-Mira, Cristina, lo atrape en la boda ¿No es maravilloso?-
Preguntaba la joven de cabello oscuro recortado, lanzando sobre su cabeza el ramo de flores blancas para volver a atraparlo, tal como hizo cuando la novia le dio la espalda a sus amigas y lanzó el ramo de su boda como símbolo de buena suerte, o mala también, representando que esa persona que atrapara el ramo sería la próxima en unirse en sagrado matrimonio, y este caso según la tradición sería el turno de Dalia.
-Te dije que no me llames así, cambiaste mi aspecto para la boda y me hiciste usar este vestido, pero te recuerdo que soy un hombre y que soy tu novio, ¿No es así, Dalia?-
-No te quejes tanto, te ves hermosa como yo, ese vestido y tacones te favorecen-
Explicó con una amable sonrisa la joven con el ramo blanco en sus manos, haciendo así que "su novia" suspire y se relaje, siendo imposible para Cristina seguir enojada con su novia cuando era tan amable y cariñosa como siempre.
Preguntaba la joven de cabello oscuro recortado, lanzando sobre su cabeza el ramo de flores blancas para volver a atraparlo, tal como hizo cuando la novia le dio la espalda a sus amigas y lanzó el ramo de su boda como símbolo de buena suerte, o mala también, representando que esa persona que atrapara el ramo sería la próxima en unirse en sagrado matrimonio, y este caso según la tradición sería el turno de Dalia.
-Te dije que no me llames así, cambiaste mi aspecto para la boda y me hiciste usar este vestido, pero te recuerdo que soy un hombre y que soy tu novio, ¿No es así, Dalia?-
-No te quejes tanto, te ves hermosa como yo, ese vestido y tacones te favorecen-
Explicó con una amable sonrisa la joven con el ramo blanco en sus manos, haciendo así que "su novia" suspire y se relaje, siendo imposible para Cristina seguir enojada con su novia cuando era tan amable y cariñosa como siempre.
-¿Se supone que eso fue un cumplido? Tuvimos que buscar cosas más pequeñas porque mi cuerpo es más pequeño que el tuyo, y aun con eso debo levantar un poco el vestido para caminar, por no mencionar que los tacones me están matando y ya ni hablar de la ropa interior ¿Me recuerdas porque vine de esta forma, Dalia?-
-Porque mi amiga necesitaba un par más de damas de honor. A mi me lo pidió en su momento, pero de último momento necesitábamos una chica más, así que te sugerí a ti, o mejor dicho a Cristina, tu linda y pequeña versión femenina que me encanta y dan ganas de abrazar durante todo el día-
-Porque mi amiga necesitaba un par más de damas de honor. A mi me lo pidió en su momento, pero de último momento necesitábamos una chica más, así que te sugerí a ti, o mejor dicho a Cristina, tu linda y pequeña versión femenina que me encanta y dan ganas de abrazar durante todo el día-
En ese momento la encantadora joven de cabello corto y vestido rosa intentó besar y abrazar a su pareja que llevaba puesto un elegante vestido azul, pero por desgracia las buenas intenciones de Dalia, no fueron correspondidas por Cristina, quien sin dudar puso su mano en la cara de la chica para evitar sus besos y sus abrazos.
-Muy graciosa, Dalia. Espero que disfrutes de verme así este día, porque no pienso volver a hacerlo nunca, no seré de nuevo una chica ni una dama de honor en una boda... y ten cuidado, lanzaste el ramo muy alto-
-Me parece bien, Cristie, aunque debo decir que no tengo prisa por mirarte, la medicina que tomaste dura todo un mes, no conseguí la versión de unas horas así que te di la de todo el mes-
-Espera ¿Que?-
La joven de cabello peinado en una coleta había levantado las manos y la cara para ver donde caía el ramo de su pareja, teniendo una enorme revelación cuando Dalia confesó que la medicina que él tomó para ser una chica tenía efectos prolongados, pensó que sería una chica unos cuantos días cuando mucho, y que su novia de repente revelará que él se quedaría como mujer por todo un mes lo había tomado por sorpresa.
-Muy graciosa, Dalia. Espero que disfrutes de verme así este día, porque no pienso volver a hacerlo nunca, no seré de nuevo una chica ni una dama de honor en una boda... y ten cuidado, lanzaste el ramo muy alto-
-Me parece bien, Cristie, aunque debo decir que no tengo prisa por mirarte, la medicina que tomaste dura todo un mes, no conseguí la versión de unas horas así que te di la de todo el mes-
-Espera ¿Que?-
La joven de cabello peinado en una coleta había levantado las manos y la cara para ver donde caía el ramo de su pareja, teniendo una enorme revelación cuando Dalia confesó que la medicina que él tomó para ser una chica tenía efectos prolongados, pensó que sería una chica unos cuantos días cuando mucho, y que su novia de repente revelará que él se quedaría como mujer por todo un mes lo había tomado por sorpresa.
El chico sabía que la intención de su novia no era mala, ella era un amor de persona aunque muy despreocupada y distraída, seguro que ni ella misma había pensado en las consecuencias de convertir a su novio en chica por tanto tiempo, centrándose solamente en ayudar a su amiga para su boda, y notando las consecuencias de sus decisiones más adelante.
Sin embargo, antes de que Charlie pudiera decirle a su novia que había cometido un error al darle esa medicina feminizadora, ambos pusieron toda su atención en el ramo de flores blancas con el que estaba jugando Dalia.
Dalia estaba lanzando y atrapando el ramo de la novia, repitiendo sus lanzamientos cada vez más alto hasta que perdió el ramo de vista por un momento, en consecuencia ambas chicas miraron al cielo e intentaron atraparlo, terminando por golpearse entre ellas, con Dalia cayendo sobre Cristina y llamando la atención de todos en la iglesia en el proceso.
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Créditos a quien correspondan. |
-Eso me dolió, hasta se me salió un tacón-
Se quejó el chico transformado en dama de honor, tendido en el suelo con su novia encima de él, hundiendo su rostro su regazo.
-A mí también me dolió, cielo…quiero llorar...abrázame…-
Pidió la joven con una voz ahogada por el vestido y muslos en su cara, tratando de abrazar por la cintura a su pareja ansiosa por el problema en que se estaban metiendo frente a todos en la fiesta.
-No hagas un escándalo, Dalia todo el mundo está…-
Antes de terminar su frase, el ramo blanco cayó en manos de Cristina, quien también se dio cuenta que era tarde para no llamar la atención, incluso los novios los estaban viendo, soltando comentarios por la escena que hacían las chicas en plena boda.
-¡Eso es amor! ¡Es el destino!-
-Se ven preciosas juntas y Dalia le dijo "cielo" a la chica, eso debe significar que son pareja-
-¿Crees que habrá otra boda pronto? Sería lindo asistir a una boda de chicas-
-Deja eso, ¡Imagina que se casen ahora mismo y celebremos una doble boda! ¡Apoyo a esas chicas!-
-Si esto es obra del señor, no me importaría unir a esta joven pareja en sagrado matrimonio en este preciso momento-
Y así fue como desde los invitados hasta los novios y el mismísimo padre a cargo de la boda religiosa, sacaron ideas rápidas y conclusiones aún más veloces por aquella escena que no sólo hizo sonrojar a las dos damas de honor, sino también las obligo a pensar cómo responder a la situación.
-Están hablando de nosotras ¿Verdad?-
Preguntó Dalia sin levantarse de las piernas de su amada.
-Es verdad-
Respondió la amada con el ramo en las manos.
-Supongo que si quieres podemos hacerlo ¡pero yo seré el hombre en la relación! A menos que tú quieras serlo, me gustaría cuidarte como Cristina un poco más de tiempo y-
-A mí también me dolió, cielo…quiero llorar...abrázame…-
Pidió la joven con una voz ahogada por el vestido y muslos en su cara, tratando de abrazar por la cintura a su pareja ansiosa por el problema en que se estaban metiendo frente a todos en la fiesta.
-No hagas un escándalo, Dalia todo el mundo está…-
Antes de terminar su frase, el ramo blanco cayó en manos de Cristina, quien también se dio cuenta que era tarde para no llamar la atención, incluso los novios los estaban viendo, soltando comentarios por la escena que hacían las chicas en plena boda.
-¡Eso es amor! ¡Es el destino!-
-Se ven preciosas juntas y Dalia le dijo "cielo" a la chica, eso debe significar que son pareja-
-¿Crees que habrá otra boda pronto? Sería lindo asistir a una boda de chicas-
-Deja eso, ¡Imagina que se casen ahora mismo y celebremos una doble boda! ¡Apoyo a esas chicas!-
-Si esto es obra del señor, no me importaría unir a esta joven pareja en sagrado matrimonio en este preciso momento-
Y así fue como desde los invitados hasta los novios y el mismísimo padre a cargo de la boda religiosa, sacaron ideas rápidas y conclusiones aún más veloces por aquella escena que no sólo hizo sonrojar a las dos damas de honor, sino también las obligo a pensar cómo responder a la situación.
-Están hablando de nosotras ¿Verdad?-
Preguntó Dalia sin levantarse de las piernas de su amada.
-Es verdad-
Respondió la amada con el ramo en las manos.
-Supongo que si quieres podemos hacerlo ¡pero yo seré el hombre en la relación! A menos que tú quieras serlo, me gustaría cuidarte como Cristina un poco más de tiempo y-
Un muy discreto y rápido movimiento de Cristina hizo callar a Dalia, quien sin dudar sintió el golpe en su cabeza.
-Cállate y no te levantes, no quiero quedarme así ni casarme de esta forma-
-Cállate y no te levantes, no quiero quedarme así ni casarme de esta forma-
Sin embargo, esas precisas palabras, hicieron que la nada asusta Dalia, se diera cuenta de un detalle muy importante.
-Espera ¿Entonces si quieres casarte conmigo?-
-¡Por supuesto que quiero casarme contigo! ¡Te amo mucho, Dalia! Pero no pensé que usaría un vestido de novia el día de mi boda o que ni siquiera planeáramos nosotros la boda-
-Bueno, podemos planear quién será la madre, tú podrías serlo si quieres pero-
Un golpe seco se escuchó por parte de la sonrojada Cristina, ella golpeó a Dalia con el ramo en la cabeza una vez más, solo que lejos de calmarla la situación, empeoró el alboroto al hacer llorar a la de vestido rosa.
-¿¡Por qué me pegaste!? ¡Solo te dije que si querías que fuera tu esposa y tuviéramos hijos!-
-¡No grites ni saques las cosas de contexto, yo-
-¡Dalia ya le pregunto!-
Se escuchó gritar a la novia recién casada seguida del escándalo de la multitud aplaudiendo por presencia la inusual proposición de matrimonio, la cual fue acompañada de vítores, aplausos y la ronca voz del padre de la iglesia.
-¡Estupendo! Y como nadie se opone, las declaró unidas en santo matrimonio-
Una vez más, y como hace bien poco, las campanadas sonaron con fuerza y el arroz cayó sobre la pareja que ya no eran novios o amigas o damas de honor, ahora eran esposas, mujer y mujer.
-¿Es oficial? Entonces, cuidaré de ti Cristina, y tú puedes lanzar el ramo está vez si quieres-
-Espera ¿Entonces si quieres casarte conmigo?-
-¡Por supuesto que quiero casarme contigo! ¡Te amo mucho, Dalia! Pero no pensé que usaría un vestido de novia el día de mi boda o que ni siquiera planeáramos nosotros la boda-
-Bueno, podemos planear quién será la madre, tú podrías serlo si quieres pero-
Un golpe seco se escuchó por parte de la sonrojada Cristina, ella golpeó a Dalia con el ramo en la cabeza una vez más, solo que lejos de calmarla la situación, empeoró el alboroto al hacer llorar a la de vestido rosa.
-¿¡Por qué me pegaste!? ¡Solo te dije que si querías que fuera tu esposa y tuviéramos hijos!-
-¡No grites ni saques las cosas de contexto, yo-
-¡Dalia ya le pregunto!-
Se escuchó gritar a la novia recién casada seguida del escándalo de la multitud aplaudiendo por presencia la inusual proposición de matrimonio, la cual fue acompañada de vítores, aplausos y la ronca voz del padre de la iglesia.
-¡Estupendo! Y como nadie se opone, las declaró unidas en santo matrimonio-
Una vez más, y como hace bien poco, las campanadas sonaron con fuerza y el arroz cayó sobre la pareja que ya no eran novios o amigas o damas de honor, ahora eran esposas, mujer y mujer.
-¿Es oficial? Entonces, cuidaré de ti Cristina, y tú puedes lanzar el ramo está vez si quieres-
¿Ya? ¿De verdad ya estaban casadas? Todo paso tan rápido que no hubo forma de oponerse, y dado que no había nada más que hacer, con toda la cara roja Charlie, ahora como Cristina, suspiró.
-Dalia, te amo, pero nos casaremos apropiadamente cuando vuelva a ser hombre y no te acompañaré nunca a ninguna fiesta en la vida ¿Entendido?-
-Entendido, pero ¿Podemos ir a esta fiesta?-
-Dalia, te amo, pero nos casaremos apropiadamente cuando vuelva a ser hombre y no te acompañaré nunca a ninguna fiesta en la vida ¿Entendido?-
-Entendido, pero ¿Podemos ir a esta fiesta?-
Cristina miró alrededor, viendo a la novia planear compartir su mesa y fiesta con su amiga, a los invitados aplaudir, a los niños levantar el arroz del suelo para volver a lanzarlo, hasta los más religiosos se veían contentos por la pareja de chicas que en apenas unos minutos ya se habían casado frente a cientos de personas.
-Créeme que no es que tengamos otra opción, después de todo creo que también nos robamos el momento de tu amiga-
-No te preocupes, ella no se molestará, de hecho sería lindo tenerla como una dama de honor en nuestra boda, ¿Qué tal si-
-Dalia, no es el momento. Solo parate y vayamos a la fiesta-
-Sipi-
-Créeme que no es que tengamos otra opción, después de todo creo que también nos robamos el momento de tu amiga-
-No te preocupes, ella no se molestará, de hecho sería lindo tenerla como una dama de honor en nuestra boda, ¿Qué tal si-
-Dalia, no es el momento. Solo parate y vayamos a la fiesta-
-Sipi-
Y así, en el mismo día que se volvió mujer para ayudar a su novia siendo una dama de honor, ahora también Charlie se unió en sagrado matrimonio con su amada pareja a la cual ayudaría a levantarse para ir a celebrar esta doble boda en la que nunca imaginó participar.
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