martes, 15 de abril de 2025

Un pequeño desafío

 -Vamos, date prisa, tú dijiste que podías hacerlo-
-Lo sé y lo haré...solo dame un momento-
-Eso dijiste hace 10 minutos y entre más te tardes, más tiempo te vas a quedar así, linda-
-Ni me lo recuerdes-
    Respondí cansado, o cansada dado mi actual cuerpo, el cual cambió por una tonta apuesta con mi novia, misma que no planea dejarme echarme atrás con esta tontería.
    Ambos estábamos aburridos en mi hogar jugando verdad o reto sin ser nada interesante en particular hasta que comenzamos a elevar la apuesta de parte en parte. Por consecuencia algunas verdades salieron a la luz e hicimos locuras que ni ella o yo haríamos normalmente, pero al ser retos, nos pareció divertido intentarlo, era mejor que seguir en casa sin hacer nada y mientras nadie saliera herido, ¿Qué tan malo podría seguir jugando verdad o reto?
    Sin embargo, esa hipotética pregunta sería respondida después de un buen rato, cuando un extraño reto surgió por parte de mi novia el cual consistía en que yo me volviera una chica y usará un juguete de adultos durante algunos segundos en un lugar público.
    Al principio creí que solo era una broma tonta de su parte, pero al empezar a llamarme gallina me lo tomé más en serio, siendo ella quién me mostrará una pastilla con la que según podría volverme una chica cuando la tomará. No podía creer que lo que decía fuera verdad pero una vez más, siendo burlado por ella de que no me atrevía a aceptar su reto, tomé las pastillas y decidí hacerlo.
    En pocos minutos al tomar la medicina, vi como mi cuerpo cambiaba, dándome una gran cintura, buenas piernas y un cabello mucho más largo del que antes tenía además claro de cambiar esa zona íntima mía por la de una mujer.
    Cuando mi cuerpo se transformó, mi chica me quitó la ropa de hombre para prestarme algo de su ropa en su lugar, la que para bien o para mal, le quedaba a mi femenino cuerpo a la perfección. De esa forma, mi novia me prestó un sostén y una blusa, una falda bastante corta, medias negras, zapatillas y un cubre bocas que me recomendó usar para que fuera más difícil que alguien me reconociera. Le dije que eso era una tontería, que nadie me reconocería convertido en una chica, sin embargo ella señaló que si alguien me descubría haciendo el reto, poco importaba si era una chica o no, nadie debía verme la cara sin problema, por lo que de forma más seria acepté usar el cubre bocas.
    Era y es muy extraño vestirme de mujer, o más bien ser una mujer por completo, pero por ahora lo soy y ya con este cuerpo debo cumplir mi desafío si es que quiero recuperar mi cuerpo real y no ser una gallina.
    Caminamos un poco en los alrededores del vecindario buscando un lugar ideal para esto, eligiendo el estacionamiento de un centro comercial que estaba medio vacío. Mi novia no perdió el tiempo y en una viga del lugar colocó su juguete especial mientras yo pensaba en lo que estaba por hacer y cómo demonios es que lo haría, pasando el tiempo sin querer hasta empezar a aburrir a mi pareja.
-Sí no puedes con esto, esta bien, solo admite que eres un cobarde que no pudo hacer un pequeño desafío-
-¿Pequeño? Debes estar bromeando, no hay nada de pequeño en esto, seguramente lo dices porque no lo harás tú-
    Respondí a su tono burlón.
-Si lo hicieras, tú podrías pedirme que hiciera algo similar o más fuerte, sería divertido y emocionante cumplir estos retos pero para ello tú eres quien pondrá el ejemplo ¿Que dices?-
-¿Tú harías lo que fuera que te pida de este tipo de desafíos?-
    Una idea llegó a mi cabeza y una gran sonrisa juguetona y provocadora apareció en la cara de mi novia al hacer esa pregunta que solo pudo responder de la mejor forma.
-Por supuesto, sola o acompañada, contigo siendo una linda chica o mi apuesto chico, será divertido-
    Acarició un poco mis nuevos senos mientras me besaba con pasión usando su lengua, despertando en mí un mar de sensaciones indescriptibles y que no conocía cuando era hombre. Todo eso junto a las ideas de todo lo que podríamos hacer en el juego me emocionaba aún más y me daban los ánimos suficientes para cumplir su desafío que bien podría ser el inicio de una noche más que maravillosa.
-Vale, ya vuelvo-
-Claro, yo te diré cuando sea suficiente-
    La oí decir mientras me acercaba a ese dildo pegado en la viga, volteando a todos lados para asegurar que nadie además de mi chica me veía.
    La corta falda fue de gran ayuda, solo hizo falta mover las bragas a un lado y levantar la parte trasera de la falda para encajar de golpe el dildo dentro de mi, algo que muy tarde me di cuenta que fue una terrible idea.
    Hice un esfuerzo sobrehumano para que un gemido no se escapará de mis labios, no podía creer lo bien que se sentía tener esto dentro a pesar del dolor inicia, y ahora agradecía el cubre bocas que ocultaba como salivaba y suspiraba con cada segundo en que aquel trozo de plástico se metía y salía cuando sacudía mis caderas contra la viga.
    Intentaba parecer sutil y me contenía, no quería que pareciera que lo estaba disfrutando demasiado o que quería hacerlo más duro, además que con un descuido podría llamar la atención y no sabría qué rayos hacer si alguna persona me descubre haciendo esto.
    Esa emoción e incertidumbre de ser vista por alguien, el deseo de que ese dildo me siguiera penetrando, el libido que mi novia había empezado conmigo al jugar con mi cuerpo y poner ideas de cuán lejos podríamos llegar por un juego, por donde lo viera todo era tan emocionante que no me sorprendería desmayarme o hacerme adicta a esta sensación.
    Pero vayamos por partes, primero jugaré con este dildo hasta que mí novia me diga que cumplí mi desafío, moviéndome con más fuerza por instantes para gozarlo tanto como pudiera sin importar que me vieran o que mis fluidos empezarán a llegar más abajo de lo que la falda tapaba. Una vez lo superará, pensaría en un desafío digno para mi novia y quizás para mí, podría pedirle que me haga sentir como toda una mujer, ya sea usando sus manos o esto que disfruto dentro ahora, las posibilidades son infinitas y pensaré en tantas tan alocadas como me sea posible mientras cumplo con mi desafío.
Créditos a quien correspondan.

lunes, 14 de abril de 2025

Confiando mi secreto

-V-vamos, amor. No tienes que llegar tan lejos por mí-
    Murmure con un montón de nervios y vergüenza mientras me cargaba en sus brazos hasta recostarme en la cama, viéndome con atención desde arriba por lo que me puse aún más roja.
    Tenía puesto un infantil y corto vestido rojo con adornos negros, no podía creer que aún podía usar uno de mis vestidos de cuando era una niña, aunque ahora era tan corto que apenas cubría bien mis pechos y dejaba al aire desde mi ombligo hasta el resto de mi cuerpo que tras varios centímetros desnudos de mi piel, podía verse mi pañal rosado con unos dibujos de princesa para prevenir los accidentes que yo pueda tener. Después de mi pañal, todos mis muslos estaban al desnudo hasta llegar a la parte baja de la rodilla, donde empezaban unas calcetas rojas que también usaba cuando niña, antes cubrían por completo mis piernas pero ahora presumía mis dotados muslos al dejarlos descubiertos en el espacio entre mis calcetas y mi pañal.
    Desde que tengo memoria me habían gustado estas cosas, ya saben; vestirme con ropa más infantil de lo necesaria, beber en mamilas, mirar mucho a las princesas, jugar con muñecas y más cosas de ese estilo; todo eso fue un gusto que crecía conmigo conforme pasaban los años, y que por lo mismo era algo difícil de ocultar. 
    Tenía mucha vergüenza de que un día mamá, o alguna amiga me atraparan estando en esta forma, ¿Cómo lo explicaría? Estoy segura de que moriría de vergüenza antes de poder hablar sobre esto y todos pensarían que estoy loca. Por todas esas inseguridades me esforzaba al máximo para que nadie me descubriera y fue así por más de 14 años hasta que logré tener un poco de privacidad al llegar a la universidad.
    Cuando entré a la universidad finalmente vivía sola y tenía la libertad de divertirme como quisiera el tiempo que quisiera, por lo que no solo tenía total libertad de divertirme como una niña, incluso tuve la brillante idea de llenar un armario de puras cosas infantiles para mi querido pasatiempo, llenando el mismo con muñecas, vestidos, pañales, mamilas y muchas cosas más de las que nadie jamás iba a sospechar, porque nunca nadie más que yo entraba a mi habitación.
    O al menos así era la situación hasta que conocí a mi novio, quien en algunas ocasiones venía a mi habitación a pasar el rato o estudiar conmigo. Y aunque hice de todo para que él nunca descubriera mi armario secreto, supongo que en algún momento se iba a enterar.
    Hoy día yo estaba acostada en el suelo, moviendo mis piernas en el aire, con un peluche en una mano y en la otra un biberón con leche tibia para ver mis caricaturas, estaba completamente concentrada en mis asuntos cuando una voz conocida me devolvió a la realidad de la peor forma que pude experimentar.
-¿Que se supone que estas haciendo, Camila?-
    Me levanté totalmente asustada para ver a mi novio en el marco de la puerta de mi habitación, aún sosteniendo las llaves de repuesto que le di hace un tiempo y que nunca había utilizado hasta estos momentos en los que me atrapó por completo.
-¿¡Qué estás haciendo aquí!?¡No sabía que vendrías!-
-Llame un par de veces a tu teléfono y nunca contestaste, me preocupe un poco así que vine a ver si estaba todo bien... y sí, supongo que estás bien... aunque no espere verte de esta forma-
    Hasta ese momento, de pie delante de él, recordé que tenía mi atuendo de bebé hasta con mamila y peluche en brazos, cosas que intente esconder cuando lo vi sonreír. No pude evitar ponerme más roja que nunca tratando de quitarme la ropa, siendo mis brazos detenidos al momento por los de mi novio.
-Ya basta, Nick. Suéltame, no quiero que me-
    Cuando mis emociones llegaron al límite sentía que iba a llorar, estaba tratando de quitarme a mi novio para poder cambiarme de ropa, pero mis palabras quedaron a la mitad cuando él me cargó como una princesa, se sentó en el sofá y me sentó sobre su regazo, tal como un padre haría con su niña, algo a lo que sinceramente no supe como responder.
-Perdón por reírme, no pude evitar pensar que te ves adorable así-
    Dijo dándome un beso en la mejilla y recuperando mi mamila para acercarla a mi boca, a lo que tímidamente respondí empezando a succionar otra vez, pero ya no en el suelo, sino en sus cálidos brazos que me protegían.
-No tienes que darme explicaciones, son tus gustos y no haces daño a nadie, yo lo respeto y no por verte vestida así creas que te dejaré de amar. Veamos tus caricaturas, eso sé que siempre te ha gustado-
    La mano que sostenía mis piernas acarició mi cabello despeinándome un poco para después hacerme cosquillas en el estómago, sonriendo de inmediato ante sus inesperadas muestras de afecto a las que tampoco me podía oponer.
    Después de eso seguí viendo la televisión con calma, una naturalidad que creía imposible a lado de alguien importante para mi, pensaba que mi novio se burlaría o me dejaría de inmediato si descubría mi secreto, pero hizo todo lo contrario, quedándose a mi lado y jugando conmigo, cuidándome con cariño y mostrando que de verdad me quería con todo y mis rarezas.
    No recuerdo qué hora era o en que terminó mi caricatura, me había quedado dormida en sus brazos antes de notarlo, despertando por el movimiento de él al cargarme a otro lado, fue ahí cuando hablé y me dejó en la cama.
-Así que la dormilona despertó, como te quedaste dormida y ya se acerca la hora de mi trabajo, pensaba acostarte en tu cama para que durmieras más tiempo-
    Eso me sorprendió un poco, nunca me había quedado dormida tanto tiempo, pero con el cariño con el que me cuidaba mi novio, creo que fue normal dormirme un poquito más de la cuenta.
-Creo que te tomaré la palabra-
    Dije sonriendo y sintiendo su mano en mi pañal, lo que me hizo sonrojar debido a que me estaba revisando.
-N-no estoy sucia, amor, podré usar estos pero nunca lo he hecho-
    Respondí con vergüenza, sintiendo unos suaves besos en mis muslos que hacían que me derritiera.
-No lo sabía, pero si alguna vez lo haces, o si quieres que te haga compañía como hoy, solo dímelo y yo estaré encantado-
    Sus besos pasaron de mis muslos hasta mis labios, con la misma rapidez y delicadeza que usó abajo, dejándome más que satisfecha en un solo día para recuerdo.
-B-bueno podría intentarlo...y puedes venir cuando quieras, yo estaré encantada de tenerte aquí, ¿Me alcanzas esa cobijita?-
    Señale el armario donde Nick sacó una cobija vieja y de colores que tengo desde hace años, con ella me envolvió y una vez más beso mi frente para comenzar a irse de mi habitación.
-Entonces volveré a verte pero no te llamaré, será una sorpresa tal como el día de hoy, nos vemos-
    Con esa promesa, mi novio apagó las luces y cerró la puerta de mi habitación, dejándome sonriendo como idiota y dando vueltas en la cama por finalmente tener un poco de aceptación con esto y sabiendo que le puedo confiar mi secreto y lo que hago en mi más privada intimidad.
    En serio que es perfecto, me sacaré la lotería con este chico, y mientras mi corazón se aceleraba y mi mente se llenaba de pensamientos con mi novio, quizás podría dormir tranquila un poco más esperando con ansias el día que vuelva a cuidar de mi.
Créditos a quien correspondan.

sábado, 12 de abril de 2025

Conservando el linaje

    Desperté completamente aturdido cuando los rayos del sol me golpearon justo en la cara, con un dolor inimaginable de cabeza, viendo borroso todo a mi alrededor y con un montón de cansancio en todo mi cuerpo, me sentía como si hubiera estado haciendo horas y horas de ejercicio hasta que todo mi cuerpo se rindiera por la fatiga.
    Me gustaría seguir durmiendo para recuperar las energía, pero con la luz dándome de lleno en la cara y en contraste con una sensación fría recorría todo mi cuerpo, en especial la cintura y mis piernas que temblaban por el frío, me era imposible seguir durmiendo.
    En un último y desesperado intento de no tener que levantarme, busque alguna de mis mantas para cubrirme de pies a cabeza sin éxito alguno, dando vueltas por la cama y moviéndome un poco más no solo para no encontrar mis cobijas, más importante aún, pude darme cuenta que algo raro estaba pasando con mi cuerpo.
-¿Y mis cobijas donde están? ¿Esa…es mi voz? ¿Qué está ocurriendo? ¡No solo es mi voz, cambió todo mi cuerpo! ¿¡Pero por qué!? ¿¡Qué significa esto!?-
    Mi visión mejoraba lentamente al frotar mis ojos, al igual que el resto de mis sentidos volvían en si ante mis repentinos gritos y movimientos, tomando un poco más de consciencia a cada minuto, lo cual hacían aún más difícil la tarea de entender que estaba sucediendo conmigo. Yo ya estaba despierto, de eso no tenía duda, y todo mi cuerpo y mi cabeza reaccionaban conmigo, sin embargo, no podía entender porque había despertado en un cuerpo que no era mío, cambiando por completo para ser ahora una mujer que de cierta forma ya conocía.
    Sus piernas largas y bien depiladas, unas bragas algo infantiles de dibujos animados pero que con su singular diseño exponían su bella cintura y abdomen plano hasta que cerca de sus costillas aparecía una diminuta ropa blanca que ocultaba los pequeños pechos cubiertos también por leves cabellos rubios de la dueña de este cuerpo, una dueña que ya sabía quien era.
Créditos a quien correspondan.
-¡Prima! Veo que al fin despertaste, pasaste muchas horas durmiendo, me da gusto ver que al fin abres los ojos y que estas bien, ¡Que digo bien! Mejor que nunca-
    Sin que yo pudiera terminar de aceptar que estaba atrapado en el cuerpo de una mujer, ahora veía entrar a la habitación a mi propio cuerpo de hombre, mismo que me hablaba con confianza y alegría como si fuera lo más normal del mundo.
    Mi cuerpo de chico entró a la habitación usando poco más que su ropa interior, apenas vestía unos boxers azules y una camiseta de tirantes, disfrutando y presumiendo de la buena forma física que tiene mi cuerpo tal como si la persona en mi cuerpo se hubiera esforzando por conseguir ese buen aspecto mío. Verlo actuar de esa manera solo me hacía hervir más la sangre, y si la idea que tenía en mi cabeza era cierta, saber la identidad de quien robó mi cuerpo solo me haría sentir mucho peor.
-¿Daniela? ¿Eres tú?-
    Pregunté aún aturdido por el cambio de cuerpo, pero poniéndome de pie frente a ella en un intento de mostrar que incluso estando en su pequeño y delgado cuerpo, yo estaba al mando de está situación.
-No, Daniela ahora eres tú, ex primo. Tú tomarás mi lugar y yo el tuyo, así que vete acostumbrando a ser una mujer y a que debes complacerme-
    Decía con orgullo y calma mi prima, declarando algo que sinceramente me tomó por sorpresa, puesto que de cientos de excusas o tonterías que ella pudiera inventar, una confrontación tan directa estaba lejos de lo que había imaginado.
-¿De qué demonios estás hablando, Daniela? ¡Yo no haré nada de eso! Devuelve mi cuerpo y mi vida ahora-
-Lo siento, eso no pasará, primita. Ahora yo soy Gerardo y tú eres mi novia y futura esposa, Daniela, quien a partir de ahora está a mí disposición-
    Volvió a decir de manera contundente, como si habláramos de un hecho en el cual no tenía voto ni opinión, algo a lo que me opondría con todas mis fuerzas ya que la situación es retorcida de tantas formas que no sé ni por donde empezar o cual me parece peor.
-¿¡Esposa!? En primera no soy mujer y en segunda somos primos, ¡lejanos pero primos! Es espeluznante lo que planeas hacer, así que no dejaré que te salgas con la tuya-
-¿Espeluznaste? ¡Sí se pone mejor! Porque al final tú vas a ser mamá. Claro, todavía falta un poco para ello, pero serás mamá tal como ha sucedido en la familia por generaciones-
     Cuando mi prima declaró eso no pude evitar poner una expresión en la que se mezclaba sorpresa y confusión, y al ella darse cuenta de ello, sonrió de forma burlona antes de explicar algo que parecía tener una larga historia de fondo.
-¿No tienes idea? ¿Acaso nunca nadie te contó la historia? Eso explica porque pones tanta resistencias. Como sea, te haré un favor al contarte la historia, que la creas o no, o que estés de acuerdo o no, no cambiará lo que va a suceder. En resumen, cada cierto tiempo dentro de la familia ocurre algo como esto para conservar nuestro linaje, se supone que nuestra familia fue una muy importante y de raza pura y más tonterías de ese estilo de hace muchos años, y hasta ahora muy pocos están dispuestos a perder ese linaje. Para conservarlo, cada cierto tiempo algunos integrantes de cada generación son elegidos para mantener pura a nuestra familia, y me alegra decirte que tú y yo fuimos los elegidos de está generación, ¡Siéntete orgullosa, Daniela!-
-Es una locura. No creo nada de eso-
    Susurré sin creer lo que ella me decía, ya llamándome por su antiguo nombre como si fuera un hecho que yo soy Daniela y ella es Gerardo solo por una estúpida e inventada historia.
 -Como te dije, no me importa si me crees o no, es lo que es y punto. Y no hay nada que puedas hacer para romper nuestra sagrada tradición-
    Al oír esas palabras, me acerque a mi antiguo cuerpo sin titubear ni un segundo, dándole una mirada amenazante ignorando por completo la enorme diferencia de altura y de fuerza que hay ahora, no me importaba ser más pequeño o débil, ni siquiera me intimidaba tener que enfrentarme a mi cuerpo verdadero, yo estaba listo para demostrarle a Daniela que las cosas no saldrían como ella quería sin importarme el costo.  
-A mi no me importa tu sagrada tradición, incluso si no puedo recuperar mi cuerpo, no hay nada que puedas hacer para hacerme cambiar de parecer y que acepte todas las tonterías que me estás contando-
-Es curioso que digas eso, el abuelo cuando era joven dijo a la abuela y míralo, él se volvió toda una señora y madre, así como lo harás tú-
    Ante mi declaración vino una respuesta impactante junto a una sonrisa burlona de mi prima, quien con su revelación me hizo dudar un poco no solo de mi mismo, también de algunos familiares a quienes creía conocer y que podrían estar involucrados en este asunto.
-De ninguna manera, no hay nada en este mundo que pueda obligarme-
Créditos a quien correspondan.
-¿Y bien? ¿Te das por vencida, Daniela?-
    Me preguntaba entre jadeos y embestidas Gerardo después un par de largas y placenteras horas de placer. Sin importar lo firme que me puse al decirle que no lo haría y no tomaría su lugar ni me volvería su esposa o una madre, poco importó todo lo que dije pues con el más mínimo roce de su cuerpo contra el mío termine en la cama sintiendo las delicias que solo una mujer sumisa puede sentir gracias a su hombre.
    Al principio puse mucha resistencia pero sin muchos problemas, la antigua Daniela me ató los brazos a la cama y empezó a jugar con mi nuevo cuerpo, mismo con el cual no estaba listo para tantas ondas de placer, de excitación, de sumisión. Al principio y sólo muy al principio, en los primeros roces y momentos el momento de intimidad me dolió pero ante cada embestida, caricia o lamidas mi cuerpo se derretía, me sentía en las nubes y mucho más lejos, y por si hiciera falta las esposas que eran para impedir que huyera, pasaron a ser un pequeño complemento a los bruscos movimientos acompañados de jadeos que mi cuerpo tenía.
    Sin importar que mis manos estaban atadas, mis pechos rebotaban y que una de mis piernas estaba levantada para que las embestidas fueran más profundas y placenteras, no quería responder lo que Gerardo me decía y que era verdad.
-Así que no quieres hablar, está bien, yo no tengo problemas, puedo seguir así durante todo el día hasta que de tu propia boca admitas como lo disfrutas y como te quedarás así para siempre-
    De mi boca solo salió un gemido que no pude ocultar con mis manos, pensando y viendo cuánto tiempo aguantaría dentro de mi ese enorme miembro que alguna vez fue mio pero que ahora está penetrándome y llenando mi nueva y femenina intimidad como nunca imaginé.
    Creo que después de todo si voy a tomar este lugar de Daniela y volverme su prometida o esposa, pero antes de admitirlo y llegar a ese punto de no retorno, daré lo mejor que queda dentro de mí para no volver a correrme y soportar todo el tiempo que pueda como muestra de que no me sometería tan fácil a conservar nuestro extraño linaje familiar como tanto desea toda mi familia y la propia Daniela, o ahora Gerardo que me enseña de primera mano lo que me espera en mi vida como su mujer.
Créditos a quien correspondan.

viernes, 11 de abril de 2025

Femeninas interrogantes

    Estaba tratando de bañarme, sin dar ningún tipo de espectáculo ni de llamar la atención en aquel baño público, simplemente estaba sentada en un banquillo del fondo sin molestar a nadie...pero aún así la vergüenza me invadió, al no poder seguir ignorando esas miradas tan molestas encima de mi.
-¿Podrían dejar de mirarme? Es de lo más humillante que he vivido-
-Perdón pero me resulta impresionante lo mucho que has crecido, es maravilloso, tengo que admitir que hasta te envidio un poco-
    Decía llena de emoción aquella chica de cabello pelirosa sentada a mi lado, cuyo único ojo descubierto de su cabello veía con atención y lujo de detalle cada parte de mi cuerpo, algo imposible de ocultar debido a la posición en la que estoy con ambas manos ocupadas.
-B-basta...no digas ese tipo de cosas...me miran como si no fueran chicas también-
    Mis tímidas y avergonzadas protestas fueron rápidamente opacada ante la llegada de mi amigo, quien se quejaba con gran esmero.
-¿Estas bromeando? Puede que tú y yo ahora seamos chicas, pero mírame, estoy tan plana que hasta pensé me había convertido en una niña, de no ser por lo que ocurre cada mes podría afirmar que sólo soy una niña. Lo peor de todo es que tú fuiste el último en feminizarte por completo; empezaste con un cuerpo igual de plano que el mío y tan solo mirate ahora; esas tetas son tan enormes que ni has de ver el suelo al bajar la mirada, tienes un trasero como para destrozar a alguien a sentones, una figura de reloj de arena y un rostro de lo más precioso; ¡Tú te convertiste en toda una mujer mientras yo me quedaba atrapada con la forma de una mocosa!-
-B-basta...de verdad...nada de lo que dices tiene razón ni fundamentos...-
    Una vez más, proteste tímidamente pero igual que la última vez, mis quejas fueron calladas por mi amigo que no dejaba de montar una escena al comparar mi cuerpo con el suyo y las evidentes diferencias uno del otro.
-¿EH? ¿En serio me dices eso? ¿¡Lo ponemos a prueba!? ¿Cuanto mides? ¿De qué copa es tu sostén? Yo apenas paso del metro y medio y tuve que batallar para encontrar un sostén que no tuviera diseño genérico e infantil, ¿Y tú? ¡Seguro tuviste hasta para elegir!-
    No respondí a sus preguntas ni mucho menos a sus declaraciones, de hecho fingí no haber oído nada y me concentre en mojar mi largo cabello violeta para luego ponerle shampoo y empezar a lavarlo. Esta conducta molesto bastante más a mi amigo, haciéndolo repetir.
-¡Te lo dije! Que yo estoy batallando por no comprar mi ropa en la sección infantil y tú, ¿Donde compras tú?-
    De nuevo, ignore por completo a mi amigo y seguí lavando mi cabello, sintiendo sus pequeños pasos y presencia detrás de mí, diciéndome con un tono amenazante.
-Tienes dos opciones: O me dices tu altura y talla de pechos o yo misma lo averiguaré estrujando esas molestas ubres y trasero-
    Trague saliva y todo el rostro se me puso más rojo que nunca pensando en aquella humillante posibilidad que, a decir verdad, no estaba emocionada por vivir, y por la cual confesé.
-La última vez que me medí estaba en un metro setenta, y mis pechos deben estar cerca de los 90 cm...la ultima vez compré una talla D o algo así pero la encargada me dijo que es cuestión de tiempo para buscar una talla más grande-
    Agache la cabeza y talle más rápido mi cabello que no dejaba de tener más y más jabón encima sin importar cuanto intentará quitarlo. La vergüenza de confesar mis medidas era insoportables, en especial sintiendo la intensa mirada de la pelirosa a mi lado, y los ojos llenos de ira de mi amiga clavándose en mi espalda ante mi confesión a medias de la cual esperaba no descubriera las partes donde mentía, puesto que si se daba cuenta que mi talla era más grande de lo que decía, eso solo haría enojar aún más.
-Te maldigo, apuesto a que usas puras cosas atrevidas y lujuriosas para llamar la atención con tu cuerpo, ¡pura lencería lasciva!-
    Para no perder la costumbre me quedé en silencio, escuchando a la pelirosa decir que ni siquiera ella utilizaba cosas así y al ver de reojo a mi amigo, su mirada amenazante se había convertido en una llena de sorpresa tras mi silenciosa confesión.
-Espera, ¿En verdad usas...?-
-¿¡Qué más podría utilizar!? Así como tú sufres por cosas de niñas, yo no encuentro cosas tan indecentes con facilidad, a veces ni son tan cómodas pero es lo único que puedo utilizar-
    Mi voz temblaba con vergüenza y frustración, dándome cuenta un poco tarde de que había levantado mi tono de voz al hablar sobre el tema menos discreto posible en toda nuestra conversación, y aunque oírme alzar la voz fue motivo suficiente para que mi amiga se calmará, ahora todas las mujeres en las múltiples bañeras y regaderas habían escuchado algo de nuestra conversación.
-Ah, como sea, hay que terminar de bañarnos primero y luego seguimos con esta conversación, estaré a tu lado para que no tengas que volver a alzar tanto la voz-
    Al escuchar su suspiro y ver acercarse a mi amigo feminizado, pensé que se sentaría a mi izquierda en el lugar vacía, pero no, ella se sentó a mi derecha, justo donde aquella pelirosa estuvo sentada todo el tiempo y que al volver a mirar se había ido.
-¿A dónde se fue? Ni siquiera la oí-
    Susurré al mirar alrededor para averiguar donde había ido aquella chica de cabello rosa que había estado bastante atenta de la conversación que tenía con mi amigo, el cual al oírme preguntar por alguien más se veía bastante confundido.
-¿EH? ¿De quién hablas? Todo el tiempo hemos estado solas, ¿Será que viste mal por todo el vapor que hay aquí? ¿O quizás te entró algo de jabón en los ojos?-
    Aunque las propuestas de mi pequeña e infantil amiga eran sensatas, yo tenía el sentimiento de que esa pelirosa siempre estuvo aquí siendo parte de la conversación, pero según mi amiga, solo hemos estado ella y yo...que raro...¿Será que la imagine? Y mas importante aún, ¿cuando o porque mi amigo y yo terminamos como mujeres? Por alguna razón al pensar en eso me invade la vergüenza y la cabeza me da vueltas, quizás sea por llevar tanto tiempo en este lugar ¿O de que me estoy perdiendo que no recuerdo como nos convertirnos en mujeres? Por mucho que intente recordar, no logró tener ni una pista de eso. Quizás una vez termine de bañarme y pueda descansar, trataré de buscarle respuesta a todas estas interrogantes, pero por ahora, pasar el rato con mi mejor amiga sin preocuparme no suena nada mal.
Créditos a quien correspondan.

jueves, 10 de abril de 2025

Cambios y preguntas

    Hola a todos y todas ustedes, buen día, tarde o noche según el momento en que me puedan leer. Aquí Nero.
    Han pasado algunos meses desde la última vez que les escribí a ustedes, por lo que intentaré ser breve y concisa a pesar de las muchas cosas que me gustaría comentar y saber su opinión. De antemano los invito a comentar, ya que siempre intento responder y tomar en cuenta su punto de vista para las decisiones de nuestro blog.
    Dicho eso, me gustaría comenzar mencionando un cambio con respecto a los días de publicaciones en este nuestro blog, el cual pasará de tener 5 publicaciones a la semana para tener 4 publicaciones a la semana en su lugar. Lo más probable es que los días de publicación sean Lunes, Miércoles, Viernes y Sábado. Sin embargo, todavía esta por definir, tal como falta definir a partir de cuando se aplica este cambio.
    En segundo lugar, y quizás el más extenso, me gustaría saber ¿Qué opinan con respecto a la extensión de las historias? ¿Prefieren historias más cortas en cantidad de texto y de capítulos o les gustaría que haga historias más extensas y detalladas cuya duración se extienda bastante siempre y cuando haya una historia interesante?
    Hago estas preguntas, porque llevo algunos meses trabajando en historias más extensas y de diferentes tipos, cuya extensión podría ser de varios meses y muchos capítulos. A decir verdad estoy disfrutando mucho de escribir estas historias donde me exijo más a mi misma y mis capacidades como escritora de segunda. No obstante, me gustaría saber ¿Qué opinión tienen o tendrían ustedes ante este tipo de contenido? ¿Les gustaría tener más historias extensas o prefieren historias más cortas? Por que a mi personalmente me gustaría encontrar un equilibrio entre estas historias que estoy desarrollando, junto con las historias que escribo por aquí desde hace mucho tiempo. Además, si desean ver más contenido de algún tema, seria lindo de su parte que me lo hagan saber para tenerlo en consideración.
    Con respecto al contenido, un punto más a destacar es que en las próximas semanas hará acto de presencia un nuevo escritor del cual espero disfruten su contenido y su forma de contar historias. Esta persona estará escribiendo los días miércoles, así que espero puedan darle una oportunidad.
    Dicho sea de paso, si en este o el próximo mes no pueden acceder al blog, lo más probable es que lo haya cerrado temporalmente para hacer algunas modificaciones pensando en los cambios del futuro cercano.
    Por último me da algo de vergüenza llegar este punto, pero dadas mis circunstancia supongo que vale la pena intentar. Hace poco hice un botón de Paypal ( https://www.paypal.com/donate/?hosted_button_id=C6D9HR7AJQJ4Y )  para donaciones, así que si alguien gusta mostrar su apoyo de esa manera será muy bien valorado y lo tendré en cuenta. NO ES OBLIGATORIO ni nada por el estilo, solo es una de las muchas alternativas que estoy probando para seguir avanzando sin descuidar este sitio tan especial al igual que la vida de la escritora.
    Sin más por el momento, agradezco mucho su atención, espero poder leer sus pensamientos en los comentarios y quedo al pendiente de cualquier duda, sugerencia o idea de su parte que pueda ayudar a que siga creciendo este nuestro blog.
-Nero.

martes, 8 de abril de 2025

Las vacaciones de Katie y María FINAL

    Cuando María convirtió a Kevin en una chica para salir de vacaciones, la joven nunca espero que nada malo fuera a ocurrir; nunca espero que Kevin se molestara tanto que la dejara sola el primer día, tampoco espero que al día siguiente Kevin llegara usando un bikini y actuando como una chica que disfrutaba de sus vacaciones, pero sobretodo lo que nunca María imagino fue que cuando Katie la invitó por la noche a un bar, fuera para tener un trío con un moreno de esa ciudad.
    Fue muy tarde cuando María entendió todo, Katie anoche se había emborrachado por el enojo y estando ebria conoció a Erick, el tipo con quien pasó horas teniendo relaciones tan íntimas que cambiaron la mente y cuerpo de su amigo para siempre. De cierta manera ya no había algo de Kevin más allá de recordar su amistad con María, y por esa misma amistad, fue que Katie emborracho tanto a María que no pudo oponerse al trío que harían ella, Katie y Erick.
    Katie era muy vulnerable, el método que uso María para cambiarlo de género hizo que fuera muy sencillo cambiar su mente hasta dejarla como la de una señorita, un efecto tan poderoso e irreversible que bastaron algunas horas para sellar su destino.
    Con María fue más difícil, sin estar ebria no lo hubieran logrado tan fácilmente, pero con la energía insaciable del moreno, y con la recién adquirida experiencia de placer por parte de su amiga rubia, ambos lograron someter a María hasta que disfrutará del sexo tanto como los otros dos.
    Tomaría más tiempo del esperado, o más bien, más tiempo de lo que tardo en rendirse Katie. Pero antes de que saliera el sol, María también había caído ante el oscuro encanto de Erick.
-No es justo, Katie lo chupo ayer, hoy es mi turno-
    Protesto María con ansias e inconformidad por solo mirar.
-Tú también puedes hacerlo, yo me encargo de la punta y tú del largo-
    Sugirió de forma sugerente su querida y pervertida amiga Katie.
-Vale, si es eso o nada, pero mañana será mi turno, ¿Verdad, Erick?-
-Eso depende de quién se luzca hoy-
    Decía el moreno que a sus pies tenía a las dos chicas desnudas, discutiendo sobre quien debería encargarse primero de ese falo que tanto placer les ha dado desde hace varios días, llegando al acuerdo de que una se encargaría de su parte favorita.
-Debo decir que lo he pasado genial con ustedes, chicas, nunca se quedan sin energía-
-Siempre voy estar lista para ti-
-Igual yo-
    Respondieron las chicas al unísono para seguir con su tarea que tanto amaban.
-¿Cuando acaban sus vacaciones? Las extrañare un montón cuando se vayan-
-Acaban dentro de dos días, también nosotras te extrañaremos. Más te vale no intentes reemplazarnos-
    Diría María, despertando una pequeña risa en Erick.
-¿Reemplazarlas? Aunque quisiera es imposible, no hay ninguna mujer tan buena como ustedes dos. Ambas merecen una recompensa, estos días que quedan me esforzaré tanto como pueda para que ambas vuelvan a por más o se vayan con un enorme recuerdo de mi parte-
    Ambas chicas recibieron una nalgada de las manos de su hombre, quien le enseñó a ambas como debe comportarse una mujer.
-Entonces nosotras también nos esforzaremos los días que quedan, así la próxima vez, no pagaremos hospedaje y vendremos a quedarnos en nuestra cama contigo durante más días, ¿No es así, María?-
    Katie hablaba con lujuria, terminando pronto sus palabras para volver a chupar el miembro de su hombre y dejando que su amiga hablara.
-Por supuesto, sin tener que pagar hospedaje podríamos pasar más ricos días en nuestra cama contigo y en tus brazos, ¿No sería eso asombroso, Erick?-
-Ni que lo digas, así que las estaré esperando con ansias el próximo año, niñas. Por ahora han hecho suficiente, dejen que su hombre las llene de recuerdos de estas vacaciones-
    Con esas palabras dichas el hombre cargo a las chicas, una en cada brazo, hasta tumbarlas en la cama, donde tendrían tanto sexo que no saldrían gasta el último momento de su vuelo a casa, desde donde recordarán y extrañarán al hombre que volvió mujeres de verdad a Katie y María en las mejores vacaciones de sus vidas. 
Créditos a quien correspondan.

lunes, 7 de abril de 2025

¡Mamá no deja de molestar!: Compañeros

-Mamá, mamá, ¡Mamá!-
    Maldición, me quede dormido, y aunque llegar tarde un día a la escuela no es un problema para mi, que mamá llegué tarde al trabajo si es un enorme problema para los dos, tanto al ella meterse en problemas con sus superiores, al igual que estar en problemas yo por no haberla despertado a tiempo.
    ¿Cómo pude cometer este fallo? Después de todo lo que hice anoche para que mamá me dejará unir al club de ocultismo de Maya, lo último que necesito es perder mi permiso por un estúpido error como lo es no despertar a mamá para que vaya a trabajar.
-Lo siento mucho, puedes darme una paliza más tarde. El almuerzo ya está listo y tú...-
    Sabiendo que mamá podría desde amenazarme hasta lanzarme sus almohadas o tacones, entré a la habitación de ella listo para afrontar ese desastre, y estaba tan preparado para enfrentarme a algún problema que la realidad frente a mis ojos era un poco difícil de asimilar.
-¿Mamá?-
-Claro que soy yo, idiota. Ya deja de gritar, ¿Qué no ves que estoy despierta?-
    De hecho sí, para mi sorpresa "mamá" ya estaba despierta. Hasta ahora me había visto forzado a cuidar de mi supuesta madre al punto de levantarla de la cama cada mañana, por lo que encontrarla despierta por su cuenta y enlistandose para ir a trabajar fue todo un alivio.
    Mi bully, quien también era la persona al mando del cuerpo de mi madre, se había puesto una lencería negra que nunca antes había visto, y que verla ahora no me despertaba ninguna clase de alegría; la lencería era ajustada; el sostén parecía tener el único propósito de hacer ver más grandes los pechos de mi madre al alzarlos y juntarlos, el sostén estaba haciendo su trabajo de maravilla por mucho que me pesará admitirlo; las bragas parecían a juego, con el mismo color negro y un diseño de encaje muy parecido, con la mayor diferencia de todos los adornos de encaje y un gran... espacio evidente en la parte trasera al cual no le quería prestar mucha atención, pero con mamá dándome la espalda, era complicado no notar aquel diseño tan atrevido.
-Lo siento mucho... no sueles estar despierta, pensé que estarías tarde para entrar al trabajo-
    Por un momento mi bully pareció pensar sus palabras, algo raro en él ya que su mejor arma no era pensar, sin embargo lo hizo, y murmuró una sencilla explicación.
-No te acostumbres mucho, idiota. Supongo que anoche me fui temprano a la cama, entonces despierte antes de que tú llegarás. Intente volver a dormir pero no pude, así que me di una ducha y empecé a cambiarme-
-¿Una ducha?-
-Sí, me di una ducha, ¿Algún problema? Cuando tú pagues el agua te puedes quejar-
    No era tanto una queja, solo que me sorprendió tanto que "mamá" despertará temprano como que por iniciativa propia se diera una ducha antes de ir a trabajar. Ahora que lo pienso, anoche se dio un baño antes del masaje, tal vez se sentía pegajosa por todo el aceite o algo así, pero fuera el motivo que fuera mamá no parecía dispuesta a soportar mi presencia por mucho más tiempo, su mirada intimidante se ponía peor a cada minuto y con su mirada parecía buscar algo que pudiera arrojarme.
-Ya estoy despierta, y ya viste suficiente, idiota pervertido. Puedo arreglármelas sola, así que fuera de mi habitación antes de que te saque yo misma-
    Sin objeción alguna me dispuse a salir de la habitación, le recordé a mamá que su almuerzo estaba en la cocina, al igual que le recordé que llegaría un poco más tarde a casa porque por primera vez me quedaría al club con Maya, o más bien, me quedaría con Maya a intentar reclutar gente para su club, porque a menos que haya ocurrido un milagro, dentro de su club debe estar ella sola.
     A pesar de lo que creía en un inicio, como mamá ya estaba despierta y libre de llegar tarde al trabajo, yo tuve la oportunidad de darme prisa, cambiarme y correr a la escuela con la esperanza de llegar a mi salón de clases antes de que comience la lección, o con mucha suerte, llegar incluso antes de que el profesor entrará al aula.
-Buenos días, compañero. Toma un respiro, Maya puede ver desde aquí como el profesor viene caminando. Maya piensa que su café debe estar sabroso. No parece tener prisa por entrar al salón-
    En el fondo del salón y con un asiento vacío a su costado, Maya me sonreía al entrar a la clase, señalando por la ventana del lado opuesto al que yo llegué, como el maestro se acercaba al salón tranquilamente bebiendo su café, lo cual me daría los minutos necesarios para recobrar el aliento y tomar asiento junto a mi amiga.
-¿Te quedaste dormido? Maya se sorprendió al no verte antes de clase-
-S-sí, creo que mi alarma no sonó y se me hizo un poco tarde, pero al menos llegué a tiempo-
   Seguir con esa blanca mentira era mucho más fácil que decirle a Maya toda la historia detrás por la cual había llegado tarde a la escuela, dejándome sin una buena oportunidad de hablar con ella ni mucho menos tener el tiempo necesario para contarle a mi querida amiga de cabello rosado lo que había conseguido, por lo que no tuve más opción que esperar hasta el final de la clase para hablar con Maya sobre mi solicitud para unirme a su club.
-Maya piensa que la clase fue sencilla, nada del otro mundo, ¿No es así?-
-C-claro... nada tan complicado-
    Respondí cuando el maestro se marchó, intentando ocultar que algo que parecía sumamente sencillo para mi amiga, era algo a lo que apenas yo podía seguirle el ritmo. Quizás debería pedir ayuda más tarde para mejorar en clases, pero justo ahora que el salón comienza a estar vacío y tenemos unos minutos libres antes de la próxima clase, no pude esperar más, no había otro "mejor momento", y mirando en dirección de Maya intenté hablar.
-¿Sucede algo, compañero?-
-Sí. Sí, Maya, sucede algo... Verás, quería preguntar, ¿Cómo van las cosas con tu club?-
    La cálida sonrisa de Maya al hablarme ni siquiera titubeo, parecía mucho más determinada que ayer, pero aquella determinación no sé si es verdadera y enfocada en conseguir su meta, o solo intenta hacerse la fuerte como hizo el día anterior.
-¿Sigues preocupado por lo de ayer, compañero? Maya piensa que no es la gran cosa, la presidenta escolar entregó los anuncios de Maya y también los permisos correspondientes para formar el club de Maya y pegar sus volantes. Anoche después de clases, Maya se aseguró de firmar los documentos para entregarlos hoy al final del día, y así mañana Maya pueda volver a reclutar integrantes para su club-
    Era un alivio saber que a pesar de los rumores mezquinos que escuché de Maya y la fuerte reputación que precede a la presidenta, parecía que las cosas estaban marchando de maravilla, y sin aires de ser arrogante, esperaba que mi noticia fuera aún más de ayuda para ella.
-Ya veo, la presidenta ha sido muy amable contigo. Y bueno, si vas a seguir reclutando miembros para tu club... ya sabes, ¿Crees que me pueda unir?-
    ¿Así? ¿Sin más? ¿En serio no pude preparar algo mejor? Tanto me esforcé en conseguir el permiso de mi falsa madre para tener nervios en el último momento, pidiéndole a Maya que me deje unir a su club de una manera un tanto lamentable, con la voz temblando casi tanto como mis manos al extenderle su anuncio con la firma de mi mamá.
    Maya parecía muy sorprendida, la sonrisa tan característica en ella creció indudablemente por un momento al sostener en sus manos uno de sus carteles con la firma de mi madre para aprobar que me una a su club. Sin embargo, tan pronto como apareció, aquella sonrisa se esfumó mientras Maya volvía a poner sobre la mesa mi permiso provisional para estar en su club.
-Compañero... gracias... pero Maya no quiere meterte en problemas en casa, no hace falta que te expongas por Maya, de veras. Maya prometió que formaría su club y Maya cumplirá su promesa, no tienes que preocuparte-
-No es eso-
    Logré susurrar al ver que ella intentaba rechazar mi solicitud para su club, negando con la cabeza y una expresión con emociones mezcladas, tanto buenas como malas. Me gustaría creer que su rechazo viene desde la molestia por haberla dejado tirada anteriormente, pero por lo que Maya me decía, ella parecía estar más preocupada por mi bienestar que por cumplir su meta.
-¿Dudas del potencial de Maya?  Maya te asegura que podrá lograr su meta, ayer solo fue un mal día, mañana será mejor-
-Y por eso quiero ayudarte-
    Interrumpí sus palabras.
-Quiero ayudarte a que mañana sea mejor-
    Dije con la cara roja mientras le acercaba un poco más el volante suyo que descansaba sobre la mesa.
-Compañero, sé que tu intención es buena, pero ¿No le dijiste a Maya que tenías problemas en casa? Maya puede ver que todavía no están resueltos, así que Maya no quiere ser una carga o meterte en más líos con tu madre-
    Supongo que era algo de esperar, Maya seguía pensando en mi situación más que en la de ella misma, y veía mi solicitud como un lindo gesto que podía complicar mi situación en casa. De hecho ella llevaba algo de razón, y a pesar de que todavía tengo muchos problemas en casa sin resolver, Maya no era la responsable de cargar con eso, ni de darle una solución, ni mucho menos de tener un mal amigo que no la apoye tanto como ella haría conmigo. Por esos motivos, no podía darme por vencido.
-Maya, muchas gracias por la preocupación, pero te prometo que las cosas en casa está mejorando... Mamá y yo llegamos a un acuerdo, y mientras cumpla con mis responsabilidades, puedo unirme a un club en la escuela-
    Muy bien, creo que hasta ahí tiene sentido lo que digo, pero todavía no estoy ni cerca de decir lo que de verdad pienso.
-Compañero-
-Te juro que no miento, no estaré en problemas con mamá excepto que rompa las reglas que acordamos... si las reuniones se hacen hasta tarde, quizás tenga que irme temprano, pero al menos podré ayudarte a reclutar más miembros o a tener mi nombre en la lista para que tengas el mínimo de integrantes-
    Exacto, haría lo posible por ayudar a Maya, incluso si la cosa era complicada, ya tenía algunas alternativas en la cabeza para apoyarla con su idea.
-Perdón si tarde mucho en decirlo... pero lamento mucho haber sido un mal amigo; debí ayudarte hace tiempo, y por ser un tonto y un cobarde me había escondido... sin embargo, estoy intentando mejorar, quiero mejorar... y para seguir mejorando quiero ayudarte un poco más-
    Para este punto sentía mi cara completamente roja, incluso creo que Maya se estaba poniendo tan roja y nerviosa como yo, ¿Y cómo no hacerlo? Si yo mismo siento que estoy declarando mi amor, cuando en realidad, solo trato de disculparme por mis errores e intentando mejorar, algo que hace tiempo debí haber hecho. Me he tomado mi tiempo para lograrlo, pero creo que lo estoy haciendo, y lejos de fingir que nada ha ocurrido, necesitaba disculparme con Maya por mis errores con ella antes de poder darle la cara e intentar apoyarla.
    Si de verdad quiero ser un hombre, y si de verdad quiero mejorar, creo que primero debo aceptar mis errores y después buscar la forma de mejorar. Y este pensamiento que intento llevar a cabo con mi amiga, no es exclusivo para ella, si quiero recuperar mi vida, tengo mucho camino por delante, y para ello tendré que hacer muchas cosas más. 
-¿Q-que cosas dices, compañero? Harás que Maya se ponga roja....-
    Aunque intentaba sonar como una bromista, para este punto Maya ya estaba bastante colorada, se veía aún más linda que de costumbre, pero también me hizo sentir peor al pensar que yo estaba hablando demasiado y poniéndola en una incomoda situación.
-A Maya le encantaría tener a su compañero en el club, pero Maya se pregunta si ¿De verdad estás bien con eso, compañero? ¿No crees que te estás metiendo en muchos problemas por una compañera? Lo último que desea Maya es ser un problema-
    Sí, era evidente que Maya no gustaba de ser un problema para los demás, por lo que no titubee al preguntar.
-¿Y quién dice que Maya es un problema para los demás? Incluso si eso fuera cierto... n-no... ¿No se supone que somos amigos?-
    A juzgar por la expresión de Maya, mi respuesta la tomo desprevenida, estaba sin palabras, a diferencia de mi que terminaría este asunto con una última línea.
-Hace poco dijiste que tú y yo eramos amigos, ¿Cierto? Odio admitir que no tenía amigos, pero algo que siempre envidie de las amistades, es que se ayudan en las buenas y en las malas.... perdón si te estoy presionando y no entiendo la indirecta... solo quiero decir que si tú eres mi amiga, a mi me gustaría poder ayudarte, porque eso hacen los amigos-
    Una última vez deslicé el volante de su club con la firma de mamá y sin tener el valor de seguir viendo a la cara a Maya pondría fin a la conversación.
-Lamento mucho si te incomode o dije algo inapropiado, en serio que lo lamento y prometo no darte más problemas... pero... pero si aún puedes darme la oportunidad, me encantaría ayudarte y ser un miembro más de tu club-
    El silencio me pareció eterno, está conversación me pareció eterna, y aunque estoy agradecido de que nadie haya interrumpido todavía, me gustaría que la tensión desapareciera de una vez por todas... Supongo que todavía son algo torpe al socializar, por no decir que en verdad soy un idiota. No obstante, siento un enorme alivio de al fin haberme disculpado con Maya e intentar agradecer su apoyo con la misma moneda, una la cual está bajo su elección si corresponder o no.
-Lo siento, compañero, pero Maya no necesita "un miembro más de su club", si en serio quieres unirte al club de Maya, Maya necesita su segundo al mando, ¿Estarías dispuesto a ser el vice presidente del club?-
    Lo que parecía un rechazo inminente por la seriedad de Maya al hablar, terminó con su tono alegre y juguetón, diciendo una vez más que si quería estar en su club, tendría que tomar el puesto de su mano derecha, algo que con gusto y una gran sonrisa podía aceptar.
-Bien jugado, compañero. Maya admite que jugaste bien, hasta usaste las palabras de Maya en su contra, lo único honorable que podría hacer Maya es admitir la derrota... y agradecer porque digas que Maya no es un problema-
    La seriedad que hasta hace unos momentos reinaba en la conversación se había disipado por completo cuando mi amiga comenzó a reír, dándome un poco de mérito al ganarme mi puesto en el club, el cual tendría un par de condiciones más de las que me esperaba.
-Sin embargo, Maya tiene una condición más. Maya no solo quiere que tú seas el vice presidente del club, Maya también quiere que no te metas en problemas en casa, ¿De acuerdo? Tienes que prometerle a Maya priorizar resolver los problemas con mamá, y siempre que lo necesites, Maya hará todo lo posible para ayudarte, tanto como amiga como líder del club-
    Maya me extendió la mano con una gran sonrisa, en un intento de formalizar nuestro acuerdo el cual remató de la misma manera que yo.
-Somos amigos después de todo, ¿Cierto? Los amigos se ayudan con los problemas del otro-
    Parece que Maya es más competitiva de lo que espere, pues tan pronto como use sus palabras contra ella, ella hizo lo mismo para equilibrar la balanza y hacerme prometer que podía contar con ella de ahora en adelante, tal como ella puede contar conmigo.
     Como no podía ser de otra manera, estreche la mano con Maya quien sonrió un poco más antes de tomar su folleto y guardarlo en su bolso escolar, como una prueba provisional de mi compromiso con el club.
-Perfecto, compañero. Muchas gracias por ser el primer miembro del club de ocultismo, Maya hará lo mejor que pueda para que la pases bien. Maya se encarga del papeleo, solo necesitará tu firma y la de tu madre más adelante-
    Por un momento me quede en silencio ya que Maya parecía estar organizando sus ideas, supongo que pensó estaría más tiempo por su cuenta. Sin embargo, mi amiga ya podía presumir que no era la única dentro de su club, por lo que podía contar conmigo para algunos cambios de planes.
-A decir verdad, Maya no estaba lista para esto... Maya pensaba resolver los asuntos administrativos con la presidenta y dejar el reclutamiento para mañana, así que podrías irte a casa temprano o ayudar con la limpieza de nuestro salón del club. En cuanto Maya hable con la presidenta, Maya irá a ayudarte con la limpieza, y en los próximos días Maya traerá algunas de sus cosas de magia y ocultismo para empezar a decorar nuestro club. Nuestras principales tareas serán tener un buen sitio donde practicar las actividades del club, y por supuesto, reclutar integrantes del club. A Maya le parece más sencilla la limpieza, pero si tienes algunas sugerencias serán bienvenidas-
    El plan de Maya tenía sentido, ahora que estamos comenzando lo más importante sería tener un sitio donde ir y tener integrantes del club, además de reunir cosas de ocultismo tanto para utilizar como para decorar. Me pregunto si en casa podré encontrar algo útil para la causa.
-Entiendo, si se me ocurre algo te lo haré saber. Y puedo comenzar con la limpieza del aula del club-
-Muy bien, compañero. Muchas gracias por tu ayuda, apuesto a que nuestro club será todo un éxito, ¡Puedo verlo en el futuro!-
    Maya parecía orgullosa al decir esas palabras las cuales sinceramente me motivaron a esforzarme para estar a la altura de sus expectativas, ambos nos reímos al planear el futuro del club, y de igual forma, ambos nos pusimos nerviosos y avergonzados cuando una débil y pequeña voz se escuchó del otro lado del salón mientras llamaban a la puerta.
-Eh... lo siento... ¿Ya terminaron o esperan a alguien? Los de la otra clase estamos esperando....-
    ¿Cuánto tiempo había pasado? El suficiente para que los alumnos de la siguiente clase comenzaran a reunirse fuera del aula esperando a que todos saliéramos, y enviando a una pequeña y nerviosa chica de cabello negro trenzado a pedirnos que dejemos su aula. Lo cual era un precio razonable cuando perfectamente una maestra o profesor pudieron haber entrado a sermonearnos y sacarnos a mi amiga y a mi. Por lo que tomando todas nuestras cosas y disculpándonos una y ora vez, Maya y yo salimos corriendo del salón de clases, dispuestos a seguir con nuestro día escolar, y posteriormente reunirnos en el salón del club.

sábado, 5 de abril de 2025

Una hermosa boda

-Mira, Cristina, lo atrape en la boda ¿No es maravilloso?-
    Preguntaba la joven de cabello oscuro recortado, lanzando sobre su cabeza el ramo de flores blancas para volver a atraparlo, tal como hizo cuando la novia le dio la espalda a sus amigas y lanzó el ramo de su boda como símbolo de buena suerte, o mala también, representando que esa persona que atrapara el ramo sería la próxima en unirse en sagrado matrimonio, y este caso según la tradición sería el turno de Dalia.
-Te dije que no me llames así, cambiaste mi aspecto para la boda y me hiciste usar este vestido, pero te recuerdo que soy un hombre y que soy tu novio, ¿No es así, Dalia?-
-No te quejes tanto, te ves hermosa como yo, ese vestido y tacones te favorecen-
    Explicó con una amable sonrisa la joven con el ramo blanco en sus manos, haciendo así que "su novia" suspire y se relaje, siendo imposible para Cristina seguir enojada con su novia cuando era tan amable y cariñosa como siempre.
-¿Se supone que eso fue un cumplido? Tuvimos que buscar cosas más pequeñas porque mi cuerpo es más pequeño que el tuyo, y aun con eso debo levantar un poco el vestido para caminar, por no mencionar que los tacones me están matando y ya ni hablar de la ropa interior ¿Me recuerdas porque vine de esta forma, Dalia?-
-Porque mi amiga necesitaba un par más de damas de honor. A mi me lo pidió en su momento, pero de último momento necesitábamos una chica más, así que te sugerí a ti, o mejor dicho a Cristina, tu linda y pequeña versión femenina que me encanta y dan ganas de abrazar durante todo el día-
    En ese momento la encantadora joven de cabello corto y vestido rosa intentó besar y abrazar a su pareja que llevaba puesto un elegante vestido azul, pero por desgracia las buenas intenciones de Dalia, no fueron correspondidas por Cristina, quien sin dudar puso su mano en la cara de la chica para evitar sus besos y sus abrazos.
-Muy graciosa, Dalia. Espero que disfrutes de verme así este día, porque no pienso volver a hacerlo nunca, no seré de nuevo una chica ni una dama de honor en una boda... y ten cuidado, lanzaste el ramo muy alto-
-Me parece bien, Cristie, aunque debo decir que no tengo prisa por mirarte, la medicina que tomaste dura todo un mes, no conseguí la versión de unas horas así que te di la de todo el mes-
-Espera ¿Que?-
    La joven de cabello peinado en una coleta había levantado las manos y la cara para ver donde caía el ramo de su pareja, teniendo una enorme revelación cuando Dalia confesó que la medicina que él tomó para ser una chica tenía efectos prolongados, pensó que sería una chica unos cuantos días cuando mucho, y que su novia de repente revelará que él se quedaría como mujer por todo un mes lo había tomado por sorpresa.
    El chico sabía que la intención de su novia no era mala, ella era un amor de persona aunque muy despreocupada y distraída, seguro que ni ella misma había pensado en las consecuencias de convertir a su novio en chica por tanto tiempo, centrándose solamente en ayudar a su amiga para su boda, y notando las consecuencias de sus decisiones más adelante.
    Sin embargo, antes de que Charlie pudiera decirle a su novia que había cometido un error al darle esa medicina feminizadora, ambos pusieron toda su atención en el ramo de flores blancas con el que estaba jugando Dalia.
    Dalia estaba lanzando y atrapando el ramo de la novia, repitiendo sus lanzamientos cada vez más alto hasta que perdió el ramo de vista por un momento, en consecuencia ambas chicas miraron al cielo e intentaron atraparlo, terminando por golpearse entre ellas, con Dalia cayendo sobre Cristina y llamando la atención de todos en la iglesia en el proceso.
Créditos a quien correspondan.
-Eso me dolió, hasta se me salió un tacón-
    Se quejó el chico transformado en dama de honor, tendido en el suelo con su novia encima de él, hundiendo su rostro su regazo.
-A mí también me dolió, cielo…quiero llorar...abrázame…-
    Pidió la joven con una voz ahogada por el vestido y muslos en su cara, tratando de abrazar por la cintura a su pareja ansiosa por el problema en que se estaban metiendo frente a todos en la fiesta.
-No hagas un escándalo, Dalia todo el mundo está…-
    Antes de terminar su frase, el ramo blanco cayó en manos de Cristina, quien también se dio cuenta que era tarde para no llamar la atención, incluso los novios los estaban viendo, soltando comentarios por la escena que hacían las chicas en plena boda.
-¡Eso es amor! ¡Es el destino!-
-Se ven preciosas juntas y Dalia le dijo "cielo" a la chica, eso debe significar que son pareja-
-¿Crees que habrá otra boda pronto? Sería lindo asistir a una boda de chicas-
-Deja eso, ¡Imagina que se casen ahora mismo y celebremos una doble boda! ¡Apoyo a esas chicas!-
-Si esto es obra del señor, no me importaría unir a esta joven pareja en sagrado matrimonio en este preciso momento-
    Y así fue como desde los invitados hasta los novios y el mismísimo padre a cargo de la boda religiosa, sacaron ideas rápidas y conclusiones aún más veloces por aquella escena que no sólo hizo sonrojar a las dos damas de honor, sino también las obligo a pensar cómo responder a la situación.
-Están hablando de nosotras ¿Verdad?-
    Preguntó Dalia sin levantarse de las piernas de su amada.
-Es verdad-
    Respondió la amada con el ramo en las manos.
-Supongo que si quieres podemos hacerlo ¡pero yo seré el hombre en la relación! A menos que tú quieras serlo, me gustaría cuidarte como Cristina un poco más de tiempo y-
    Un muy discreto y rápido movimiento de Cristina hizo callar a Dalia, quien sin dudar sintió el golpe en su cabeza.
-Cállate y no te levantes, no quiero quedarme así ni casarme de esta forma-
    Sin embargo, esas precisas palabras, hicieron que la nada asusta Dalia, se diera cuenta de un detalle muy importante.
-Espera ¿Entonces si quieres casarte conmigo?-
-¡Por supuesto que quiero casarme contigo! ¡Te amo mucho, Dalia! Pero no pensé que usaría un vestido de novia el día de mi boda o que ni siquiera planeáramos nosotros la boda-
-Bueno, podemos planear quién será la madre, tú podrías serlo si quieres pero-
    Un golpe seco se escuchó por parte de la sonrojada Cristina, ella golpeó a Dalia con el ramo en la cabeza una vez más, solo que lejos de calmarla la situación, empeoró el alboroto al hacer llorar a la de vestido rosa.
-¿¡Por qué me pegaste!? ¡Solo te dije que si querías que fuera tu esposa y tuviéramos hijos!-
-¡No grites ni saques las cosas de contexto, yo-
-¡Dalia ya le pregunto!-
    Se escuchó gritar a la novia recién casada seguida del escándalo de la multitud aplaudiendo por presencia la inusual proposición de matrimonio, la cual fue acompañada de vítores, aplausos y la ronca voz del padre de la iglesia.
-¡Estupendo! Y como nadie se opone, las declaró unidas en santo matrimonio-
    Una vez más, y como hace bien poco, las campanadas sonaron con fuerza y el arroz cayó sobre la pareja que ya no eran novios o amigas o damas de honor, ahora eran esposas, mujer y mujer.
-¿Es oficial? Entonces, cuidaré de ti Cristina, y tú puedes lanzar el ramo está vez si quieres-
    ¿Ya? ¿De verdad ya estaban casadas? Todo paso tan rápido que no hubo forma de oponerse, y dado que no había nada más que hacer, con toda la cara roja Charlie, ahora como Cristina, suspiró.
-Dalia, te amo, pero nos casaremos apropiadamente cuando vuelva a ser hombre y no te acompañaré nunca a ninguna fiesta en la vida ¿Entendido?-
-Entendido, pero ¿Podemos ir a esta fiesta?-
    Cristina miró alrededor, viendo a la novia planear compartir su mesa y fiesta con su amiga, a los invitados aplaudir, a los niños levantar el arroz del suelo para volver a lanzarlo, hasta los más religiosos se veían contentos por la pareja de chicas que en apenas unos minutos ya se habían casado frente a cientos de personas.
-Créeme que no es que tengamos otra opción, después de todo creo que también nos robamos el momento de tu amiga-
-No te preocupes, ella no se molestará, de hecho sería lindo tenerla como una dama de honor en nuestra boda, ¿Qué tal si-
-Dalia, no es el momento. Solo parate y vayamos a la fiesta-
-Sipi-
    Y así, en el mismo día que se volvió mujer para ayudar a su novia siendo una dama de honor, ahora también Charlie se unió en sagrado matrimonio con su amada pareja a la cual ayudaría a levantarse para ir a celebrar esta doble boda en la que nunca imaginó participar.
Créditos a quien correspondan.