Fue un accidente

-Sal ya de ahí-

-P-pero-

-¡Nada de peros! Este es el castigo para los pervertidos como tú que disfrutan de ver a sus compañeras de forma lasciva, veamos que te parece ser tú quien tenga las miradas encima por el cuerpo que tienes, déjame ver-

Sin más remedio que obedecer, el pobre estudiante salió del vestidor tímidamente para mostrar su cuerpo temporal, cambiado por completo gracias al bikini que llevaba.

El cabello era oscuro y muy largo a pesar de estar atado en una gran trenza mientras que su atuendo era el clásico bikini rojo diminuto que sólo alcanzaría a cubrir sus pezones y su entrepierna, dejando todo el sexy resto de piel a la vista de todos en la escuela y sobre todo en clase de natación, haciendo saber a todo quien lo viera que era un pervertido, no sólo por usar ese tipo de atuendo frente a todo el colegio sino también porque ese era el castigo por molestar a una o varias de sus compañeras en la escuela bajo cierta forma perversa y ahora le tocaba vivir por si mismo como se sentía ser visto o vista de esa forma perversa, un castigo ya característico en aquella escuela.

-M-maestra, le ruego que no me haga salir de esta forma, no quiero-

-¿Y? Tus compañeras tampoco querían que las vieras en ropa interior o desnudas pero no te importó como para entrar en los vestidores femeninos como si fueran tu hogar-

-¡Perdón! S-solo fue un accidente-

Respondió con la cara roja de vergüenza y moviéndose un poco, lo que hizo sacudir todo su nuevo cuerpo de una atractiva manera, pareciendo que lo había hecho de forma natural o hasta a propósito para exhibirse un poco más.

-¿¡Como pudo eso ser un accidente!?-

-Eh...yo...estaba jugando con mi consola portátil sin ver el camino y creí que había entrado al baño de chicos-

-......-

El silencio se apoderó del sitio por un minuto hasta que la maestra trajo unos tacones blancos de aguja y los puso delante de la chica castigada.

-Ponte estos, un castigo extra por traer algo prohibido a la escuela-

La joven y tímida chica agachó la cabeza y con mucho cuidado se subió a los tacones, sintiendo que su traje se rompería en cualquier momento cuando se agachó para abrocharlos, pensando en que si seguía hablando seguramente peor le seguiría yendo ante la docente.

-M-me V-voy a caer....-

-Sí lo haces asegúrate de no romperte nada y darle una buena vista a todos, que tanto chicas y chicos te esperan-

-¿¡Como!?-

-Sí, supongo que el rumor se expandió y quieren ver una nueva lindura en la clase o un pervertido siendo castigado, aunque sea cual sea su motivo me tiene sin cuidado-

-Maestra sea razonable por favor-

-No, tú deberías serlo y aceptar tu error, por eso estas castigado y date prisa que la clase está a punto de empezar y si llegas tarde o no te ejercitas con naturalidad te extenderé el castigo al resto del día en todas las clases para que le muestres a todo el mundo lo bonita y sexy que eres, andando-

-Sí....-

Sin más remedio, el chico tuvo que aceptar su castigo y salir tras la maestra quien lo usaría como líder del calentamiento en frente de todos y lo pondría a dar muchas más vueltas dentro y fuera de la alberca, sumado a todos los castigos o retos que él tendría que enfrentar en su forzada feminización como castigo por ser un pervertido, ahora él será quien tenga las miradas encima sin mencionar que quedaría tachado de pervertido un muy buen tiempo, al menos hasta que alguien más se gane el castigo que ahora él está sufriendo.