lunes, 5 de mayo de 2025

¡Mamá no deja de molestar!: La presidenta escolar

-¡Presi! ¡Casi mata a Maya del susto!-
    Y no solo a Maya, también a mi me asustó bastante. Puede que haya sido error nuestro de estar tan concentrados en la lectura de cartas que no escuchamos el momento en que ella se acercó, pero eso no quita importancia al hecho de que la presidenta escolar llegó como un fantasma a regañarnos por lo que estábamos haciendo en el salón del club. Por un momento hasta me sentí culpable, olvidando que al final del día, leer las cartas sería una actividad diaria en este club.
-Si no gustas llamarme por mi nombre, al menos dime presidenta como es debido, señorita Maya-
-Sipi, presidenta. Maya lo siente mucho-
    Mi amiga se disculpó y agachó la cabeza mientras la presidenta del consejo estudiantil se abría paso entre todas las cajas de cosas que tenemos que sacar y las cosas con las que aún tenemos que decorar el aula.
-Además, siguen sin responder mi pregunta, ¿Qué estaban haciendo que era más importante que limpiar el salón?-
-Bueno, presi-
-Presidenta-
-Presidenta... solo nos tomábamos un descanso, Maya seguirá limpiando un rato más, Maya le promete que todo estará en orden lo antes posible-
    La presidenta recorrió el aula con su mirada y pasó sus dedos de forma discreta por varias de las cajas de cartón, notando como sus dedos quedaban con algo de polvo que limpió con su pañuelo.
-Espero que así sea, Maya. Te recuerdo que estoy haciendo una excepción contigo y tu club. Lo primero que debes hacer es poner en orden este lugar, después podrás concentrarte en reunir miembros para tu club. Seré lo más flexible que pueda para no presionarte con el papeleo y las fechas, pero tú también debes cumplir con nuestro acuerdo-
    La presidenta se cruzó de brazos, recordando a Maya algo que parecía ya habían hablado ellas con respecto al club y que dicho sea de paso, yo ni siquiera estaba enterado.
-Por esos motivos, estaré viniendo los próximos días a supervisar y ayudar en la limpieza. Todas las cajas que no sean suyas, pueden dejarlas afuera junto a la puerta, en cuanto tenga tiempo las moveré a otro salón-
-¡Muchas gracias, presidenta! Maya agradece mucho todo lo que usted esta haciendo por ayudar-
    Entonces ella es nuestra presidenta escolar.
    A decir verdad los rumores que había escuchado sobre ella se alejan bastante de la realidad, o mejor dicho, no eran exactamente como yo pensaba.
    Se supone que la presidenta escolar es alguien implacable, alguien de temer y con quien nunca te quieres cruzar para evitar problemas, las chicas malas suelen evitarla a como de lugar y es peor aún con los matones que tiemblan y maldicen de solo oír su nombre.
    No solo tiene una disciplina asombrosa, su historial es intachable, es de las mejores alumnas de la escuela, y aunque nunca es su elección, tampoco es buena idea usar la violencia contra ella, ya que es una experta en judo y tiro con arco. Recuerdo un rumor donde una chica de último año intentó chantajear a la presidenta cuando ella era una alumna de nuevo ingreso, y cuando no lo consiguió intentó convencer a golpes a la presidenta. Por desgracia para la de último año, la presidenta recién elegida en su cargo, la derribó en un segundo y la sometió con una llave de artes marciales hasta el punto que la matona prometió ponerse a estudiar y no meterse en más problemas a cambio de que la dejará ir, cosa que la presidenta aceptó y no dejó tranquila a la matona hasta el día de su graduación para que cumpliera con su promesa.
    Al pensar en toda esa reputación que la precede, no pude evitar sentir un poco de lástima e imaginar que hubiera pasado si conocía a la presidenta antes, y si ella hubiera sido capaz de lidiar con mi bully, o por lo menos ayudarme. Para mi mala suerte, el semestre anterior cuando ingrese a la escuela, ella estaba de intercambio escolar, y ahora que ella está de vuelta, el bully ha dejado la escuela... aunque no ha dejado mi vida tranquila precisamente.
-¿Qué hay de ti? ¿Cómo te llamas? ¿No piensas ayudar con la limpieza? Si estas aquí, me gustaría pensar que eres un miembro del club o cuando menos alguien interesado en unirse al mismo-
    Oír que la presidenta me hablaba me devolvió a la realidad, yo me había perdido tanto en mis pensamientos que de nueva cuenta no me percaté de cuando ella se acercó a mi y con su fría y distante voz me preguntaba mi nombre y mis motivos para estar aquí.
-¡Él es mi compañero, presidenta! También forma parte del club, es el vice presidente de Maya-
-¿Vice presidente?-
-¡Sipi! Él es el segundo al mando en el club- 
    Aunque la respuesta de Maya fue amable y rápida, la mirada de la presidenta seguía sobre de mi.
-¿Es eso cierto, compañero? No quiero que Maya responda por ti está ocasión-
-S-sí, presidenta. Maya le dice la verdad, estoy interesado en el club y soy o seré el vice presidente del club... No estoy seguro de como va el trámite entre Maya y usted para hacer oficial mi ingreso al club, pero he estado ayudando con la limpieza también-
     Después de mi respuesta, pude percatarme de como la mirada distante y desinteresada de la presidenta se convertía en algo más. A decir verdad creo que solo me pude dar cuenta por la cercanía física entre los dos, porque por un instante pude percatarme de como su mirada se centraba en mi, con una repentina determinación, por un momento me sentí marcado como un objetivo o como si hubiera roto alguna regla que me valiera algún castigo. Y de la misma manera en que esa mirada cambio, la presidenta desvió la vista y volvió a dedicarme su mirada fría y ajena a los problemas que he visto desde que entró a la habitación.
-Entonces, tú eres su verdugo-
    Al escuchar esas palabras, ahora era yo quien no podía ocultar una reacción de sorpresa, y sobretodo confusión, puesto que de entre todas las cosas que podía pensar, no estaba en mi cabeza que la presidenta escolar fuera a llamarme de esa manera.
-¿Disculpe, presidenta?-
    La presidenta desvió la mirada, negó con la cabeza y después retomó la conversación sin quitarme la mirada de encima.
-Solo para confirmar, ¿No eres tú el estudiante víctima de un matón que fue expulsado este semestre?-
    Parecía que a la presidenta no le gustaba perder tiempo, y en apenas unas semanas de regresar a la escuela, ya se estaba poniendo al corriente de la situación. No solo por ayudar a Maya, una de las varias estudiantes nuevas, también al estar enterada de los problemas que tuve con mi bully personal hasta hace poco.
-Así es, presidenta. Yo era la víctima de él-
    Para ser sincero, hoy día sigo siendo la víctima de ese terrible matón, pero las circunstancias son tan raras que mejor omitir ese detalle, respondiendo solo lo necesario a la presidenta y contándole que fui víctima de bullying durante todo mi primer semestre en la escuela.
    Tan pronto como de mi salieron esas palabras, la respuesta de la presidenta fue inmediata, agachando la cabeza para hacer una reverencia ante mi y dar unas palabras.
-Joven Liare, te extiendo mi más sinceras disculpa, compañero. Lamento mucho que la escuela te haya fallado en un momento de necesidad. Se supone que los maestros, director e incluso yo, debemos salvaguardar la integridad física y mental de los estudiantes, y hemos fallado en esa tarea al no poder protegerte de ese chico problema-
    Sin darme tiempo de procesar su disculpa, la presidenta terminó con su reverencia y siguió hablando algo tan ordenado y detallado, que hasta me hacía pensar que su disculpa la había ensayado.
-El hubiera no existe, pero si nosotros hubiéramos hecho bien nuestro trabajo, tú no tendrías que haber pasado por tantas humillaciones en tu vida escolar. Nuestro trabajo fue tan mediocre, que un joven patético y humillado en la escuela tuvo que humillarse aún más al hacer que su madre resolviera su problema por él-
    ¿Perdón? ¿La presidenta escolar en verdad dijo eso? ¿Ella considera humillante y patético lo que hice? Quiero decir, ni yo mismo me siento tan orgulloso de lo que hice al involucrar a mamá en mis problemas, pero que la presidenta escolar reconociera ese acto como humillante me hace sentir un poco mal incluso si ella se está disculpando por todo lo sucedido. A pesar de ser una disculpa, me siento bastante ofendido por la forma en que ella se disculpó.
-N-no se preocupe, presidenta... N-no fue tan malo...-
-Yo diría que sí, he regañado a más de un estudiante que se burlan de ti por lo acontecido-
    No estoy seguro de si quiere ser cruel a propósito o si ella es tan franca que dice todo sin ningún filtro, incluso si lastima a otros, pero mi intento de restarle importancia al asunto solo me hizo enterarme de que sigo teniendo una mala reputación por el tiempo en que fui víctima de ese matón con quien ahora vivo.
-D-de cualquier modo, usted no tiene que disculparse, usted-
-Por supuesto que tengo que disculparme. Yo soy la presidenta escolar, también debo cuidar de mis compañeros estudiantes. Naturalmente, eso te incluye a ti-
-Gracias, pero usted estaba de intercambio, presidenta. Y a los profesores no parecía importarles, evitaban a toda costa la situación. No había manera-
-Debe de haberla, siempre hay una manera-
    Interrumpió la presidenta.
-Yo soy la presidenta escolar, tengo que cuidar de los alumnos. Y si los docente no están dispuestos a asumir esa responsabilidad, yo lo haré.  Acepte este cargo para intentar hacer de la escuela un lugar mejor, no obstante, todavía tengo mucho trabajo que hacer y al haberme ausentado he fallado a mi deber-
    La presidenta me dejó sin palabras, hasta para mi era claro que ella se sentía algo responsable de lo que me pasó. No solo de lo que me pasó a mi, parece una chica muy dedicada a su labor, y a pesar de los rumores que la rodean, creo que es una buena persona con una fuerte determinación que utiliza para ayudar a quienes lo necesitan. Seguro que ella me hubiera ayudado cuando lo necesitaba. No obstante, tal como ella dice, el hubiera no existe.
-Odio decir que baje la guardia con ese chico. Cuando tomé el cargo de presidenta escolar, trabaje arduamente para reducir el acoso y problemas escolares, bastó con derribar a algunos de los mayores buscapleitos y principales problemas para que las cosas mejorarán en la escuela. Sin embargo, el alumno que te molestaba a ti era bastante escurridizo, apenas y nos cruzamos en un año. Por esa razón, asumí que mejoraría su conducta o que al menos no se metería en más problemas como el resto de estudiantes. Sobra decir que me equivoque, y en cuanto él tuvo la oportunidad gracias a mi ausencia, volvió a sus malos hábitos-
    Ya veo, la presidenta parece bastante ocupada con todo lo que intenta resolver, y entre todos esos problemas con los que trabaja, no pasó desapercibido el peor bully de la escuela, quien supongo supo ser un poco inteligente, ya que se libró de la presidenta escolar durante mucho tiempo.
-Lamento haber hablado tanto, joven compañero. Solo no podía fingir que no hubo un problema con usted, y aunque no pude resolverlo. Lo menos que puedo hacer es disculparme con usted como es debido, y prometer que le debo un favor-
-¿Un favor?-
-Así es, eso es lo menos que puedo hacer por usted. Considérelo una compensación por no estar presente cuando lo necesitaba. No romperé las reglas de la escuela, sin embargo, si necesita ayuda con algo, puede hablar conmigo y me encargaré personalmente de resolverlo-
    Que raro, su mirada seguía siendo fría y distante, por sus ojos negros se veía sombría o que mirabas al vacío. Sin embargo, esos ojos negros y esa voz estaban llenos de determinación, supongo que era su fuerte sentido del debe, una pequeña manera en la que la presidenta trataba de hacer justicia, o lo que ella consideraba justo. Es extraña, muy extraña, la presidenta también es muy peculiar a su manera, pero me alegra que todos esos rumores que había escuchado sobre ella solo sean la primera impresión que deja, puesto que con intercambiar palabras un rato con la presidenta, siento que tengo frente a mi a una persona muy tranquila y capaz, dispuesta a ayudar a quien lo necesite de la forma que ella mejo crea. Parece una heroína, o quizás una antiheroína, con sus propias reglas, justicia y sentido del deber que cumplirá cada que pueda y a su manera.
-¿Dije algo malo? ¿Qué le hace tanta gracia, compañero?-
    Tuve que negar con la cabeza y disculparme, pues las ideas de tener a alguien raro y genial frente a mi me hicieron sonreír, pero que estoy seguro de que si digo lo que pienso de la presidenta me meteré en problemas.
-No, no es nada, presidenta. Solo una pregunta, ¿Puedo usar mi favor ahora?-
    La presidenta se cruzó de brazos al asentir.
-¿Efecto inmediato? Yo no tengo problema, ¿En que le puedo ayudar?-
    Una pequeña sonrisa llena de satisfacción apareció en mi rostro al cobrar mi favor de una manera sencilla, pensando que así podría hacer sentir mejor a la presidenta y de paso conocer algo muy importante de ella.
-Parece que usted ya conoce mi nombre, así que me preguntaba ¿Puede decirme su nombre?-
    Creo que hasta el momento en que lo dije, la presidenta olvidó presentarse, ¿O acaso está tan acostumbrada a llamarse presidenta que lo pasó por alto? Sea como sea, esa era mi petición, un inocente favor que quizás me ayudaría a quedar bien delante de ella.
-¿Seguro que quieres eso como favor?-
-Sí, seguro-
    La presidenta suspiró, y lo que hasta ese momento me parecía una idea genial, ahora me hacía sentir algo tanto, y que quizás fui muy arrogante delante de ella. Intenté averiguar un poco más sobre que pensaba, pero más allá de su suspiró, su expresión ajena a los problemas apenas cambiaba.
-Esta bien, con esto quedamos a mano, joven estudiante. Yo soy Emma J. Wright, presidenta del consejo estudiantil, estudiante de segundo año y miembro del club de tiro con arco y del club de judo. Siempre que necesites ayuda, puedes acudir a mi. Y si ves que alguien rompe las reglas de la escuela, estaré agradecida de que me lo hagas saber-
    Entonces ese es el nombre de nuestra presidenta, misma que me extiende la mano en un saludo formal que torpemente correspondí intentando que ella no notará el temblor en mi mano.
-Disculpa mis malos modales al no presentarme antes. No todos me llaman por mi nombre, por lo regular prefieren llamarme presidenta o sus derivados. Puedes llamarme presidenta o Emma si te parece bien-
-Lo tendré en mente, presidenta Emma. Usted puede-
-Tampoco hace falta que seas tan formal conmigo, solo soy un año mayor. Si lo deseas, podremos hablar en otro momento, por ahora aún tengo asuntos que atender-
    Antes de que yo pudiera decirle a la presidenta como podía llamarme, ella cortó la conversación, revisando la hora en su reloj de bolsillo y dando vuelta para irse por donde llegó.
-Como dije, más tarde vendré por las cajas que no son de su club, ustedes dos dejen de jugar y concéntrense en limpiar-
    Al unísono, Maya y yo le dimos la razón a la presidenta que disculpándose por su salida, se despidió de nosotros dos, y con ello, la presión en el aire se disipó.
    No era como esperaba pero me daba gusto conocer por fin a la presidenta escolar, sintiéndome agradecido por el apoyo que mostró hacía mis problemas de acoso, al igual que la ayuda que dio a Maya para empezar su club... ¡Lo olvidé por completo! No le agradecí como es debido por ayudar a Maya, así que la próxima vez que encuentre a la presidenta, sí o sí, le daré las gracias por cuidar de mi primer amiga en la escuela.
-Disculpa, compañero. ¿Maya puede hacer una pregunta?-
    Mi querida amiga que había estado en silencio como pocas veces, una vez que la presidenta se alejó, volvió a hablar conmigo. Pensé que seguiríamos con lo del tarot, y aunque sí tenía que ver el tema, no era como lo imaginaba.
-¿Es sobre tu predicción?-
-No del todo, más bien Maya quería preguntar ¿Crees que usar tu favor con esa pregunta fue lo mejor?-
    Ante la pregunta de Maya no pude evitar darle una pequeña sonrisa y asentir con confianza.
-Por supuesto, Maya. Creo que hice lo correcto. La presidenta parecía culpable por no haberme ayudado antes, así que pensé que usar ese favor en algo sencillo la haría sentir mejor-
    Mi amiga escuchó con atención mi resolución, cerró los ojos un momento y preguntó algo más, tratando de ocultar una expresión que no podía llamar de otra forma más que un puchero algo infantil.
-Maya lamenta ser tan directa, compañero. Pero en definitiva te mereces la carta del colgado-
    La fuerte declaración de mi amiga desmoronó mi confianza, haciéndome sentir peor con su explicación.
-Maya tiene que darte la razón, compañero. Usar tu favor con la presidenta la hizo sentir mejor, Maya puede verlo. Por otra parte, Maya pregunta ¿No crees que pudiste usar ese favor de la presidenta para resolver tu problema?-
    Supongo que Maya entendió de inmediato que no seguía por completo sus pensamientos, algo que solo la hizo suspirar.
-Maya promete que no está molesta con su compañero, pero ¿Estabas poniendo atención a lo que hablamos? El colgado habla de la auto destrucción, tomar malas decisiones también es una forma de auto destrucción, compañero. Además, Maya te habló del proceso, ¡Proceso! Y que saltarse el proceso hace que te pierdas en el camino... Maya piensa que acabas de desperdiciar una gran oportunidad de mejorar porque los detalles son importantes, y dejaste ir como si nada un detalle enorme-
    A pesar de que se notaba la preocupación por mi y que Maya quería ayudarme, no pude evitar sentirme como un niño sermoneado por actuar antes de pensar, y creo que ahora que Maya lo menciona justo eso fue lo que hice con la presidenta.
-Por poner un ejemplo, ¿No crees que pudiste preguntar a Maya el nombre de la presidenta? También pudiste preguntarlo sin poner tu favor de por medio. Hiciste un sacrificio en lugar de un esfuerzo, compañero, y esa clase de decisiones harán que llegues al lado más negativo de la predicción de Maya-
    Dicho de esa manera, me sentía como un idiota, puesto que algo muy importante lo había gastado sin dudarlo. Ahora que lo pienso, hasta la presidenta parecía algo sorprendida de mi rápida decisión, por eso su cara de decepción, y que leal a su palabra, respeto mi elección aún sabiendo que yo perdía más de lo que ganaba.
-Se más astuto, compañero. Los grandes problemas requieren grandes soluciones, Maya espera que este error te quede de lección-
    Supongo que yo no lo llamaría error, o no del todo. Quiero decir, hasta hace un momento yo estaba muy contento con mi decisión, en definitiva creía que hacía lo correcto, pero con solo unas pocas palabras de Maya mi confianza se había desbaratado y podía darme cuenta de lo tonto que había sido con mi decisión.
-Una vez más, Maya lamenta ser tan directa contigo, compañero. Maya en verdad desea ayudar, y para ayudar, Maya debe decir toda la verdad. Maya no podía dejar pasar esa decisión tuya, compañero. Para Maya, eso fue un error, pero si para ti es algo diferente, el futuro se pondrá de tu lado-
    Después del sermón, pensé que sería todo y que ya podría irme a casa. Sin embargo, Maya todavía no había terminado.
-Maya sabe que ya te tienes que ir, así que Maya dirá una última cosa rápida como prometió. Maya te recuerda que la lectura de cartas es una vista a tu futuro, no a tu destino. Eso significa que es tu decisión, tú tienes la última palabra, y a pesar de que Maya puede ver el futuro, tú serás el encargado de decidir cual será tu futuro, si uno lleno de desesperación o un futuro lleno de esperanza. Las cartas no se equivocan, compañero, pero las cartas no tienen la última palabra, esa la tienes tú, y Maya estará contenta de ayudarte con tu futuro tanto como pueda-
    Entonces eso era lo último que Maya quería añadir a su predicción, nada está escrito todavía, y dependerá de mis decisiones la clase de futuro que me aguarde en la vida, o para ser más preciso, en mi problema para recuperar a mamá. Supongo que eso son buenas noticias, si me esfuerzo de verdad puedo recuperar a mamá y tener un futuro esperanzador, pero si sigo tomando malas decisiones como acabo de hacer ahora, no me sorprendería tener un futuro pésimo y sin esperanza donde nunca pueda recuperar a mamá y me quede atrapado con mu bully para siempre. Ambas cosas puedan pasar, de mi dependerá cual prevalecerá.

sábado, 3 de mayo de 2025

Dinámica: Madre e hijas: Madres

    Karen es una mujer joven y hermosa, de cabello corto y plateado, con una estatura de 1.68 cm que se dedica a viajar por el mundo para tener nuevas experiencias, conocer a personas sorprendente y seguir sintiéndose tan joven como siempre en cuerpo y espíritu.
    Si se preguntan como es posible sostener su lujoso estilo de vida, es gracias a la generosa pensión que le dejó su difunto marido hace ya muchos años, apoyada también al recibir algo de dinero por parte de sus 5 hijos, todos mayores de edad y que ya tienen una familia independiente a la de la joven Karen.
    Sin su esposo para hacerle compañía y mantener sus pies en la tierra, y con todos sus hijos formando sus propias vidas, Karen decidió comenzar una segunda etapa de su vida, viajando por el mundo para "reencontrarse a si misma" sin importar el precio.
    Durante los últimos 3 años, Karen ha gastado su dinero en recorrer cada país que llame su atención y en alguna que otra cirugía estética menor que la ayude a sentirse plena por dentro y por fuera, regresando a su país para visitar a sus hijos y los hijos de sus hijos cada tanto, o actualizar sus credenciales oficiales antes de seguir su viaje a cualquier otra parte que sea de su interés.
    En estos nuevos intereses, Karen ha comenzado a plantearse la idea de recurrir a la magia para hacerse más joven o cambiar de cuerpo aunque sea por una vez, y según sea su experiencia con otro cuerpo, ella estaría dispuesta a realizar más cambios al respecto; desde beber una pócima que la haga una adolescente; recitar un hechizo que la cambie de cuerpo; o incluso cambiar de cuerpo y quizás de género con la persona que este dispuesta a darle una oportunidad al precioso y siempre joven cuerpo de Karen.
    Para ello, Karen está dispuesta a intercambiar de cuerpos con quien sea capaz de cuidar el cuerpo de la señorita durante 1 semana que puede extenderse hasta 1 mes solo si ella lo desea, ya que ella es quien siempre debe tener la última palabra. Además de esto, hay unas reglas que  se deben seguir y en caso de fallar, Karen será libre de volver a su cuerpo y decidir que pasará con el cuerpo ajeno.
    Las reglas son sencillas; no quejarse de los dolores de espalda en su cuerpo, ya que solo son un pequeño problema natural que se irá en unos días; no salir de casa sin maquillaje ni haberse vestido bonita; y por último y más importante, nunca nadie y bajo ningún concepto o insinuación puede llamar "vieja", "anciana", "abuela" o sus derivados a Karen, en caso de suceder, deberás defender el honor de la señorita Karen quien está en la flor de su juventud; no importa si te metes en problemas con la ley al defender a Karen, no hay nada que su dinero no pueda solucionar, y ella estará eternamente agradecida de que reconozcas su eterna juventud, tanto como para defenderla de cualquiera que diga lo contrario,
    Más allá de estas 3 simples reglas, puedes hacer lo que te plazca con el cuerpo de Karen, habrá dinero de sobra en sus tarjetas para viajar a donde quieras, comprar lo que deseas no será un problema y cumplir con cualquier capricho que se te antoje en su cuerpo será tan sencillo como deslizar su tarjeta en cualquier terminal bancaria. 
    Karen es una reina, y mientras estés en su cuerpo, no dudes en darle lo mejor, puedes divertirte y hacer todo lo que quieras siempre que respetes sus reglas para que puedas gozar de su vida tanto y de la misma manera en que lo haría ella.
    Pamela es una mujer de 39 años, madre de dos hijos, con ojos oscuros, cabellera castaña, 1.58 cm de estatura y un peso considerable para una mujer de su edad, mismo del que está bastante orgullosa, puesto que en sus propias palabras "le da su propio encanto personal".
    Pamela es una mujer casada que además de hacerse cargo de las tareas del hogar y de cuidar de sus dos hijos, también encuentra tiempo en su vida para trabajar como secretaria en una buena oficina en la que no pasa desapercibida. Muchos de sus compañeros han intentado coquetear con ella o lanzado miradas furtivas cuando piensan que Pamela no esta observando, sin embargo, muchas veces la señora responde a esos coqueteos y dedica cálidas sonrisas cuando descubre que la están mirando, Pamela adora ser el centro de atención y no se niega a tener una pareja en su vida de nueva cuenta. No obstante, sus reglas son claras, ella quiere un marido, un buen padre y una linda relación, por lo que si solo quieren pasar la noche con ella o no están preparados para formar parte de una familia, todos esos pretendientes se tendrán que conformar con mirar a lo lejos a la señora Pamela, puesto que sobre todas las cosas, su máxima prioridad es su familia.
    Ella estaba bastante contenta con ser el centro de atención sin llegar a nada más, pero esa dinámica cambió cuando un chico nuevo llegó a la oficina; era un joven delgado solo un poco mayor que los hijos de Pamela; el chico ni siquiera era un empleado oficial, era un pasante que cubría horas para sus créditos escolares; al mirarlo y pensarlo con detalle, Pamela concluyó que ese estudiante perfectamente podría ser su hijo; y aún con todo esto en mente, no pudo evitar sentir algo de emoción cuando el chico se le declaró.
    Para ser precisos, el joven encontró un momento a solas con Pamela donde la elogió de manera sincera, un gesto que respondió con amabilidad la mujer, misma que comenzó a reír cuando el chico intentó averiguar más sobre su vida privada. Pamela de manera elegante le mencionó que tenía una familia y que sus hijos eran casi de la misma edad que el estudiante, quien respondió diciendo que eso haría más fácil que se llevarán bien si algún día los conoce. La última carta de Pamela fue decir que tendría que sentirse muy afortunado, puesto que con el tamaño de la secretaria, dudaba que el chico pudiera soportar más que un par de movimientos, algo a lo que de forma atrevida y descarada invitó a la mujer a poner en práctica.
    Desde entonces a la mujer le ha costado horrores sacar de sus pensamientos a ese joven estudiante, que entre tantos hombres maduros y trabajadores, él fue el único que se comportó a la altura y estaba dispuesto a intentar algo con Pamela a pesar de todas sus diferencias, algo que sencillamente cautivo a la mujer mayor.
    Por esas razones, Pamela esta dispuesta a intercambiar de cuerpos por un máximo de 3 meses con quien sea que pueda cuidar de su hijo y de su hija tal como si fueran suyos. Lejos de su propio cuerpo, Pamela quiere descubrir si esos sentimientos tan intensos por el chico desaparecen, una forma extrema de pasar el enamoramiento lejos de él para no arriesgarse y perjudicar a su familia, dejando a cuidado de quien sea capaz a sus personas más preciadas.
    Las reglas de Pamela son sencillas: cuidar a su familia y no acostarse con nadie sin compromiso, incluyendo al estudiante de quien se ha enamorado. En caso de romper estas reglas, Pamela regresará a su cuerpo, y quien falló a las reglas de la secretaria, será convertido en una pequeña mujer gordita tal como Pamela para que se las arregle en su vida como mejor pueda.
    Por último, como recompensa por ayudar a la madre soltera en un momento crítico y de necesidad, ella estará dispuesta a darte algo que quieres; dinero, financiar alguna pócima del aquelarre, estar con ella o tener su cuerpo; en palabras de la mujer, será una recompensa acorde al esfuerzo puesto en ayudarla.
    Esther es una joven madre primeriza de 26 años, con ojos azules y el cabello negro, con una personalidad muy despreocupada, al menos hasta que el tiempo la alcanzó y no fue capaz de seguir evitando sus responsabilidades.
    En consecuencia de muchos eventos, Esther tuvo que pausar sus estudios debido a su embarazo en dos ocasiones distintas con dos hombres diferentes que la dejaron a su suerte cuando descubrieron los embarazos.
    Aunque la decisión era compleja, Esther quería evitar la labor de ser madre, algo que su propia madre le impidió diciendo que ella tenía que hacerse cargo de sus responsabilidades, prometiendo ayudar a su hija tanto como le sea posible.
    No obstante de las palabras de aliento, incluso con el apoyo de sus padres, la vida ha sido muy complicada desde que se volvió madre soltera, algo que contrasta bastante con la vida tranquila y despreocupada que estaba viviendo hasta cometer esos errores.
    Al posponer sus estudios un par de ocasiones, la oferta laboral no era muy buena, teniendo que conformarse con un empleo mal pagado en una lavandería. Una vez que ella termina de lavar y de limpiar la ropa de extraños, tiene que llegar a casa para lavar la ropa de sus bebés, cambiar pañales, preparar biberones y muchas tareas más que incluso con ayuda de su madre, la joven siente que tarde o temprano terminará colapsando.
    Sin tiempo para si misma, sin descanso, con poco dinero y mucho trabajo, sintiéndose al límite un poco más con cada día que trascurre, Esther está lista para tomar una decisión, una que su madre no podrá obligarla a cambiar tal como sucedió con el problema de tener a sus hijos.
    Esther está dispuesta a intercambiar su vida con una sola condición: que el intercambio sea permanente.
    A ella no le importa ser hombre o mujer, ser más joven o más vieja, lo único que le interesa es volver a tener una vida propia, tener libertad y la oportunidad de volver a empezar, por lo que si alguien esta dispuesto a darle dicha oportunidad, la pelinegra no dudará ni un minuto en aceptar la oferta sin mirar atrás.
    A cambio de eso, ella no tendrá problema en entregar su cuerpo para que hagan lo que más les plazca con él; ya sea fingir ser ella y ser una madre soltera que vive el día a día; escaparse con su cuerpo para empezar una nueva vida; o lo que sea que cruce por la imaginación de quien sea que acepte convertirse en Esther para que ella tenga la oportunidad de ser libre otra vez. 

     Fernanda es una mujer apasionada y ardiente de 33 años, con 1.72 cm de estatura y un peso que cambia de manera constante debido a su embarazo, el tercero para ser exactos, y que con algo de suerte finalmente le darán al niño que tanto desea.
    A pesar de lo que se pueda imaginar por su cabello y ojos rojos, aunado a su gran belleza, Fernanda tiene una vida tranquila en el campo muy lejos de la ciudad, dedicándose plenamente a criar y entrenar caballos para toda clase de competencias que se puedan imaginar. Además de cuidar de sus hijos, por supuesto.
    Por las mañanas se levanta a preparar el desayuno a su esposo que sale a trabajar, ella después se encarga de sus caballos al mismo tiempo que vigila a sus hijas que adoran ayudan a mamá con las labores del hogar, cuando llega la tarde también llega a casa su marido, con quien comparten la mesa como la gran familia feliz que son, pasando el resto del día en familia hasta que cae la noche, las niñas se van a la cama y así Fernanda y su marido van a su habitación que es su propio y romántico nido de amor.
    Los días son tranquilos y perfectos, no hay problemas ni contratiempos más allá de una lluvia repentina, la vida de Fernanda es muy buena, y justo esa razón la ha hecho sentir un poco intranquila en las últimas semanas.
    Quizás lo este pensando demasiado, o quizás las hormonas le están jugando en contra, o puede que quizás también sea un pensamiento verdadero de ella, y que sea el motivo que sea, Fernanda ha comenzado a sentir que su vida tranquila es aburrida, monótona y predecible, y que quizás podría ser importante o hasta necesario darle algo de variedad antes de que cometa una locura.
    Con eso en mente, Fernanda necesita un cambio y aclarar sus pensamientos, por lo que la mejor forma de hacerlo es cambiar de cuerpos por un tiempo. Fernanda está dispuesta a intercambiar de cuerpos con quien sea durante un día, donde la única regla es no poner en riesgo a sus hijas y a su bebé ni por un momento, y en caso de romper la regla la persona terminará convertida en una sirvienta dedicada a cuidar del hogar y de la familia de Fernanda para aligerar su carga. Después de todo, también existe la posibilidad de que ella solo se sienta agobiada, y con algo de ayuda extra en casa, podría darle emoción a su vida más allá de cumplir con las tareas del hogar.
    Mientras la persona dentro del cuerpo de Fernanda disfruta del cuerpo de la misma, Fernanda quiere aprovechar la oportunidad de estar en otro cuerpo para tener experiencias nuevas, para olvidar las hormonas un momento, para tener la mente clara y así decidir que es lo que quiere para su vida de ahora en adelante.
    Si alguien está dispuesto o dispuesta a ayudar a Fernanda a resolver su conflicto sin ser descubierta, ella aceptará dar los materiales necesarios para una nueva pócima en la que tendrás un aspecto idéntico al de ella para cambiar a completa voluntad por el resto de tus días. En palabras de la granjera "puede que no te entregue mi cuerpo o mi vida, pero si una copia exacta de una mujer que ya ha sido madre te hace ilusión, será un placer entregarla a quien me tienda su mano. Será lindo tener una gemela".

viernes, 2 de mayo de 2025

Las hermanas

-Wow, ¡Papi usa cosas tan lindas! Déjame usarlas ¿Como se usan?-
    Pregunto con curiosidad la pequeña albina de ojos azules a la par que se acercaba por detrás a la pequeña chica rubia para jalar su ropa y su liguero.
-¡Oye! Dayanna, deja a tu padre en paz, esta ropa no es para niñas, así que no la puedes usar-
    Suplicaba la rubia que no sabía si cubrir sus pechos o intentar quitarse a su hija de encima para evitar que por accidente terminará desnuda frente a ella.
-Pero papá ahora es una niña ¡Una niña muy linda! Así que tampoco debe usarlos, ya quitate lo para entrar al baño-
-¡No! Suelta mi ropa interior, Dayanna tu padre te está pidiendo algo-
     Aunque intentaba sonar autoritario tal como el hombre que era, su voz actual digna de niña asustada y avergonzada no le ayudaba para nada en su débil intento de calmar a su hija pequeña.
    En la mañana, Raúl estaba jugando con su hija Dayanna mientras su esposa preparaba el desayuno, divirtiendose un montón al pasar el rato juntos hasta que la pequeña albina preguntó si tendría una hermana algún día.
    Raúl sonrió ante la sorpresiva pregunta, y dijo que cuando menos se diera cuenta Dayanna ya no estaría sola, cosa que alegro un montón a la menor y que por alguna razón sucedió de inmediato cuando una misteriosa y densa neblina violeta apareció en la habitación, rodeando de pies a cabeza al hombre mientras su hija hacía todo lo posible para jugar y disipar la neblina.
    Mientras el hombre estaba dentro de la neblina, pudo sentir como todo cuerpo cambiaba, como se hacía más pequeño, como perdía mucho músculo, como todo su cuerpo se hacía más delgado, al igual que una extensa cabellera rubia le crecía, seguido de muchos más cambios que apenas podía ver por la neblina, la cual una vez desapareció, hizo que Raúl soltará un grito chillón y femenino al ver en que se había transformado.
    Ante aquel grito, su esposa Dalia corrió de la cocina hasta la sala de estar para descubrir la nueva condición de su marido, quien ante los ojos de la mujer, parecía una niña tal como su propia hija. Esa comparación no le hacía ninguna gracia al hombre que tenía un nuevo, femenino y adorable aspecto, atrapado en su ropa de hombre que ahora como una niña pequeña, le quedaba enorme dicho atuendo.
    Raúl no estaba de acuerdo con la decisión, pero su esposa se las arregló para cambiarle de ropa por algo acorde a su nuevo aspecto, quitandole su traje negro de oficina por algo perfecto para su nuevo cuerpo y edad. Dalia tuvo que peinar la enorme cabellera rubia de Raúl, colocando un enorme moño rojo para mantener el orden en su cabello, además le puso un vestido rosado junto con unas medias que ya no le quedaban a Dayanna, y aunque Raúl protestó todo lo que pudo, Dalia no dio su brazo a torcer y le puso aquel vestido a su marido feminizado. Sin embargo, el vestido no fue lo más complicado, y ya que Raúl se negaba por completo a usar la misma ropa interior que su hija, Dalia no tuvo más remedio que buscar en sus cajones hasta encontrar un liguero y lencería que hace muchos años había dejado olvidados en su cajón de ropa interior, por lo que Raúl en su nuevo cuerpo terminó usando un vestido viejo de su hija junto con lencería de su amada esposa.
    Todo eso le estaba dando el día más humillante de su vida al padre de familia, quien no podía hacer mucho para regresar a la normalidad, ya que ni siquiera es capaz de entender como fue posible que su cuerpo se transformará de un momento a otro.
    Sin una aparente solución y sin idea de por donde comenzar, Raúl no tuvo de otra más que aceptar la propuesta y posterior decisión de su mujer, quien le ayudaría a buscar una forma de volver a la normalidad, pero hasta que él no pudiera recuperar su cuerpo, Dalia tendría que cuidarlo de una manera similar a la que hacía con Dayanna. En otras palabras, Raúl y Dayanna serían como hermanas hasta que encontraran la forma de hacer que Raúl fuera un hombre de nuevo.
    En una idea repentina, Dalia pensó que conocía a alguien que quizás podía ayudar, pero tendría que visitar ese lugar que estaba un tanto lejos de casa, y tendría que ir sola, porque definitivamente lo último que ambos padres necesitaban era exponer a su hija; ya sea dejándola en casa a solas por tiempo indefinido; o llevándola a ese lugar que podría ser peligroso para alguien de su edad; por lo que incluso si era complicado, la mejor alternativa que tenía sobre la mesa era que tanto Raúl como Dayanna se quedaran en casa mientras Dalia salía a conseguir ayuda.
    A pesar de que al hombre le daba vergüenza quedarse en casa como una damisela en apuros, sería mucho peor salir a la calle y que lo traten como a una niña pequeña tal como a su hija, si los ven definitivamente pensarían que son hermanas o al menos niñas de edades parecidas, por lo que terminó aceptando quedarse en casa y vigilar a su hija que estaba extrañamente emocionada y sorprendida por la situación.
    Una vez que padre e hija se quedaron a solas, la joven Dayanna no dudo en aceptar el rol de "hermana mayor" que estaba cargo de su "hermanita menor", cambiando la dinámica padre e hija por una dinámica entre hermanas a la que Raúl se intentaba negar, pero era sometido por su adorable e inocente hija.
    Después de un largo rato tratando de huir, Dayanna finalmente se las arregló para atrapar a su hermanita en el baño, lugar donde el padre de familia no puede lidiar con su hija, quien ahora es más alta y fuerte que Raúl, aprovechando estas diferencias para pasar un rato divertido con su hermanita al intentar que se bañen juntas.
-Aunque papá usa mis vestidos que ya no me quedan, no usa mi ropa interior, ¿Te gusta más mi ropa o la de mamá? ¿Será que Reina quiere vestirse como una adulta como mamá o prefiere ropa de princesas como yo?-
    La pregunta le pareció tan descarada que Raúl no pudo hacer más que sonrojarse mientras intentaba cubrir su cuerpo y aferrarse a la poca ropa que todavía llevaba puesta.
-Por última vez, señorita. Detente o estarás en problemas. Además, ¿A quién le estás hablando? No me llamó Reina y no pienso aceptar ese nombre, soy tu padre y tienes que respetarme-
    En respuesta, Dayanna sonrió y negó con la cabeza.
-No, tú eres Reina, mi hermana menor. Y como yo soy la hermana mayor, tú tienes que respetarme-
    Logrando arrancarle las medias y el liguero, solo faltaba la ropa interior para que Dayanna cumpliera su objetivo y poder entrar a la bañera con su penosa hermana menor, quien con impotencia no puede hacer más que sentirse avergonzada por la situación y rezar porque Dalia encuentre la solución cuanto antes, ya que como puede experimentar, su pequeña hija está más que lista y ansiosa por ser una hermana mayor, incluso si eso implica que su amado padre se convierta en su linda hermanita menor.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 1 de mayo de 2025

El pacto de la sirvienta

 -Ojou-sama, ¿Qué hablamos de esto?-
    Oí detrás de mí una calmada pero aterradora voz proveniente de la persona que me atrapó con las manos en la masa, mi sirvienta.
-N-no es lo que parece-
    Tartamudee tratando de pensar una excusa acerca de mi videojuego que inútilmente escondía detrás de mi.
-¿Ah, no? Pues parece que a pesar de los castigos impuestos por sus padres, usted buscó en mi cuarto su consola de videojuegos, ojou-sama. Que ahora usted sea una niña no significa que puede entrar a mi recamara como si nada, especialmente a husmear los cajones con mis pertenencias, ambas sabemos donde estaba guardado su aparato, ¿Verdad? Un sitio inapropiado como para que usted lo esté revisando incluso si ahora somos del mismo género-
    Aun con su inquebrantable pero sutil tono de voz la sirvienta sabía lo que hacía y me tenía arrinconado, literal y metafóricamente; estaba jugando con mi consola en su habitación y ella bloqueaba la única salida, incluso si me las arreglaba para escapar ella sencillamente puede informar a mis padres lo que hice al pie de la letra y lo creerán por su leal servicio desde hace años.
-Pero Nina, este es mi videojuego-
    Proteste a lo que ella respondió.
-Y lo sé, he guardado su consola con mucho cuidado y ni siquiera la he encendido, mucho menos utilizado por respeto a usted. Por lo que no puedo evitar sentirme decepcionada al ver que usted no respeta mi privacidad, y aun más importante las reglas de sus padres. Usted desaprobó miserablemente todas sus clases particulares y sus padres le advirtieron que de seguir por ese mal camino sería castigado y enviado a un colegio femenino, donde una vez tenga cuerpo femenino, le harán una buena estudiante y señorita cueste lo que cueste-
-No diría miserablemente....-
    Interrumpí con vergüenza y desviando la mirada, siendo una vez más corregido por la sirvienta que ha estado en nuestra familia durante largos años.
-Pues yo sí le diría miserablemente cuando menos, sus padres usaban un vocabulario menos apropiado y ni hablemos de sus maestros, por lo que llamar "miserable" a su desempeño es amable de mi parte. Volviendo al tema, como parte de su  castigo no sólo le dieron el aspecto de una chica, también me pidieron le enseñará modales y que confiscara todos sus videojuegos. Por el aprecio que le tengo al joven amo, le di la oportunidad de vestirse y comportarse como considera apropiado pese a las órdenes que me dieron y usted ha fallado miserablemente a nuestro acuerdo, los videojuegos que resguardaba estaban a punto de volver a su poder por lo que también es un fracaso que se haya metido a mi cuarto a tomarlos por cuenta propia. Con todo eso dicho, dígame, señorita, ¿Por qué motivo válido debería seguirla protegiendo y no decir todo lo ocurrido a sus padres? Si les dijera lo que ha hecho, sería enviada hoy mismo a la nueva academia sin ningún privilegio y regresaría siendo otra persona, ¿De verdad quiere eso?-
    La idea de volver a hacer mi vida como una chica me aterraba, no sólo perdería todas mis cosas, de cierta forma me perdería a mi mismo para ser convertido en una chica dentro de ese lugar. Y aún sabiendo la gravedad del asunto, no tenía una buena respuesta ni una forma de defenderme más allá de suplicar piedad a mi doncella.
-Por favor, Nina. No le digas nada a mis papás y prometo que haré todo lo que digas-
    Ella se sorprendió un poco y llevando una de sus manos hasta la barbilla comentó.
-¿Lo que diga? ¿Está segura?-
-S-sí, creo que sí-
    Respondí un poco titubeante, dudando rápidamente de mis propias palabras que Nina comenzaba a pensar.
-Muy bien, señorita, este es el trato que puedo ofrecerle; a cambio de mi silencio por todos sus actos indebidos, yo me haré cargo de usted y tendrá que obedecerme al pie de la letra en todo lo que diga: comenzando por darle un buen baño, luego le enseñaré a vestirse apropiadamente y a utilizar un poco de maquillaje que por su estado actual no le vendría mal, como mujer debe dar una buena imagen y actualmente no la está dando ni por dentro ni por fuera-
    No pude evitar verme en el espejo delante mío y notar el cabello rubio despeinado, las calcetas mal puestas, el vestido desarreglado y con una sudadera que es de mi ropa de chico, no pensé que fuera la gran cosa, pero al ver el impecable aspecto de mi doncella, no tengo de otra más que reconocer que mi imagen no es ni la mejor ni la más femenina que pudiera apreciarse.
-La ropa que usa ahora no es de la selección brindada por sus padres y no creo que abajo use lo recomendado para una dama, por esa razón yo misma voy a elegir toda su ropa y le enseñaré a usarla apropiadamente, eso incluye andar en tacones ya que me di cuenta que prefiere ir descalza a usar calzado bajo, por lo que le enseñaré a usar tacones apropiadamente. Una vez bien vestida y arreglada le enseñaré modales, no debe ser un problema ya que sin sus videojuegos, tiene un montón de tiempo libre para aprender a comportarse como una señorita. Por último, estudiaremos juntas los temas de sus clases reprobadas, supongo que estudiaremos una materia por día para abarcar todos sus cursos desaprobados, una vez termine el estudio podrá ir a dormir o repasar lo aprendido en el día dentro de su habitación ya sea en los estudios o en su vida como mi Ojou-sama-
    Su mirada lo decía todo, ella estaba completamente decidida a cumplir con su palabra, ella lo haría y yo mejor que nadie sé que cuando mi maid se propone algo lo cumple. y que Nina por inadvertida que pueda pasar, es de temer cuando se lo propone, incluso más que el colegio al que me quieren mandar.
-P-pero-
-Ni siquiera intente protestar o cambiar mis palabras, señorita, yo no pienso perder el tiempo y si no acepta todo lo que dije y tal como lo dije justo ahora, sencillamente daré media vuelta para informar a sus padres y que lo envíen al colegio para señoritas-
-¡No! ¡Está bien! Tú ganas, prometo hacer lo que digas-
-Como usted diga, señorita. Cabe mencionar que en el momento donde incumpla con su palabra, sin importar nada, iré directo a informar a sus padres sumando a sus actos el hecho de mentirme y hacerme perder mi tiempo, ¿Está bien?-
-Sí, está bien-
    Respondí completamente derrotada ante el horrible acuerdo que acepte, todo por husmear en sus cajones para recuperar mi consola.
-Entonces con nuestro acuerdo pactado, le pido que se adelante al baño, comience a quitarse la ropa y preparé usted el agua a la temperatura que más le plazca, yo iré a su habitación por la ropa de mi elección para usted y así dar inicio a mi pequeña intervención. Cuento con usted mi señorita-
Créditos a quien correspondan.

martes, 29 de abril de 2025

Dinámica: Madres e hijas

-Bien, bien, bien, ¿Qué hay por aquí? Ha pasado un tiempo desde que fue mi turno de subir al escenario. Debo reconocer que lo extrañaba un poco-
    Después de haber tomado un largo descanso y dejar esa actividad a sus subordinadas, la jefa y dueña del aquelarre de las almas perdidas, hacía acto de presencia en el escenario dentro de la tienda, usando un micrófono y los altoparlantes para que su voz llegará a todos lados, y de esa forma los interesados clientes y curiosas visitantes, pudieran acercarse a presenciar el inicio del próximo evento especial.
-Mirando las fechas y recordando algunos lugares donde he estado, me percaté de que los tiempos han cambiado, y que ciertas festividades ahora se celebran en días diferentes a los que yo recordaba. Por esas razones, decidí hacer este evento para ustedes donde destacaré dos fechas muy especiales: la primera de ellas corresponde al día del niño y la segunda es el día de las madres-
    Conforme la mujer de cabello negro y ropas oscuras hablaba, se podía ver como la gente se reunía alrededor del escenario para oír lo que ella estaba tramando, y donde como era costumbre, haría participes a quienes lo desearán y aceptaran sus condiciones.
-El evento es sencillo en está ocasión, y todo quien lo pida amablemente podrá participar, siempre y cuando cumplas con las reglas que diré a continuación-
    Con un solo chasquido de dedos, un montón de hojas llenas de texto e imágenes de personas volaron alrededor de la mujer, quedando bien organizadas detrás de ella como si de un enorme tablero de anuncios se tratará.
-Para este evento habrá 8 escenarios a su completa disposición: 4 escenarios corresponden a mamá mientras que los otros 4 escenarios son bajo la perspectiva de la hija. Si se preguntan como deberían de elegir, pueden sentirse libres de elegir a quien prefieran, está ocasión la decisión será toda suya, no habrá nada de azar o de trucos para que más tarde no estén llorando si el resultado no es el esperado. No obstante, si de verdad quieren una recomendación, les recomiendo leer con atención, debido a que no daré ningún detalle adicional sobre ninguno de estos escenarios, por lo que todo lo que pueda suceder, será completamente su responsabilidad. Y les puedo prometer que no resolveré sus problemas de buena voluntad, si lo arruinan, tendrán que pagar para volver a la normalidad
Dicho eso, las reglas son simples: detrás de mi hay una serie de historias con una fotografía de la persona dueña de la historia, además de algunos requisitos que deben cumplir dentro de su cuerpo si quieren tenerlo. Naturalmente, el intercambio o posesión de cuerpos es temporal, sin embargo, de cumplir o no con lo escrito en las notas, puede que la definición de "temporal" sea variable para cada uno y una de ustedes. Teniendo eso en mente, les dejaré leer las historias a quienes deseen participar y se tomen su tiempo de leer o simplemente escojan a la mujer que más sucios los haga sentir. Cualquier respuesta es buena, siempre y cuando se atengan a las consecuencias-
    A pesar de la sinceridad en sus palabras, su característica sonrisa maliciosa no desaparecía al explicar con lujo de detalle como participar en este evento, y dejar un par de pistas más sobre la mesa.
-Más les vale participar y no decepcionarme, estimada clientela. Sus resultados en este evento podrían ser muy interesantes para una próxima aventura. Sin embargo, dejemos eso para otra ocasión, por ahora concéntrense en este evento y en estos 2 escenarios adicionales que les daré como regalo. Por lo que pueden elegir alguno de estos escenarios o esperar a elegir entre los 8 restantes-
    Una vez más, con solo un chasquido de dedos, la brujo hizo aparecer frente a su amplio público un par de imágenes y de notas para que pudieran escoger uno de esos cuerpos, o bien esperar a que la bruja anunciará el resto de escenarios a disposición de quienes deseen participar en la dinámica del aquelarre.
-De mi parte sería todo, sigan visitando la tienda, den las gracias por el evento y disfruten las fiestas-
   Barbara es una mujer de 36 años, de largo cabello rubio, ojos azules, con estatura de 1 metro y 62 centímetros sin tacones, es soltera y no tiene ninguna relación familiar o social cercana, ella vive día con día por y para su trabajo.
    Barbara es una bailarina nocturna, lo ha sido desde adolescente cuando escapó de casa y sin dinero ni ayuda, no tuvo otra idea que usar su gran belleza para ganarse la vida por su cuenta. De esa manera, en apenas unas noches la joven fue aceptada como empleada en un bar nocturno, pasando un fin de semana como mesera antes de volverse una bailarina a tiempo completo, y una de las mejores en el lugar.
    Con el pasar de los años, la reputación de Barbara aumentó, y ella amaba el dinero casi tanto como la atención, por lo que nunca estuvo en su cabeza la idea de dejar su trabajo donde hombres y mujeres por igual caían rendidos a sus pies, lanzándole billetes hasta más no poder.
    No solo su reputación creció con los años, también lo hizo su cuerpo, pasando de ser una joven atrevida y energética a ser una mujer precisa y seductora, utilizando su belleza natural y sus rasgos cada vez más maduros para atraer desde clientes que visitaban el sitio por primera vez, así como clientes que le doblaban la edad a una de las mujeres más bellas del bar.
    La vida de Barbara era perfecta; llena de lujos, de joyas, de dinero, de regalos, de afecto, de placer y deseos cumplidos; su vida era perfecta y no dejaría que nada en el mundo se la fuera arrebatar, ni siquiera un inocente error del cual ella no dudaría de solucionar.
    Por un descuidado del que se entero demasiado tarde la mejor y más sexy bailarina del lugar, la hermosa mujer rubia tuvo que tomarse unas largas vacaciones para corregir sus errores, volviendo a su amado trabajo casi un año después, luciendo mejor que nunca a opinión de todo aquel que la viera.
    Sus pechos habían crecido, sus caderas se veían asombrosas, no solo su cuerpo, incluso su cara había madurado un poco, volviendo aún más perfecta a la ya perfecta Barbara, que recuperó su sitio en la mesa principal de baile, misma de la cual nadie ha conseguido hacerla bajar a menos que pagué el precio correcto.
    Barbara dejó aquel error atrás hace más de 15 años, y espera que nunca se crucé en su camino, puesto por muy cruel que pueda ser, Barbara solo tiene ojos para ella misma, y no hay nada ni nadie que le pueda arrebatar la vida llena de lujos y atención que se ha labrado después de tantos años.
    Si la bailarina nocturna Barbara es tu elección, tendrás que cumplir con su turno a la perfección; nada de rechazar clientes sin importar la edad; nada de rechazar ordenes si pagan el precio correcto; nada de dejar de bailar sin que su lencería este llena de billetes; y por sobre todas las cosas, nada de indagar en su vida privada, ni mucho menos, aceptar el dinero o trabajar para chicas rubias con la mitad de la edad de la bailarina.
    Al elegir el cuerpo de Barbara, intercambiarás de cuerpo con ella durante una semana, tendrás que cumplir con las reglas antes mencionadas a la perfección, y nadie puede sospechar que hay algo distinto en ella ni por un segundo. En caso de fallar, volverás a tu cuerpo de manera inmediata, puesto que por encima de todos tus deseos, nada ni nadie manchará la reputación de Barbara. Además que como castigo impuesto por la dueña del cuerpo, en caso de fallar al tener su cuerpo, no solo te cobrará con interés el tiempo perdido, también se encargará de no dejarte poseer, robar, cambiar o intercambiar de cuerpos durante el resto del año, puesto que según sus ideales "si no pudiste tener a la mejor, no tendrás a nadie más".
    Barbie es una joven de 15 años, casi 16 años, ella tiene el cabello rubio y unos ojos azules preciosos, su estatura es de 1. 57 cm y su mayor preocupación hoy día es ¿Qué será de su vida cuando cumpla 16 años?
    Barbie era una chica huérfana, no sabe quienes son sus padres, lo único que le contaron en la casa hogar es que ella fue abandonada en la entrada principal desde que era una bebé por lo que toda su vida ha estado en ese lugar.
    Por si eso fuera poco, por alguna razón ella no fue adoptada. No era problemática o tímida o con alguna clase de defecto, no había un motivo por el cual no adoptar a una niña pequeña, educada y sana que podía hacer feliz a cualquier familia que la llevará consigo, hasta los otros niños de la casa hogar y quienes trabajaban ahí estaban sorprendidos de que sin importar cuantas personas buscaran un hijo o una hija para su familia, Barbie nunca era tomada en cuenta ni bajo recomendación.
    De esa manera, la bebé se convirtió en una niña, con los años en una joven y finalmente en una adolescente, misma que nunca pudo encontrar una familia dispuesta a darle una oportunidad.
    Así pues, con la mayoría de edad cada vez más cerca, la joven de cabello dorado y ojos azulados estada cada vez más preocupada por su situación y que clase de vida le deparaba el futuro:
    Entre sus opciones estaba seguir en el orfanato, pero más que ser una chica que pueda ser adoptaba, Barbie empezaría a trabajar en el orfanato, mismo que le daría comida y una habitación para seguir con su vida. En otras palabras, su vida no cambiaría mucho, porque al ser las chicas más mayores en la casa hogar, cuidar de los más pequeños era algo que hacía día con día, y si lo seguía haciendo, podría ser una forma de ganarse la vida mientras seguía creciendo.
    Por otra parte, estaba en mente la posibilidad de salir de la casa hogar, puesto que una vez que cumpla los 16 años, ni ella ni el orfanato estarían obligados a permanecer juntos. Sin embargo, si se marcha del orfanato ¿A donde y que podría hacer la joven? Según el momento en que ella piense sobre la situación, puede ser algo muy emocionante o aterrador.
    Por último, y quizás su peor opción, Barbie podría dedicar tiempo a buscar a su verdadera familia, no solo para conocerse, también para que la apoyen y sean responsables de ella un tiempo. No obstante, si cuando era una bebé la abandonaron, ¿Por que sería diferente ahora?
    Todos estos pensamientos han hecho que la joven este dispuesta a prestar su cuerpo un tiempo, intercambiando de cuerpos con ella durante una semana. Como era de esperarse, la joven tiene algunas condiciones, donde destaca que sea quien sea que tome su cuerpo, tendrá que cuidar de sus "hermanos y hermanas" siempre que lo necesiten, y en el momento que no cumplan con su palabra, Barbie volverá a su cuerpo y la persona que intercambio de cuerpos con ella se convertirá en una niña pequeña como castigo por no cumplir con su palabra. Además de cuidar de sus hermanos, Barbie estaría contenta de que no hagan algo pervertido con su cuerpo y de no ser descubierta actuando extraño.
    Por último, no es una regla, más bien sería un favor especial de la chica que de cumplir será recompensado con una semana más en el cuerpo de Barbie sin reglas que obedecer: A pesar de sus esfuerzos, Barbie no ha conseguido información sobre su madre, padre o algún otro familiar que ella pueda tener, por lo que, si descubres algo interesante que conecte a Barbie con su familia sanguínea, lo menos que ella puede ofrecer como compensación es dejarte hacer lo que quieras con su cuerpo.

lunes, 28 de abril de 2025

Mi hermanastra

    Hace como medio año, mi hermanastro mayor, un día despertó siendo una mujer. Fue muy difícil para él hacer que le creyera acerca de su verdadera identidad a pesar de su nuevo aspecto, pero con muchas preguntas y respuestas fui capaz de entender, al menos un poco, de que en verdad esa hermosa chica alta, de cabello anaranjado y delgada figura era mi hermano.
    Cuando él se convirtió en ella, la novia con quien vivía desde hace años de repente desapareció, cosa que según él ocurrió al no ser capaz de aceptar que su novio ahora era una mujer como ella y por lo tanto era un tema sensible para mi hermanastro que prefería evitar hablar de eso.
    Fue una verdadera lástima su decisión, ahora era un momento donde más tenía que apoyarlo y en su lugar lo abandonó, su novia me parecía de lo peor y que ella haya dejado tirado a mi hermano cuando más lo necesitaba, fue algo que me motivó aún más a estar a su lado en esta etapa tan complicada de empezar una vida como mujer.
    Así, pasaban los días y semanas desde que mi hermano se convirtió en mi hermanastra, misma a quien yo visitaba casi todos los días para ayudarlo con lo que necesitará; ropa, comida o lo que sea. Recuerdo lo vergonzoso que fue tomar sus medidas e ir solo a comprar un montón de ropa que necesitaría para acostumbrarse a su cuerpo nuevo pero lo hice para ayudar.
    Al mismo tiempo que mi hermanastro se adaptaba a ser una chica, ambos tratábamos de buscar como volverlo a la normalidad, o al menos eso pensé y fue lo que yo hice.
    Con el pasar de los meses, su búsqueda e intentos de ser un chico de nuevo iban disminuyendo, al mismo tiempo que mi hermanastro se adecuaba más y más a ser una chica; ya no solo se vestía como una, actuaba idéntico a cualquier otra mujer; incluso aprendió a maquillarse y conseguir otro empleo con el cual seguir adelante; se acostumbró tanto a su nueva identidad que en más de una ocasión cuando lo llamaba por su antiguo nombre o le hablaba como a un chico, simplemente no me respondía o se reía y disculpan a conmigo al pensar que hablaba con otra persona que no fuera ella.
    Algo que también me sorprendió, y que hasta muy tarde comencé a pensar, es que mi hermanastro nunca buscó a su novia. Recuerdo que en más de una ocasión le dije que podía contactar con ella para darle otra oportunidad o que hablaran las cosas, pero mi "hermanastra" siempre decía que no me preocupara, que lo ocurrido con ella fue su culpa y que no quería volver a molestarla.
    Por muy raro que fuera no le di tanta importancia, pensé que mi hermano se estaba echando la culpa de volverse mujer para que no me preocupara más y que a su vez no molestara a su ex pareja.
    Mucho tiempo dejé ese tema tranquilo, hasta que una vez me topé de frente con su antiguo amor y fue imposible preguntarle si no estaba dispuesta a darle otra oportunidad a mi hermano, ahora que es una chica. Cuando dije eso la ex se molestó mucho: "¿Nunca te contó lo que pasó? No merece otra oportunidad después de que lo hizo" fue lo que dijo su ex novia antes de irse echando humo y dejándome con una enorme duda sobre lo que había sucedido entre ellos dos, y a que se refería ella con lo que mi hermanastro arruinó.
    Mi hermana nunca me respondía nada de ese tema y siempre parecía alerta cuando lo mencionaba, en un punto pensé que nunca sabría algo más, hasta que un día bajó la guardia, lo cual me dio la oportunidad de pensar mucho más acerca de lo que en realidad sucedió entre ellos dos.
    Mi hermanastra estaba tan acostumbrada a verme en días y horas específicas que cuando llegué sin avisar no pudo hacer nada para defenderse, solo pudo intentar disimular de mala manera, lo cual lejos de engañarme, solo me permitió tener más información y activar aún más mi imaginación ansiosa de respuestas.
    Desde que se volvió mujer, ni siquiera el primer día, había conseguido ver algo de su cuerpo; sé que suena muy mal pensar en algo de eso al ser mi familia, pero no entendía porque tanta cautela de su parte con su nuevo cuerpo; yo no quería ver algo íntimo ni nada por el estilo, pero mi hermanastra siempre se cubría de pies a cabeza cuando estaba conmigo; y a pesar de que tenía ese tipo de ropa, nunca usaba faldas, vestidos, o cosas sin mangas o cortas cuando yo estaba. Yo mismo tuve que comprar algunas de esas prendas, y aún con eso y saber que su armario estaba lleno de cosas femeninas, yo nunca había visto a mi hermanastra ni una sola vez usando esas ropas, por lo que solo podía suponer que las faldas, vestidos y ropa más corta las usaba cuando yo no estaba en su casa.
    Antes de que tocará a su puerta, asomé la cabeza por su ventana, encontrando una faceta de mi hermanastra que no imaginaba: su cabello estaba muy bien arreglado, hasta un poco exagerado diría yo, al igual que su maquillaje que resaltaba especialmente sus labios. No obstante, lo más interesante estaba más abajo y es que con la blusa de tirantes que llevaba puesta, su cuello, brazos y torso estaban al desnudo dejando que viera algo que me había escondido por todo este medio año.
    Sus brazos estaban bien, pero en su cuello había un enorme collar brillante imposible de ignorar, mismo que estoy seguro de que no podía costearlo ni ella ni yo, así que pensé que alguien más pudo dárselo, cosa que en serio me hubiera gustado descartar, pero al bajar la mirada y ver toda su espalda era muy tarde, puesto que en su mismo femenino cuerpo estaban las respuestas; de todo su ser sobresalen marcas de besos, de azotes y rasguños por su espalda, mientras que en la parte más baja pude ver unos tatuajes que decían más de lo que me gustaría entender.
    Los tatuajes eran negros e idénticos a los símbolos que unos juegos de cartas usan para las barajas, entre toda la tinta en su cuerpo sobresalían dos palabras en inglés, adornadas con otro de esos símbolos con una "Q" dentro y largos caminos de tinta que asemejaban a flores brotando, todo eso guiado por el hilo de su tanga negra que sobresalía de sus pantalones ajustados.
    Había más cosas que podía destacar de ver a escondidas a mi hermanastra, y con las palabras de su ex novia resonando con más fuerza en mi cabeza, ahora tenía más dudas que respuestas con respecto a toda la extraña situación en la que mi hermano había despertado siendo una mujer. Puede que él y yo seamos hermanos, pero sin duda todo lo que sabía en este medio año podría no ser lo más acertado, por no decir directamente que existe la posibilidad de que mi hermanastra me decía puras mentiras acerca de como y porque terminó siendo una mujer.
    Los planes cambiarían este día, pensaba entrar y pasar el día con ella fuera de nuestra rutina habitual pero ahora con todo lo que vi, quiero llegar a mi propia casa para conocer más y averiguar más de todo lo que mi hermanastra me ha tratado de ocultar.
    Mi cabeza ya empieza a especular, pero no quiero especular, quiero alcanzar la verdad y averiguaré como mi hermanastro terminó siendo una chica, que pasó con su ex novia y como es que se volvió tan feliz al volverse una chica sin una aparente explicación.
    Esas y muchas preguntas más, son todo lo que voy a averiguar, tarde o temprano ella caerá, y con ello, yo tendré la verdad.
Créditos a quien correspondan.