La chica vaca y el hechicero

-Oh, oh, huh sigue así, más duro por favor-

Gimoteaba la chica de anchas caderas ante cada embestida que el encapuchado ahora le daba, sintiéndose de maravilla al tener un pene dentro de su cuerpo al punto de que nadie creería que hasta hace media hora, ella era un chico y uno de los mejores guerreros de la ciudad.

Sin embargo, el guerrero se encontró con el mejor hechicero de la ciudad y muy lejos de buscar una alianza para superar sus propios límites, el guerrero quería una pelea donde pensaba superar y humillar a su rival para así obtener sus poderes mágicos, proclamándose como el más fuerte de esas tierras.

El brujo se negó puesto que no veía sentido en pelear el uno contra el otro cuando podían unir fuerzas en su lugar para ser invencibles pero por mucho razonamiento que él hiciera no lograba hacer pensar al atacante físico de otra manera.

El hechicero cansado de eso, estaba a punto de retirarse, dándole la espalda al peleador quien sin dudar buscó ganar con un ataque por la espalda del que por poco se salvó el mago.

El segundo ataque fue el último del guerrero ya que al embestir con su espada al mago, este último hizo gala de sus mejores hechizos encadenado sus efectos para acabar con ese encuentro sin sentido.

El primer hechizo desintegró el arma del guerrero con sólo tocarla y el segundo cambiaría la apariencia del guerrero para que no sólo ya no diera problemas sino también para que se volviera una pertenencia del brujo.

Cuernos crecieron de su cabeza mientras sus ropajes desaparecían dejando ver como la anatomía se re-hacia en él. Cabello rosado le creció en coletas, su cuello tenía un enorme cencerro mientras que todo su cuerpo se quedaba desnudo dejando a la vista sus enormes senos, piernas y trasero, las únicas prendas que la chica vestía eran guantes y calcetas blancas con manchas negras, mostrando su nuevo estatus como una chica vaca propiedad del hechicero quien no dudo en estrenar a su vaca en ese mismo instante, llevaba unos meses frustrado pero ahora podría sacar todas esas energías en una chica que amaría cada segundo de ese acto.

Dentro de tan lascivo cuerpo aún estaba una parte de la mente del guerrero para humillarlo al tener que vivir ahora en esa posición, o esa era la idea del hechicero al hacer uso de sus poderes mágicos.

Pero ahora que estaba cogiendo en la calle con su chica vaca podía darse cuenta de cuanto es que disfrutaba estar en esa posición de objeto y mascota el antiguo guerrero.

-No pensé que suplicaras así, ¿En serio lo estas disfrutando?-

-¡Sí! Por supuesto, amo cada parte de esto y que mi amo me use para estar satisfecho así que adelante, sígame usando tan duro como quiera siempre que quiera, soy su pertenencia y disfrutaré de esto-

-En ese caso-

Unas cuantas y fuertes nalgadas se hicieron presentes antes de sujetar bien fuerte a la chica de las caderas, quien solo atinó a gemir más alto y disfrutar aún más del acto.

-¿Quién es tu amo? -

-Ah, usted, usted es mi único y grandioso amo, el mejor héroe de estas tierras y el único que puede usarme para satisfacer sus deseos-

Respondió sin dudar la chica vaca intentando no volverse loca por semejante verga, era la primera vez que probaba el sexo como chica y no estaba dispuesto a dejarlo, prefería mil veces olvidar que alguna vez fue hombre y que alguna vez fue el mejor guerrero del lugar para volverse una chica vaca más del poblado, propiedad del nuevo mejor e indiscutible héroe de la zona y a quien tenía el maravilloso honor de servir con su sucio cuerpo las veces que quisiera, ya que era su orgulloso y placentero trabajo como objeto, esclava y chica vaca del hechicero quien la sometió a su cuerpo y poderes.