que con una fuerte lluvia anunciaba su inminente llegada, misma que nos hizo permanecer a todos juntos en la sala de estar escuchando la radio.
Hace rato estábamos en la sala de estar, mi padre, madre y yo hablando de tonterías y el día a día después de la comida, donde para variar no hubo discusiones salvo que tan fuerte sería la tormenta eléctrica de la que llevaban hablando todo el día, y que con una fuerte lluvia anunciaba su inminente llegada, misma que nos hizo permanecer a todos juntos en la sala de estar escuchando la radio.
Al poco tiempo de iniciar la lluvia, los truenos se escucharon, la luz se fue y dentro de la inmensa oscuridad, un imponente trueno cayó para cambiar nuestras vidas de una forma más literal de la que jamás pensé.
Lo último que yo recuerdo es oír como un trueno caía muy cerca, luego perdí la conciencia para despertar no en mi cuerpo sino en el de mi propia madre; me sentía tan débil y confundida, pequeña e indefensa, solo llevaba una blusa sin manga y una falda que poco me resguardan del frío en aumento debido al clima fuera de casa.
A los pocos minutos de que yo desperté en el cuerpo de mi madre, despertó mi padre, o al menos eso era lo que creía. De lo que estaba extrañamente segura era del atractivo y varonil cuerpo de mi padre que de solo mirarlo de cerca me hizo estremecer, pero en ese cuerpo no estaba él.
A los pocos minutos de que yo desperté en el cuerpo de mi madre, despertó mi padre, o al menos eso era lo que creía. De lo que estaba extrañamente segura era del atractivo y varonil cuerpo de mi padre que de solo mirarlo de cerca me hizo estremecer, pero en ese cuerpo no estaba él.
Mi mamá por alguna razón se quedó con el cuerpo de mi padre, me lo hizo saber cuando vio su propio cuerpo moverse, o sea verme a mi controlando su cuerpo. Por lo que si yo estaba en el cuerpo de mamá, y mamá estaba en el cuerpo de papá, por lógica, papá estaba en mi cuerpo y de alguna forma nos las arreglamos para cambiar de cuerpo y por muy ridículo que suene, lo único extraño que recordamos antes de estar en el cuerpo del otro, es haber oído caer un rayo.
El pánico nos invadió y la ignorancia no ayudaba, estábamos en una situación que no queríamos en cuerpos familiares, pero a la vez tan desconocidos para los otros.
Nuestra única opción era estar calmados y al principio lo estábamos logrando, pero todos notamos en nosotros mismos un extraño instinto o sentimiento que no se podía ignorar. Al menos yo puedo decirlo, yo deseaba.. mi cuerpo deseaba estar con mi padre, me sentía tan confundida y caliente que sin importar el resto de cosas que estaban pasando, yo quería tener sexo, dando muchas insinuaciones que rozaban en lo descarado hacia el cuerpo de mi padre, donde mamá no sabía cómo reaccionar ante la idea de tener sexo de un modo tan distinto "con su pareja de toda la vida".
Mi padre fue quien sin dudar aceptó, él seguía siendo un hombre y sin vergüenza alguna dijo que estaba muy excitado y que no podía soportarlo durante más tiempo, y que yo, "como la única mujer" tenía que hacer algo al respecto, una responsabilidad que con gusto asumiría.
Luego de eso me besó haciéndome sentir por las nubes, a lo que él cuerpo de mamá humedeció y se dejó llevar por la situación rozando más y más el cuerpo contra papá.
-¿Qué creen que hacen ustedes 2? ¡Ya basta! No puedo creer que-
-¿Lo hagamos sin ti?-
Me atreví a responder a mamá que se quejaba por lo que veía, sin embargo yo podía ver su deseo y excitación así que lo más oportuno que se me ocurrió hacer fue invitarla dándole los mismos tratos que a mi padre.
Fue cuestión de segundos para que una cosa llevara a otra y luego a otra hasta que termine sin mi falda ni tacones, recibiendo un montón de caricias en mis senos mientras mamá me besaba usando el cuerpo de papá y yo atendía ambos miembros con cada una de mis manos.
El pánico nos invadió y la ignorancia no ayudaba, estábamos en una situación que no queríamos en cuerpos familiares, pero a la vez tan desconocidos para los otros.
Nuestra única opción era estar calmados y al principio lo estábamos logrando, pero todos notamos en nosotros mismos un extraño instinto o sentimiento que no se podía ignorar. Al menos yo puedo decirlo, yo deseaba.. mi cuerpo deseaba estar con mi padre, me sentía tan confundida y caliente que sin importar el resto de cosas que estaban pasando, yo quería tener sexo, dando muchas insinuaciones que rozaban en lo descarado hacia el cuerpo de mi padre, donde mamá no sabía cómo reaccionar ante la idea de tener sexo de un modo tan distinto "con su pareja de toda la vida".
Mi padre fue quien sin dudar aceptó, él seguía siendo un hombre y sin vergüenza alguna dijo que estaba muy excitado y que no podía soportarlo durante más tiempo, y que yo, "como la única mujer" tenía que hacer algo al respecto, una responsabilidad que con gusto asumiría.
Luego de eso me besó haciéndome sentir por las nubes, a lo que él cuerpo de mamá humedeció y se dejó llevar por la situación rozando más y más el cuerpo contra papá.
-¿Qué creen que hacen ustedes 2? ¡Ya basta! No puedo creer que-
-¿Lo hagamos sin ti?-
Me atreví a responder a mamá que se quejaba por lo que veía, sin embargo yo podía ver su deseo y excitación así que lo más oportuno que se me ocurrió hacer fue invitarla dándole los mismos tratos que a mi padre.
Fue cuestión de segundos para que una cosa llevara a otra y luego a otra hasta que termine sin mi falda ni tacones, recibiendo un montón de caricias en mis senos mientras mamá me besaba usando el cuerpo de papá y yo atendía ambos miembros con cada una de mis manos.
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Créditos a quien correspondan. |
-No puedo creer lo que estamos por hacer, ¿Estás segura de aguantar esto? Digo ¿Seguro? Ni siquiera yo he tenido a dos hombres a la vez-
Decía mamá aun intentando retroceder sin mucho éxito, ya que ni dejaba de besarme ni tampoco de acariciarme.
-No lo pienses demasiado, querida. Solo es por esta ocasión y que no podemos controlarnos, será una nueva experiencia que podemos recordar una vez volvamos a la normalidad-
Comentó papá en mi cuerpo para apaciguar las dudas de mamá.
-No lo sé, yo-
-Serás la primera-
-¿La primera?-
-Sí, no querías hacerlo con 2 a la vez, tú vas primero, además es el cuerpo de papá, eso debe hacerlo un poco menos raro así que adelante, subamos a su habitación y gracias a la tormenta no debemos preocuparnos ni la luz ni por el ruido-
Aumente las caricias en mi mano derecha, ambos miembros estaban duros y calientes en cada una de mis manos y aunque siento como el mío es más grande que el de papá, quiero tener dentro al de papá cuanto antes, quizás es porque son pareja o que este cuerpo ya lo conoce, pero fuera por lo que fuera quería hacerlo al momento y con unas últimas caricias, besos y mordiscos, ambos hombres me llevaron en brazos hasta el piso de arriba donde tan pronto como mamá se recostó en la cama, yo me fui encima de ella para montar y sacudir mis caderas como toda un experta.
-Ah… No..no puedo creer que así me veía cuando lo hacía con tu padre, me veo tan indecente e impaciente, moriría de vergüenza al verme de esta forma.... pero ahora solo puedo desear que lo hagas aún más rápido... eres increíble-
Me halagaba mamá dando un par de nalgadas en mi temporal trasero, lo cual solo me encendían más en los movimientos y pequeños brincos que hacía sobre ella, colocando mis manos en su pecho para un mejor momento.
-Gracias… No es un cumplido que imagine tener pero me hace feliz saber que te sientes tan bien como yo-
-No olvides que luego sigo yo, estoy seguro de que conmigo y tu cuerpo joven te haré gemir incluso más fuerte-
-¡Cariño, no digas eso!-
Papá se mantenía entretenido por cuenta propia, viendo la escena que hacíamos los otros dos, dándole vergüenza a mamá pero un montón de emoción al verme sometida por un guapo, atractivo y fuerte hombre.
-Jaja..ah...estaré encantada de que me domines, papi-
-ah lo mismo digo, "mami", así que date prisa-
Decía mamá aun intentando retroceder sin mucho éxito, ya que ni dejaba de besarme ni tampoco de acariciarme.
-No lo pienses demasiado, querida. Solo es por esta ocasión y que no podemos controlarnos, será una nueva experiencia que podemos recordar una vez volvamos a la normalidad-
Comentó papá en mi cuerpo para apaciguar las dudas de mamá.
-No lo sé, yo-
-Serás la primera-
-¿La primera?-
-Sí, no querías hacerlo con 2 a la vez, tú vas primero, además es el cuerpo de papá, eso debe hacerlo un poco menos raro así que adelante, subamos a su habitación y gracias a la tormenta no debemos preocuparnos ni la luz ni por el ruido-
Aumente las caricias en mi mano derecha, ambos miembros estaban duros y calientes en cada una de mis manos y aunque siento como el mío es más grande que el de papá, quiero tener dentro al de papá cuanto antes, quizás es porque son pareja o que este cuerpo ya lo conoce, pero fuera por lo que fuera quería hacerlo al momento y con unas últimas caricias, besos y mordiscos, ambos hombres me llevaron en brazos hasta el piso de arriba donde tan pronto como mamá se recostó en la cama, yo me fui encima de ella para montar y sacudir mis caderas como toda un experta.
-Ah… No..no puedo creer que así me veía cuando lo hacía con tu padre, me veo tan indecente e impaciente, moriría de vergüenza al verme de esta forma.... pero ahora solo puedo desear que lo hagas aún más rápido... eres increíble-
Me halagaba mamá dando un par de nalgadas en mi temporal trasero, lo cual solo me encendían más en los movimientos y pequeños brincos que hacía sobre ella, colocando mis manos en su pecho para un mejor momento.
-Gracias… No es un cumplido que imagine tener pero me hace feliz saber que te sientes tan bien como yo-
-No olvides que luego sigo yo, estoy seguro de que conmigo y tu cuerpo joven te haré gemir incluso más fuerte-
-¡Cariño, no digas eso!-
Papá se mantenía entretenido por cuenta propia, viendo la escena que hacíamos los otros dos, dándole vergüenza a mamá pero un montón de emoción al verme sometida por un guapo, atractivo y fuerte hombre.
-Jaja..ah...estaré encantada de que me domines, papi-
-ah lo mismo digo, "mami", así que date prisa-
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Créditos a quien correspondan. |
Con una sonrisa de complicidad entre "los hombres" de la casa seguimos con nuestra ilícita aventura por horas sin descanso, o al menos para mí, que tan pronto hacía tener un orgasmo a uno de ellos, el otro empezaba a cogerme como nunca imaginé.
Nuestra transformación, cambio de cuerpos, o como sea que se le quiera llamar a lo que nos sucedió nunca se revirtió y lejos de rehusarnos a esto, cada uno se fue metiendo más y más en su nuevo papel, incluso me atrevo a decir que mamá y papá ya olvidaron quienes eran antes en realidad.
Papá dentro de mi cuerpo fue quien la tuvo más sencilla, no cambio de sexo y sólo se hizo más joven, él sigue con mis estudios y deportes estando cada vez más cerca de graduarse para empezar a hacer de nuevo su vida, no me sorprendería que se fuera a un departamento o consiguiera novia, para ambas cosas solo es cuestión de tiempo.
Mamá en el cuerpo de papá se lleno de ocupaciones, trabajos de aquí allá sin parar, papá trabaja en una compañía enorme pero es el único sustento para la familia así que mamá no tuvo de otra que aprender lo antes posible todo lo que hacía mi padre, volviéndose bastante buena en realidad y acostumbrándose más y más a su nueva vida, creo que estaba cansada de ser un ama de casas y tener tantas actividades otra vez la reanimó un montón por lo que ni una sola vez la he escuchado quejarse de ser el hombre de la casa.
Yo por mi parte no tenía idea de cuánto podía agotarme el sexo, pasándome factura a la mañana siguiente con un dolor en el trasero y la espalda que no me dejaba ni mover a gusto, pero que fue disminuyendo con los días posteriores. Como mencioné, mamá no trabajaba más que cuidando de la casa y aunque yo no siempre lo hacía, cuando era chico más de una vez le ayudaba, así que más que nada fue extender mis conocimientos en cocina, limpieza además de cuidados femeninos que por la edad de mamá ya eran muchos, esas se volvieron mis cosas del día a día y ahora con mayor conocimiento y lucidez creo que esa vez durante la tormenta fueron los días previos a entrar en la menopausia con la que ahora tengo que lidiar tomando unas cuantas pastillas para las hormonas de vez en cuando, y aunque aún sigo teniendo esos deseos de sexo, hoy día están mucho más controlados.
Digamos que lo más complicado para mí fue perder tantos años de mi vida y aprender lo que mi cuerpo me pedía como los sostenes para mis pechos o la vanidad de usar tacones todo el tiempo.
Fuera por lo que fuera mi adaptación ha sido la más lenta entre los tres, mi padre ahora actúa como mi hijo, mi mamá se volvió mi esposo y yo por momentos no terminó de aceptar mi posición como madre y esposa. Quiero decir, es muy lindo que me abrace por la cintura o me compre cosas bonitas, pero al final es mi madre quien hace estas cosas, me cuesta creer que dejó de verme como su hijo para verme como su esposa, pero así es como se ven las cosas, todo como consecuencias de la tormenta eléctrica de esa noche y todo lo que hicimos posterior a la misma.
Quizás yo con el tiempo corra el mismo destino y una vez que me acostumbre o abrace esta forma de vida, también olvidé mi otra vida, olvidé que ni siquiera era mujer antes del incidente y que me convertí en mi propia madre, es algo raro como por momento pienso en todas estas cosas como ahora y en otros momentos me dejó llevar tan bien en mi nuevo lugar que tardó días en recordar quien soy, o era en realidad.
Nuestra transformación, cambio de cuerpos, o como sea que se le quiera llamar a lo que nos sucedió nunca se revirtió y lejos de rehusarnos a esto, cada uno se fue metiendo más y más en su nuevo papel, incluso me atrevo a decir que mamá y papá ya olvidaron quienes eran antes en realidad.
Papá dentro de mi cuerpo fue quien la tuvo más sencilla, no cambio de sexo y sólo se hizo más joven, él sigue con mis estudios y deportes estando cada vez más cerca de graduarse para empezar a hacer de nuevo su vida, no me sorprendería que se fuera a un departamento o consiguiera novia, para ambas cosas solo es cuestión de tiempo.
Mamá en el cuerpo de papá se lleno de ocupaciones, trabajos de aquí allá sin parar, papá trabaja en una compañía enorme pero es el único sustento para la familia así que mamá no tuvo de otra que aprender lo antes posible todo lo que hacía mi padre, volviéndose bastante buena en realidad y acostumbrándose más y más a su nueva vida, creo que estaba cansada de ser un ama de casas y tener tantas actividades otra vez la reanimó un montón por lo que ni una sola vez la he escuchado quejarse de ser el hombre de la casa.
Yo por mi parte no tenía idea de cuánto podía agotarme el sexo, pasándome factura a la mañana siguiente con un dolor en el trasero y la espalda que no me dejaba ni mover a gusto, pero que fue disminuyendo con los días posteriores. Como mencioné, mamá no trabajaba más que cuidando de la casa y aunque yo no siempre lo hacía, cuando era chico más de una vez le ayudaba, así que más que nada fue extender mis conocimientos en cocina, limpieza además de cuidados femeninos que por la edad de mamá ya eran muchos, esas se volvieron mis cosas del día a día y ahora con mayor conocimiento y lucidez creo que esa vez durante la tormenta fueron los días previos a entrar en la menopausia con la que ahora tengo que lidiar tomando unas cuantas pastillas para las hormonas de vez en cuando, y aunque aún sigo teniendo esos deseos de sexo, hoy día están mucho más controlados.
Digamos que lo más complicado para mí fue perder tantos años de mi vida y aprender lo que mi cuerpo me pedía como los sostenes para mis pechos o la vanidad de usar tacones todo el tiempo.
Fuera por lo que fuera mi adaptación ha sido la más lenta entre los tres, mi padre ahora actúa como mi hijo, mi mamá se volvió mi esposo y yo por momentos no terminó de aceptar mi posición como madre y esposa. Quiero decir, es muy lindo que me abrace por la cintura o me compre cosas bonitas, pero al final es mi madre quien hace estas cosas, me cuesta creer que dejó de verme como su hijo para verme como su esposa, pero así es como se ven las cosas, todo como consecuencias de la tormenta eléctrica de esa noche y todo lo que hicimos posterior a la misma.
Quizás yo con el tiempo corra el mismo destino y una vez que me acostumbre o abrace esta forma de vida, también olvidé mi otra vida, olvidé que ni siquiera era mujer antes del incidente y que me convertí en mi propia madre, es algo raro como por momento pienso en todas estas cosas como ahora y en otros momentos me dejó llevar tan bien en mi nuevo lugar que tardó días en recordar quien soy, o era en realidad.
Dudo mucho que recupere mi cuerpo en algún momento, puede que si otra tormenta con ese extraño tono violeta nos tira un rayo a todos en mi familia volvamos a nuestros cuerpos o solo cambiemos a otros nuevamente, pero hasta que ese momento llegue, y si es que llega, yo debo seguir viviendo el rol de madre en el que me han dejado tras la tormenta.
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