Una idiota y una maid

-Eres una idiota ¿Sabes?-

-¿Porque lo dices, hermanito?-

-Deja de hacerte la tonta, mírame ¿Por qué me convertiste en una chica?-

-¿Como que porque? Porque ibas a reemplazarme en el trabajo ¿No? Por tu culpa me rompí una pierna y así no puedo moverme como para trabajar-

-Pero pensé que trabajaría como un chico, no como una maid-

-Pues lo siento, trabajo en un maid café y no hay personal de chicos así que no tenía de otra mas que volverte una chica-

-Al menos pudiste volverme una chica fea, no como estoy ahora-

-Bueno la bala modificadora te transforma como quiere, yo no controlo eso pero ¿Por qué quisieras ser fea?-

-Para que los hombres no me molesten o me miren pero ahora mi busto es enorme y el vestido solo lo expone más. Desde que empecé a trabajar me han dicho cosas como: linda, lindura, adorable, preciosa y muchas cosas más que debo agradecer sonriendo, incluso me han pedido citas o mi número al salir del turno y no sabes lo que he hecho para rechazarlos-

-Genial, es que tienen razón y eres super linda aunque deberías cambiar esa expresión molesta, conseguirás un novio mas fácil si me haces caso-

-¿¡Y que te hace creer que quiero un novio, idiota!?-

-Tú cara toda roja y linda al ver a un chico muy especial, él que se fue al último anoche y te dio un regalo-

-¿Has estado espiándome?-

-Para nada, pero mis amigas me dijeron como te ves con él, espero conocerlo pronto-

-¡Ni en tus sueños, boba! Mejor ya me voy, mi turno está por comenzar, regreso luego-

-Que tengas un lindo día, mi adorable maid-

-¡Cállate!-

Con un portazo de la puerta por parte del chico que cumplía su promesa mientras la hermana reía terminó su conversación, ahora sólo hacían falta 5 semanas más para que su pierna se recuperará y volver a la normalidad, claro, si es que no se enamora del chico y prefiere quedarse como la linda y adorable maid que todo el mundo quiere dentro del maid café.